Isabel Torres, tras dar vida a Cristina 'La Veneno': "He aprendido a amarla a través de su dolor"

"¿Qué vamos a hacer ahora los domingos?". Es lo primero que nos dice una emocionada Isabel Torres cuando le preguntamos cómo se encuentra ante el final de la serie que protagoniza. En tan solo unas horas, Atresplayer Premium estrena el octavo y último episodio de 'Veneno', el proyecto que le ha cambiado la vida tanto a ella y como a otras tantas personas transgénero que ansiaban ver reflejada en pantalla una historia que hiciera justicia a su lucha y pusiera en valor su sufrimiento.

A sus 50 años, la popularidad ha llamado a su puerta gracias a la ficción de Javier Calvo y Javier Ambrossi en la que Isabel interpreta a Cristina Ortiz en su última etapa. La actriz y presentadora lleva toda su vida ligada al mundo del entretenimiento: ha participado en diferentes programas de radio y televisión en su Canarias natal y apareció en la portada de la revista 'Interviú' tras conseguir cambiar su identidad en el DNI, todo un hito en la época. Fue en 1997, tan solo un año después de que la Veneno revolucionase la pequeña pantalla con sus provocadoras apariciones en el programa 'Esta noche cruzamos el Mississipi', de Telecinco.

Pero a Isabel le ha tocado el reto de meterse en la piel de Cristina en su etapa menos luminosa, desde el año 2006. Tras su estancia en prisión, en un módulo de hombres, su vida no volvió a ser la misma. La depresión y la medicación comenzaron a hacer mella en Cristina, que no supo asumir que sus días de gloria nunca volverían y experimentó un notorio deterioro físico del que se burlaron en diversos platós.

Cristina Ortiz pasó su última década buscando desesperadamente una nueva oportunidad para brillar en televisión cansada de una vida marcada por los abusos, el desprecio por parte de su propia familia y diferentes problemas con la justicia. Murió en 2016 en extrañas circunstancias, un mes después de la publicación de sus memorias. Hoy hablamos con Isabel Torres sobre cómo ha afrontado el reto de dar vida a alguien tan inclasificable como fue y será siempre, Cristina, la Veneno.

PREGUNTA. ¿Qué sientes al despedirte de un personaje tan poderoso como Cristina Ortiz?

RESPUESTA. Realmente siento una melancolía inminente. Ha sido un regalo increíble poder interpretar a un personaje que ya se ha convertido en una verdadera leyenda. Sin pretenderlo, marcó un punto de inflexión en la sociedad y muchísima gente se vio reflejada en ella. Hay personas de una generación entera que vieron en Cristina una salida, un precedente, y eso es importantísimo. Contar esta historia era muy necesario y estamos todos contentísimos con el resultado.

Por otro lado, también tengo ganas de probar nuevas cosas y seguir explotando mi vena artística como actriz y como presentadora. Yo soy muy buena presentadora también y aspiro a seguir trabajando en televisión.

P. La serie trasciende a la figura de Cristina para homenajear a todas las mujeres trans que seguís luchando por vuestros derechos. ¿Tienes la esperanza de que esta serie sirva para provocar un cambio de mentalidad?

R. Estoy segura de que sí, la serie es muy didáctica y está llena de matices que te hacen empatizar mucho con nuestra realidad. Creo que dentro de 20 años la gente la seguirá viendo. Cuando se emita en abierto en televisión y pueda verla la gran mayoría de la sociedad, no solo los que pagan, va a remover conciencias. Sobre todo creo que va a ayudar a mucha gente joven que no saben lo que les ocurre, y de paso a sus madres y padres a entenderlo.

No te imaginas la cantidad de niñas y niños que me han escrito para pedirme ayuda sobre cómo afrontar su identidad, porque no saben cómo dar el primer paso. La visibilidad que me ha traído la serie me ha dado un gran poder, pero también conlleva una gran responsabilidad. Todas las actrices de la serie estamos ahora en el disparadero mediático y tenemos la obligación de utilizarlo para cambiar las cosas. Es emocionante, la verdad.

