El 'Miami' madrileño de 'Bosé' que el alcalde Almeida ha autorizado derribar

Bosé, la serie de SkyShowtime sobre la vida del controvertido artista, está recibiendo múltiples alabanzas por su factura técnica o su calidad actoral, pero no ocurre lo mismo con la veracidad de sus localizaciones. Si en el primer episodio pudimos reconocer las calles del centro histórico de Madrid en escenas supuestamente ambientadas en Roma, en la segunda entrega fueron más allá al recrear Nueva York en el Parque Warner. El tercer capítulo, titulado Bravi Ragazzi, nos sorprende con una nueva ubicación internacional: las calles de Miami. Pero, ¿se desplazó el equipo de Shine Iberia, la productora de la serie, hasta la ciudad de Florida?

Negativo. La urbe estadounidense ha sido recreada en el centro comercial Ermita del Santo, un complejo comercial de estética art-decó rodeado de altas palmeras ubicado en el distrito Latina, a diez minutos de la parada de Metro de Puerta del Ángel. Se trata de un emplazamiento frecuentemente utilizado en rodajes de cine y televisión —lo hemos visto en Cardo, la serie de Atresplayer Premium, o en la tercera temporada de Paquita Salas, en Netflix— que ahora parece tener los días contados.

Polémico pelotazo urbanístico

Muchos vecinos del barrio Puerta del Ángel están en pie de guerra desde que el pasado verano medios de comunicación como El Confidencial se hicieran eco del pelotazo urbanístico aprobado por la corporación que dirige José Luis Martínez Almeida. El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado el derribo de todo el recinto —que incluye un centro comercial de restauración, un supermercado de la cadena Día, un gimnasio con piscina y pistas de pádel, el Teatro Goya o el circuito de karting Carlos Sáinz— para construir unas 600 viviendas distribuidas en varios bloques y dos torres de hasta 28 pisos y 84 metros de altura.

Se trata de un plan urbanístico que viene de lejos. Los terrenos, propiedad de un fondo de inversión inmobiliaria de capital venezolano, necesitaban ser recalificados para llevar a cabo esta ambiciosa intervención. El Gobierno de Ana Botella aprobó la recalificación en 2015 dos meses antes de perder la alcaldía, pero el ejecutivo de Manuela Carmena paralizó temporalmente la operación con el objetivo de retrasar todo lo posible la ejecución del plan.

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Los vecinos afectados, agrupados en el colectivo 'No al pelotazo de Ermita de Santo', denuncian a través de Twitter (@PelotazoErmita) el detrimento en la calidad de la vida del barrio que supondría la nueva urbanización, ya que, en su opinión, las elevadas torres taparían la luz natural a los edificios colindantes y estropearían las vistas desde el parque Caramuel. Además, no está contemplado que los nuevos edificios alberguen servicios públicos de los que puedan beneficiarse los vecinos de la zona, puesto que será una urbanización privada. Por el momento, este colectivo ya ha conseguido que PSOE y Más Madrid pidieran el pasado mes de octubre paralizar la operación en el pleno de la Junta de Distrito de Latina. Parece cuestión de tiempo que el Miami madrileño desaparezca para siempre, pero los responsables de localizaciones no deberían preocuparse: siempre quedará Benidorm.