El desafortunado regalo de Lope a María Fernández en 'La Promesa' acaba alejándoles

Hay una trama secundaria en La Promesa que está llevando de cabeza a los espectadores de la serie de época que La 1 de Televisión Española emite de lunes a viernes a las 16:30. No es otra que la inestable relación acontecida entre el cocinero Lope y la doncella María Fernández, especialmente desde que Salvador, el novio de ella, se marchase a la guerra.

Durante la semana anterior, Lope pasó de negar en absoluto sus sentimientos hacia la chica delante de Mauro, a confesarle al mayordomo que estaba perdidamente enamorado de la novia de su mejor amigo. Lope se siente perdido, sin saber cómo actuar frente a la chica, quien se comporta como alma en pena, suspirando por el deseado regreso y la ausencia de noticias de Salvador.

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X.M.

Lope ha intentado animarle en todo momento a María, pero su paciencia tiene un límite, y no sabe cómo seguir la recomendación de Mauro de sincerar sus sentimientos. María Fernández, por su parte, ha observado que Lope se comporta de manera extraña: lo mismo le da una cal que una de arena. El chico se muestra atento y compasivo con su compañera en algunos momentos, y en otros disimula que no desea hablar más con ella, en un intento de no mostrar su fragilidad.

María Fernández pide perdón

En el episodio de este lunes, María Fernández ha querido hablar con el cocinero. Le ha cogido de la mano y le ha dicho que últimamente tiene la sensación de que le ha juzgado mal, y necesitaba pedirle perdón. "Me he dado cuenta de todo", le ha dicho la chica, y Lope se ha hecho ilusiones por un momento. "Te tengo hasta la coronilla de mí", ha añadido la sirvienta. María ha querido contarle a Lope que sabe que él también echa de menos a su amigo, y lamenta no haber tenido en cuenta lo que el chico sentía.

"Me he dado cuenta de todo", le ha dicho María, y Lope se ha hecho ilusiones

En un impulso valiente, Lope ha decidido pasar a la acción, y le ha devuelto a María la caja de música reparada que Gregorio destrozó. El chico es todo un detallista, y ha escondido en ella el anillo de su madre, que siempre ha querido darle a María para demostrarle su amor.

María, sin embargo, siempre se lo lleva todo al mismo terreno: Salvador. La chica piensa que el regalo es de parte de su novio, y ha creído que el chico había depositado el anillo ahí mismo desde que le regaló la caja el primer mes de novios, y ella no lo había visto. "¿Me queda bien?", le ha preguntado la ilusionada doncella a Lope, quien se encontraba totalmente cortado. "Esto es una señal de que Salvador está vivo", ha expresado María, "muy pronto volverá y nos casaremos".

Lope se ha tenido que contentar con el beso en la mejilla que María le ha dado, y se ha quedado desmoralizado ante la errónea interpretación del regalo. ¿Le contará algún día a María que el anillo es suyo? ¿Qué pasaría si Salvador volviese de la guerra sin saber nada sobre una pedida de matrimonio?