Es noticia
Parapente y vuelo biplaza en Madrid: la sierra de Guadarrama, a vista de pájaro
  1. Viajes
dependiendo del día, el vuelo dura más o menos

Parapente y vuelo biplaza en Madrid: la sierra de Guadarrama, a vista de pájaro

Basta una sencilla instrucción previa para dejarse llevar por las corrientes de viento y sentir en primera persona cómo es la increíble sensación de volar

Foto: Parapente y vuelo biplaza en Madrid: la sierra de Guadarrama, a vista de pájaro. (iStock)
Parapente y vuelo biplaza en Madrid: la sierra de Guadarrama, a vista de pájaro. (iStock)

Cuando los pies pierden el contacto con la tierra, empujados por el viento, comienza una de las experiencias más increíbles para el ser humano: volar. Hacerlo en parapente, a vista de pájaro sobre la sierra de Guadarrama, es además una sensación única en plena sierra madrileña. Silencio, paz y emociones fuertes se mezclan a partes iguales en una actividad incluida dentro del catálogo de deportes extremos que, en Madrid, es accesible a todo aquel que se anime.

El valle del Lozoya, con Peñalara de telón de fondo —el pico más alto de la cordillera madrileña—, es el espectacular escenario desde el que vislumbrar la naturaleza en su estado más puro. Cabras montesas e incluso lobos salpican este espacio protegido de la Comunidad de Madrid por el que volarán los 'hombres-ave'. Por un lado, la mente alejada de las preocupaciones terrenales. Por otro, el alma más cerca que nunca del cielo.

Basta una sencilla instrucción previa para dejarse llevar por el piloto del parapente. Una formación rápida que suele realizarse por la mañana para aprender a arrancar, girar y aterrizar como pasajero privilegiado de estas 'alas artificiales'. El tiempo empleado no es en vano, ya que, según los expertos, estos entrenamientos también son útiles para hacer kitesurf en verano. Los ejercicios se realizan en espacios privados, cercanos a los puntos donde se efectúan los vuelos.

Este tipo de saltos se efectúa desde pendientes de hierba con una ligera inclinación. Tras adquirir los conocimientos básicos recibidos por parte de los expertos, el proceso es relativamente sencillo: el piloto levanta el parapente biplaza, el pasajero le acompaña corriendo hacia delante —sin intentar sentarse ni saltar, según las recomendaciones—... y el viento hará el resto. Si la corriente de aire es lo suficientemente intensa, ni siquiera hace falta correr para dejar de tener contacto con el suelo.

Si las condiciones son favorables, el parapente biplaza puede surcar el cielo durante 60 minutos

La duración de la experiencia también depende de las corrientes. Si las condiciones son favorables, el parapente biplaza puede surcar el cielo durante 60 minutos. El lapso de tiempo, independientemente de su duración, transporta a quienes lo han probado a un estado de relajación perfecto. Eso sí, se recomienda ir abrigado y con ropa cómoda, sobre la cual habrá que colocar el mono, los guantes y el casco de seguridad que proporciona la empresa que ofrece el servicio. No hay que olvidar llevar calzado cómodo porque hay que transportar a pie el material con el que se vuela a través de desniveles de unos 300 metros. ¡Siéntase libre mientras vuela!

Cuando los pies pierden el contacto con la tierra, empujados por el viento, comienza una de las experiencias más increíbles para el ser humano: volar. Hacerlo en parapente, a vista de pájaro sobre la sierra de Guadarrama, es además una sensación única en plena sierra madrileña. Silencio, paz y emociones fuertes se mezclan a partes iguales en una actividad incluida dentro del catálogo de deportes extremos que, en Madrid, es accesible a todo aquel que se anime.

Qué hacer en Madrid Madrid Viajes Pangea Noticias de Madrid
El redactor recomienda