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Todo lo que 'Stranger Things' le debe a Kate Bush (y a su canción 'Running Up That Hill')
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CLAVES DE LA CUARTA TEMPORADA

Todo lo que 'Stranger Things' le debe a Kate Bush (y a su canción 'Running Up That Hill')

Desde la aparición de su 'single' de 1985 en la cuarta temporada de la serie de Netflix, la cantante británica ha batido tres récords y ganado varios millones de dólares

Foto: Una imagen de la cuarta temporada de 'Stranger Things'. (Netflix)
Una imagen de la cuarta temporada de 'Stranger Things'. (Netflix)

Kate Bush le debe mucho a 'Stranger Things'. Desde que su canción 'Running Up That Hill', lanzada originalmente en 1985, se revelara como 'leitmotiv' musical de la cuarta temporada de la serie de Netflix el mes pasado, la cantante británica ha regresado a lo más alto de las listas de éxitos, se ha ganado toda una nueva generación de fans y ha batido tres récords. Pero 'Stranger Things' también le debe mucho a Kate Bush.

Que la serie de ciencia ficción de los hermanos Duffer recupere una joya sonora del pasado no es nada nuevo. De hecho, buena parte de la viralidad de su temporada original puede rastrearse hasta el uso intensivo —aunque con cierto tino— que hicieron sus primeros episodios del tema 'Should I Stay or Should I Go', de The Clash.

La canción ya ha generado varios millones de dólares en derechos de autor para Bush

La estrategia entera de 'Stranger Things', en realidad, podría resumirse en la tracción nostálgica que ejercen sobre el público motivos reconocibles de la cultura popular como aquella canción de los punkis de Londres. Aunque el paso de las temporadas ha ido suavizando ese fetichismo coleccionista en favor de la trama y los personajes, el recurso a los gustos del pasado pervive en resurrecciones como la de 'Running Up That Hill'.

placeholder Un fotograma del vídeo musical de 'Running Up That Hill', de 1985. (WMG)
Un fotograma del vídeo musical de 'Running Up That Hill', de 1985. (WMG)

El uso del tema en la serie ha revolucionado la carrera de Kate Bush. Según Official Charts, la empresa que recopila los 'singles' más exitosos en el Reino Unido, 'Running Up That Hill' solo alcanzó el tercer puesto de la tabla en el momento de su lanzamiento, agosto de 1985, y no estuvo más de una semana en esa posición. En cambio, mientras se escriben estas líneas, la canción ocupa el número uno en ese mismo podio.

Se estima que, desde el estreno del primer volumen de la temporada, la canción, incluida en el álbum 'Hounds of Love', ya ha generado para la cantante varios millones de dólares en derechos de autor. En general, el nombre de Kate Bush no se había buscado nunca tanto en Google como ahora; no al menos desde el año en que el buscador empieza a calcular sus métricas, 2004.

Ha batido tres récords

Además, desde la resurrección de su tema, Kate Bush ha batido tres récords en el Reino Unido: la canción que más ha tardado en alcanzar el número uno de las listas de 'singles' desde su lanzamiento, la artista mujer de más edad en alcanzar esa misma posición y el lapso de tiempo más largo entre dos primeros puestos. La última vez que Kate Bush copó el podio de los éxitos británicos fue hace 44 años, con 'Wuthering Heights', su canción más famosa hasta la entrada de 'Stranger Things' en la ecuación.

En cualquier caso, ni todas las plusmarcas del mundo pueden pagar lo que Kate Bush le ha dado a cambio a 'Stranger Things': una materia prima inmejorable con la que establecer una relación crítica con la nostalgia, seguramente por primera vez desde que la serie empezó a emitirse.

placeholder El nuevo villano de 'Stranger Things', en una imagen de la cuarta temporada de la serie. (Netflix)
El nuevo villano de 'Stranger Things', en una imagen de la cuarta temporada de la serie. (Netflix)

Sin entrar en demasiados 'spoilers', la nueva entrega de la serie de los Duffer coloca el fanatismo por la música en una posición todavía más privilegiada de su receta. El monstruo de esta temporada, Vecna, acaba con sus víctimas mediante una especie de sometimiento psíquico que solo puede ser anulado con un estímulo sensorial capaz de despertar emociones igual de poderosas que la maldición del villano. Y qué mejor para poner el vello de punta que el buen pop.

