'Servant' (Apple TV+): mucho más que un perturbador y retorcido thriller psicológico

Absolutamente todo es perturbador en 'Servant', el inquietante thriller psicológico de Apple TV+: la oscura, silenciosa y enorme casa, la callada niñera de larga melena y el desequilibrado matrimonio que la contrata para cuidar de su bebé. Los tres, con un punto de extraña locura, dan miedo. Firmada por el gran maestro del género M. Night Shyamalan ('El sexto sentido'), su mayor acierto, además de mantener la tensión sin bajar la guardia, radica en que a medida que avanza la temporada, uno no llega a tener ni la más remota idea de cómo se va a resolver la inquietante historia. Es, sin duda, de lo mejor que estrenado la plataforma de Apple hasta la fecha.

[Todas las series con las que Apple TV+ intentará seducir a los espectadores]

Shyamalan cuenta la historia de un matrimonio afincado en Philadelphia, formado por Sean y Dorothy Turner, muy tocado tras la repentina muerte de su bebé de pocos meses. En lugar de afrontar la dura y traumática realidad, llenan su vacío como si no hubiera ocurrido nada, con un 'reborn' o un muñeco hiperrealista. Se toman tan en serio su papel que contratan incluso a una niñera para que se ocupe de él. La llegada de esta extraña joven, llamada Leanne y de tan solo 18 años, altera el ya enrarecido ambiente de la casa. Leanne es una fanática religiosa que practica ritos satánicos y budismo. (¡Ojo! Contiene spoilers)

Al final del primer episodio, aparece inexplicablemente un bebé vivo en la cuna. A partir de ahí, la niñera se convertirá en la obsesión de Sean, convencido de que es ella la que ha traído el a la casa y que además algo oscuro trama. De ser así, ¿cuáles son sus oscuras intenciones? ¿Es la chiquilla tímida de campo que aparenta ser o se esconde una persona fría y calculadora tras esa apariencia? Una suma de hipótesis y conjeturas se ciernen sobre la chiquilla en medio del pavor y el terror psicológico que impregna cada capítulo.

Shyamalan juega como nadie a la ambigüedad y al desconcierto. Cualquier acontecimiento de la vida cotidiana, por nimio y pequeño que sea, termina convertido en un asfixiante e icónico relato, gracias al particular y magistral uso que el director hace de la cámara y de la luz en la pantalla. 'Servant' no es una excepción. ​

Giros perversos de guion, humor negro y misterio a raudales... Todo perturba dentro de la mansión de 'Servant'

La serie desborda ingenio con sobrecogedores primeros planos frontales y movimientos de cámara angulosos que rebotan en las agobiantes paredes de la casa. Es además la casa casi el único escenario donde transcurre la acción de toda la serie. La ausencia de exteriores, unido a una misma luz en todo momento, hacen que casi nunca se sepa si es de noche o de día, salvo por las acciones de los personajes. Todo ello contribuye a crear una atmósfera todavía más angustiosa y claustrofóbica que incrementa la tensión en cada interacción.

Los mecanismos de la mente

'Servant' intenta entrar en los mecanismos de la mente y descubrir por qué actuamos de una u otra manera. Lo hace a través del relato psicológico de sus protagonistas. Destaca la brillante interpretación de Laurent Ambrose dando vida a Dorothy, esa madre desquiciada e histriónica, marcada por una muerte, la de su hijo, que se niega y resiste a aceptar.

Su marido Sean, el actor Tobby Kebell, no brilla especialmente, salvo por las muchas recetas que prepara como buen chef que es. Sucede lo contrario con la joven niñera, en cuya piel se ha metido Nell Tiger Free. La actriz y cantante británica, más conocida por interpretar a Mycella Baratheon en 'Juego de Tronos', tiene mucho mérito, ya que aunque apenas habla, logra traspasar la pantalla y aprobar con nota.

Con un diseño de producción excelente y una duración justa (10 capítulos que no superan los 30 minutos cada uno), 'Servant' consigue lo más difícil, que no es otra cosa que seducir al espectador para que se mantenga atento, sin pestañear. Gracias a giros perversos, humor negro, misterio a raudales, retorcidas vueltas de tuerca y, por supuesto, a una clara intención de rizar el rizo -marca de la casa de Shyamalan-, 'Servant' perturba hasta decir basta. Háganme caso y denle una oportunidad.