'Gen V': ¿merece la pena el 'spin-off' de 'The Boys'? La respuesta no está tan clara

Quién lo iba a decir en 2019, viendo la corrosiva crítica que The Boys dedicaba a los universos expandidos al estilo Marvel: la serie de superhéroes de Amazon Prime acaba de estrenar un nuevo spin-off. Cuatro años después de que aterrizaran en el streaming los perversos justicieros basados en los cómics de Garth Ennis y Darick Robertson, Gen V llega para mostrar una nueva cara del mundo de The Boys.

El spin-off no es el primero que recibe el original más querido de Prime Video —antes estuvo la antología animada The Boys presenta: Diabolical—, pero sí el primero rodado en imagen real e íntegramente conectado con la trama de la serie madre. Ponemos a examen este complemento a la historia de Patriota, Carnicero y compañía ambientado en una escuela para jóvenes superhéroes: ¿merece la pena Gen V, el spin-off universitario de The Boys?

Bajo ningún concepto empieces a conocer el universo de 'The Boys' por el 'spin-off'

La respuesta es, claro, depende. No tanto de lo que hay en sí en Gen V, que Amazon va a emitir al estilo de la serie original, con tres episodios estrenados de golpe y luego uno más cada semana; sino de lo que había en The Boys. En función de lo que te cautivara de la serie de superhéroes creada por Eric Kripke, encontrarás más de eso mismo en el spin-off o tendrás que seguir buscando en otro sitio.

La trama de Gen V tiene lugar en el campus de Godolkin, una institución de educación superior para jóvenes con superpoderes. Deambulando por sus facultades, muchos entrenan sus habilidades interpretativas y trabajan en sus redes sociales con la esperanza de aparecer en alguno de los productos del catálogo transmedia de Vought —la multinacional que tiene fichados a los superhéroes adultos—, pero solo unos pocos acabarán en la torre de los Siete.

Integrar las filas del supergrupo formado por Patriota, Profundo, Luz Estelar y otros personajes centrales en The Boys es la mayor aspiración de Marie Moreau, la prota de Gen V. Marie (Jaz Sinclair) descubrió su poder de controlar la sangre en plena pubertad con catastróficos resultados, así que se ha pasado la adolescencia en un centro de internamiento. Cuando la admiten en Godolkin, tiene por fin la oportunidad de dejar atrás ese pasado traumático, destacar entre sus compañeros de promoción y convertirse en una superheroína de pleno derecho.

Distinto niño, mismos juguetes

El problema es que ser una superheroína en el universo narrativo de Kripke no es exactamente lo que parece. Marie lo descubre con estupor a los pocos días de arrancar el curso universitario, pero los espectadores de The Boys que llegan al spin-off lo traen aprendido de casa: bajo la superficie de las grandes heroicidades y los trajes de spandex hay todo un plasma de corrupción, abusos y podredumbre que no es más que el reflejo del poder social, el auténtico, que los justicieros ayudan a perpetuar.

En ese sentido, Gen V no revela nada demasiado nuevo. Los típicos golpes de efecto donde se destapa que ni el estudiante modélico ni el orientador del campus ni la presentadora estrella son realmente tan intachables como la gente cree están ya más que vistos después de tres temporadas completas de The Boys. El público de Prime Video sabe de sobra que, en el mundo de la serie, los buenos no son tan buenos y los malos son todavía peores.

Volvamos a la pregunta que nos hacíamos al principio: entonces, ¿merece la pena Gen V? Si no se ha visto antes The Boys y el plan es empezar a conocer el universo por el spin-off, recomendamos no hacerlo bajo ningún concepto. Ahora bien, si uno ya está hecho a los modos de la serie madre y no quiere una prolongación de estos en forma de viñeta animada, como ofrecía Diabolical, sino comprobar cuánto puede dar de sí un fondo como este para otro tipo de aventuras, Gen V no es mala opción.

El spin-off no intenta tanto conquistarnos a fuerza de seguir sumando capas al mundo de The Boys como de utilizar esas bases, que llevan ya entre nosotros cuatro años, para contar historias diferentes. Tampoco es que la investigación criminal, el exceso gore y la comedia irreverente marquen una distancia insalvable con lo ya visto en la serie madre, pero el giro teen consigue que Gen V parezca producto de la mente de un niño distinto —aunque igualmente perturbado— jugando con el mismo baúl de muñecos enmascarados.