¿Amor o terror? Los sentimientos de Catalina, en juego tras la petición de Pelayo en 'La Promesa'

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El señor Solomando ha llegado a La Promesa en medio de unas circunstancias alarmantes para los protagonistas de la serie de época de La 1 de Televisión Española. Justo cuando el mago llegó para ofrecer un espectáculo a los habitantes del palacete cordobés, el reloj de Lorenzo de la Mata desapareció, y varios podrían ser los sospechosos del hurto. ¿Fue el prestidigitador? ¿Fue María Fernández, o fue Vera?

Sin embargo, esta no es la única sorpresa que la magia ha traído a La Promesa, pues una asistente al show ha recibido una propuesta del todo inesperada en el episodio de este lunes. Si recordamos, en entregas anteriores, Pelayo había buscado la manera de efectuar el nuevo intercambio de armas con Mr. Cavendish sin que el marqués se diese cuenta de la presencia del inglés. Por suerte, leyó en el periódico el anuncio del prestidigitador, y creyó que podía ser todo un señuelo para despistar a los marqueses de sus verdaderas intenciones.

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A. Richart

Por su parte, Cruz ha comentado sus molestias de que Alonso hubiese invitado al ilusionista justo cuando ha habido un robo en el palacio. "No me hace ninguna gracia cualquiera que esconda trucos en su manga", ha expresado la marquesa. Alonso ha intentado animar a su esposa, pero ella no ha dado el brazo a torcer, diciendo que había invitado a otro ladrón: "Es una excusa para meterse en el palacio con sabe Dios qué intenciones".

Pelayo ha expresado a Jacobo sus nervios por el siguiente intercambio de armas, y Jerónimo ha intentado tranquilizarle diciéndole que Alonso se había tragado por completo el señuelo del mago. Catalina casi pilla a Pelayo y su ayudante cuchicheando. La chica ha admitido no creer demasiado en la magia, y él ha prometido que se reencontraría con su niña interna. Mientras, la hija de Alonso no le ha quitado el ojo a Jerónimo.

El "truco" de Pelayo

Durante el espectáculo, Pelayo ha mirado a su reloj de pulsera en varias ocasiones, y Catalina ha observado que el chico se encontraba algo nervioso. Fuera del palacio, Jerónimo ha supervisado la entrega de las enormes cajas de armamento a los camiones de Mr. Cavendish, y ha animado a sus mozos a que se diesen más brío, pues el tiempo corría en su contra. Walter ha intentado relajar al lacayo.

Jerónimo ha supervisado la entrega de las cajas de armamento a Mr. Cavendish

El mago ha hecho aparecer y desaparecer a una asistenta propia, y también se ha intercambiado la chaqueta con Salvador en un inexplicable juego de escapismo. Para su último número, Solomando ha pedido un voluntario del público. En ese momento, Jerónimo ha aparecido por detrás de él, y Pelayo ha hecho gestos a su ayudante, preguntándose si ya habría terminado su malicioso objetivo. El mago ha interpretado que aquello era una señal para salir voluntario, ha escondido al conde en el interior de un enorme arcón, ante la pregunta "¿Qué será lo que anhela el señor conde?".

Cuando de pronto, Pelayo ha aparecido liberado encima del arcón, ha bajado del improvisado escenario, y ha hablado al público. "Mi deseo más profundo, el que guardo en el fondo de mi corazón, es que quiero casarme contigo, Catalina", le ha dedicado el chico a su novia, con una alianza en la mano. "¿Aceptas ser mi esposa?".

Catalina se ha quedado con cara de descompuesta, y Margarita se ha llevado una mano a la cabeza. ¿Aceptará Catalina la proposición de Pelayo? ¿Pensará en las advertencias de su tía de sus sospechas sobre el conde?