P. Todos recordamos los momentazos televisivos de Cristina, pero la serie se centra en mostrar lo que ocurría detrás de las cámaras y su lado más vulnerable. ¿Has descubierto la verdadera cara de un personaje que desconocías?

R. Totalmente, yo la he descubierto gracias a esta serie, te prometo que no la tenía tan en consideración como ahora. Al final, solo me llegaba lo que veía de ella por la tele. Pero haciendo la serie he aprendido a amar a Cristina a través de su dolor y de sus heridas. He conocido, de repente, a una mujer con una fortaleza tremenda que tan solo pedía a gritos que alguien la quisiera. Su historia tiene tramos tan duros que como actriz es muy difícil meterse en su piel. En muchas escenas te juro que he acabado abatida, pero intentaba reponerme rápido. Ha sido una experiencia muy humana y que ha generado una gran hermandad entre todas las que hemos participado en la serie, nos queremos un montón.

P. ¿Cómo se consigue dar con el tono exacto para dar vida a alguien tan particular como Cristina sin caer en la caricatura? Cuéntame cómo ha sido ese proceso de creación del personaje.

R. ¡Ha sido complicadísimo! Sobre todo por el acento, imagínate. Mis dos compañeras son andaluzas y ya tenían parte del camino hecho, pero yo que soy canaria… Al principio, no sabía cómo encararlo, sentía una presión muy grande porque si lo hacía mal podía suponer que mi debut en una serie de televisión fuese, a su vez, mi despedida. También tuve que engordar 25 kilos. Al final lo que decidimos fue hacer una Veneno a medio camino entre ella y yo. Veneno solo ha habido una y es imposible imitarla, es preferible hacer un personaje que quede creíble aunque no sea exactamente igual que ella. Los Javis siempre buscan que haya verdad.

P. ¿Con qué escena has disfrutado más durante el rodaje?

R. Si te soy sincera, todas las escenas han sido muy especiales de rodar para mí. Pero te confieso que al principio no disfruté tanto del rodaje porque sentía un dolor que no sabía lo que era, pensaba que tendría algo mal en una costilla, pero terminó siendo un cáncer de pulmón. Me lo detectaron en plena pandemia. Pero me vine a Canarias, me quitaron los dos litros que tenía en el pulmón y que me hacían tanto daño y después de todo eso he disfrutado de hacer la serie hasta un punto que no te puedes ni imaginar.

P. ¿Y cómo estás actualmente de salud?

R. ¡Estoy estupenda! Mi cáncer ha remitido casi un 90%, no tengo metástasis y estoy respondiendo muy bien al tratamiento. Hay que seguir luchando.

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X. Migelez

P. El éxito de la serie te habrá ayudado a afrontar la enfermedad con más energía.

R. Por supuesto, me ha ayudado muchísimo. Estoy abrumada con la cantidad de mensajes de ánimo que me ha mandado la gente, no tengo palabras para describir lo reconfortante que ha sido la ola de cariño tan grande que he recibido. Solo me queda ser agradecida con todos ellos.

P. Paca La Piraña, la mejor amiga de Cristina, es la única que se ha interpretado a sí misma en la serie. ¿Cómo ha sido tu conexión con ella?

R. ¡Ay, mi Paca! Ella ya es como mi hermana y formará parte de mi vida para siempre. Amo a esa mujer con locura, es tan auténtica... La experiencia ha sido muy difícil para ella, a veces porque veía a Cristina tanto en mí como en Daniela Santiago. Y aun así ha sido muy generosa con nosotras y ha entregado su corazón al 100%. Es maravillosa, no te puedo hacer otra cosa.

P. ¿Y ahora qué? ¿Cuáles son tus planes tras toda esta vorágine mediática?

R. Pues justo ahora estoy rodando una película aquí en Canarias que se llama 'Ocho años', del director J.D. Alcázar. También es de corte LGTBIQ+, de dos hombres homosexuales que se enamoran en la isla de La Palma, os va a encantar. Tengo por ahí pendientes algunas cositas en televisión que todavía no puedo contar, ojalá salgan. Pero lo más importante y lo que más necesito ahora mismo es descansar tras este año tan intenso. ¡Si hasta pillé el coronavirus en agosto! Imagínate mi faena.