Destripando un hito televisivo: 'Doctor Portuondo', la primera serie original de Filmin

Uno no se estremece tanto como debería al ver iluminarse el neón que abre 'Doctor Portuondo'. Brilla en un azul cerúleo y reza "Filmin Original". Mirarlo por primera vez es presenciar el último hito de la ficción televisiva española, pero lo más probable es que acabemos por acostumbrarnos a él. Filmin, la pionera plataforma española, se lanza con esta, su primera serie, a la producción de contenido propio.

Primero fue una historia real, la de un joven neurótico barcelonés (que años más tarde facturaría algunos de los vídeos virales más sonados de España) y su quijotesco psicoanalista, un exiliado cubano; luego, una novela de cierto éxito en la que Carlo Padial, cineasta, escritor y alto cargo de PlayGround, rememoraba aquellos cinco años suyos de lisérgica pero inspiradora terapia con el doctor. A partir de este momento, 'Doctor Portuondo' es también la serie que cambió la historia de Filmin.

"Una plataforma que no tiene contenido original es percibida como peor"

"Las series son como las ostras: son muy caras, duran muy poco y a veces sientan mal". Así expone Jaume Ripoll, cofundador y director editorial de Filmin, el vértigo que puede llegar a producir el lanzarse, como han hecho, a ser la primera plataforma independiente de Europa en producir una serie original. "Tenemos que aprender a relacionarnos con el vértigo; con el constante cambio del mercado y con competidores con una capacidad brutal", señala. "Vivimos en un reto permanente".

Los seis episodios de 'Doctor Portuondo', que dirige y coescribe el mismo Carlo Padial —junto con Carlos de Diego—, atestiguan la apuesta de la plataforma, hasta ahora centrada en la exhibición de productos de terceros, por otra forma de apelar a sus usuarios. No obstante, Ripoll asegura que las vigas maestras del proyecto, en realidad, permanecen: "Más que un cambio de modelo de negocio es un paso adelante. Consolidar el que ya tenemos. Hoy, si una plataforma no tiene contenido original es percibida como peor".

En cuanto a riesgo, incomodidad y despelote creativo, 'Doctor Portuondo' es puro Filmin. Siguiendo el rastro de la novela homónima —publicada por Blackie Books en 2017— y enmarcada en la cada vez mayor pertinencia social y política de los debates sobre la salud mental, la serie extrae humor de las sesiones que recibe el maniático protagonista, trasunto de Padial interpretado por Nacho Sánchez, del doctor Portuondo, a quien da vida Jorge Perugorría. Portuondo, exiliado en Barcelona, es un psicoanalista de lo más extravagante: grita a sus pacientes, fuma en pipa, jura en nombre de Freud y se tumba él mismo en el diván cuando considera que sus pensamientos son más estimulantes que el devenir de la terapia.

"Un acto psicomágico"

Padial, que ya ha dirigido antes los largometrajes 'Mi loco Erasmus', 'Algo muy gordo' —con Berto Romero— y 'Vosotros sois mi película', reformula su novela en una comedia trufada de silencios asfixiantes y tiempos muertos. Lo hace, explica, "con una mirada diferente, mayor y más pesimista". Su reencuentro con el fantasma del Portuondo real, ya fallecido, es pilar de carga del proyecto. De hecho, mientras atiende a El Confidencial, recorre estaciones de metro de su ciudad en busca de carteles publicitarios de la serie para una "especie de acto psicomágico" que lo reúna con su antiguo terapeuta.

El director y coguionista, casi siempre entre el chiste y la tragedia, entiende Filmin como el contenedor óptimo para albergar su serie: "Demasiado a menudo veo gente haciendo sus primeras películas o libros con una voluntad desesperada de encajar en el mercado. A mí eso nunca me ha interesado y creo que es lo que defiende Filmin, especialmente en un momento en que hay una cierta homogeneidad en las plataformas grandes".

'Doctor Portuondo' retrata "una generación muy neurótica que tiene la sensación de solo haber encadenado crisis económicas y no haber vivido plenamente", describe Padial. La sátira del barcelonés encierra en incomodísimos primeros planos a intérpretes como Berto Romero, Arturo Valls, Olivia Delcán o Elisabeth Casanovas, pero se apoya especialmente sobre los hombros de Jorge Perugorría, la única opción del director para dar vida a Portuondo: "Siempre que voy a hacer un proyecto detecto qué puede ir mal, y en este caso era que él no pudiera interpretar al doctor. No sé qué hubiéramos hecho; soy muy infantil en ese sentido y no admito planes B".

El cubano, histórico protagonista de la película 'Fresa y chocolate', fue el primero en decir que sí al proyecto, cautivado por la vida excéntrica del psicoanalista. "Si Brian Cox en 'Succession' es el rey Lear, Jorge Perugorría en 'Doctor Portuondo' es el Quijote. La serie contiene lo mejor que ha hecho en su vida", añade Ripoll. Perugorría, pese a las dificultades de movilidad ocasionadas por la pandemia del Covid-19, coronó emocionado la puesta de largo de la serie el pasado verano en el Atlàntida Film Fest, un festival híbrido de cine y música que Ripoll y su equipo organizan en Mallorca desde hace una década.

Sin hoja de ruta

Puede parecer que Filmin se zambulle en un mar agitado como el de las series propias solo después de haber comprobado de reojo cómo les iba a los que se lanzaban antes, pero el idilio de la plataforma con las ficciones por capítulos viene de mucho antes. "Fuimos los primeros en España en ofrecer series en internet", recuerda Ripoll. "Eso ya fue una demostración de cuánto nos importaba la ficción seriada".

Aquel primer órdago, con las historias episódicas en mente, desemboca hoy en una determinación clara por generar obra propia; sin embargo, según Ripoll, todavía no hay una hoja de ruta definida para los recién denominados 'Filmin Originals'. "Primero, hay que ver cómo funciona esta, y luego ver qué proyectos excitantes nos llegan para animarnos a dar el siguiente paso". En el momento de escribir estas líneas, la plataforma está "a punto" de cerrar las negociaciones para distribuir 'Doctor Portuondo' internacionalmente.

El evento que supone para el equipo de Filmin el lanzamiento de 'Doctor Portuondo' es también la ocasión de volver la vista sobre los 11 años de pérdidas que la compañía encadenó con templanza samurái hasta llegar aquí. "Todo va tan rápido que aún lo veo desenfocado", confiesa Ripoll. Descendiente de distribuidores cinematográficos de los de antes, de los que cargaban latas de celuloide en una motocicleta de pueblo en pueblo, el confundador de la plataforma apostó sin reparos por la cultura online de pago en un contexto que privilegiaba la piratería.

"Estos años nos hemos dado cuenta de que muchas cosas que pensábamos permanentes han acabado siendo reversibles y viceversa", recapitula Ripoll. "Lo mismo sucedió con internet. Mucha gente creía que iba a ser imposible que las plataformas legales se abriesen, que una nacional no tenía futuro en un entorno de plataformas globales o que el cine y las series diferentes no tendrían cabida entre 'blockbusters". Que hoy exista 'Doctor Portuondo' prueba que se equivocaban.