El personaje de Max, atosigado por el monstruo a lo largo de la temporada, se agarra a 'Running Up That Hill' como alma que lleva el diablo. La sonoridad desconcertante de la voz de Kate Bush y su pericia a los sintetizadores, prueba de su igualmente genial faceta de productora, son un refugio para la niña pelirroja interpretada por Sadie Sink durante las más de 12 horas de metraje que comprende 'Stranger Things 4'.

La temporada pone en valor los gustos culturales femeninos, históricamente desdeñados

Otras melodías inolvidables de los años 80 ya habían cobrado antes una importancia vital para las tramas de la serie. El ejemplo más claro es el de Dustin y su amor de verano, Suzie, cantando el tema de cabecera de 'La historia interminable' en la temporada anterior: sin aquel estribillo, los protagonistas habrían estado totalmente perdidos. La propia temporada cuatro ofrece también, junto a la revisión de 'Running Up That Hill', un homenaje más breve a un 'riff' legendario de la música metal en un momento crítico de la aventura.

Sin embargo, ninguno de esos momentos se maneja con la delicadeza con la que los Duffer han tratado la íntima relación de Max con los versos de Kate Bush. Cuando 'Running Up That Hill' atruena los cascos de la niña, podemos entrever algo más que un guiño a un público minado de eternos adolescentes: la música tiene tanto peso en la personalidad de Max como en las de todos nosotros, y la serie lo sabe. Nos va la vida en el pop, literal y figuradamente.

placeholder Max, interpretada por Sadie Sink, en un fotograma de 'Stranger Things'. (Netflix)
Max, interpretada por Sadie Sink, en un fotograma de 'Stranger Things'. (Netflix)

Ese vínculo emocional con la música popular contempla muchos usos: desde la construcción de una identidad propia hasta la gestión de la relación entre la vida privada y la pública, pasando por la percepción del tiempo. El pop es, al mismo tiempo, propiedad de todos y un espacio personalísimo, y es especialmente interesante que 'Stranger Things' lo plantee desde un lugar concreto del relato: la perspectiva femenina.

La serie de Netflix es la viva imagen —y uno de los exponentes más exitosos— de una ola nostálgica de la cultura pop que se extiende más allá de donde alcanza la vista, pero con un denominador común: la preferencia por los vicios y obsesiones de hombres de mediana edad. Aquellos que fueran niños en los años 80, hoy copan muchas posiciones de poder en el mercado de los medios y tienden a imponer sus inclinaciones al resto.

Cosas de chicas

Así, el abrazo tejido entre Max y Kate Bush cobra un sentido todavía más profundo. Con él se ponen en valor, desde las entrañas de un auténtico baluarte de la añoranza masculina y excluyente, los gustos culturales de las mujeres, que han sido históricamente denostados. Las "cosas de chicas" también son material válido para el recuerdo.

Hasta la llegada de Max a la serie, de hecho, la única niña del grupo protagonista, Once, era además prácticamente afásica, un individuo semianimal ajeno a la sociedad y a su cultura. En cambio, los chicos marcaban una agenda fanática clara, de 'Dragones y mazmorras' a 'Cazafantasmas'. La reverencia a 'Running Up That Hill' en esta cuarta temporada corrige ese rumbo; mientras tanto, Kate Bush se cobra el favor con creces.

Kate Bush le debe mucho a 'Stranger Things'. Desde que su canción 'Running Up That Hill', lanzada originalmente en 1985, se revelara como 'leitmotiv' musical de la cuarta temporada de la serie de Netflix el mes pasado, la cantante británica ha regresado a lo más alto de las listas de éxitos, se ha ganado toda una nueva generación de fans y ha batido tres récords. Pero 'Stranger Things' también le debe mucho a Kate Bush.

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