Un individuo irrumpe en 'Espejo público' y se encara con el equipo, indignando a Susanna Griso: "¡Váyase!"

Máxima tensión la vivida este martes, 23 de abril, en Espejo público. Un equipo del programa se encontraba desplazado a Valencia para cubrir el caso de un hombre que acababa de divorciarse y se había visto obligado a vivir en una furgoneta porque la inquilina de su piso había dejado de pagarle. Pese a tener un trabajo, su sueldo no le permite alquilarse un apartamento, por lo que vive apostado a las puertas de su casa para tratar de hacer presión a su "inquiokupa". Con lo que no contaban era con que apareciera el padre de esta para encararse con el reportero.

Uno de los periodistas del magacín matinal se encontraba entrevistándole para conocer de primera mano su caso, su modo de vida y las denuncias que ya ha interpuesto para tratar de recuperar su vivienda, con la intención de poder venderla para poder salir adelante. Sin embargo, la conexión se torcía repentinamente cuando el padre de la susodicha aparecía en escena, alguien que además era el avalista de su hija en este alquiler en cuestión.

Lejos de tratar de aclarar las cosas, la actitud del padre era desafiante ante las cámaras: "Yo con ese no quiero hablar. Es un embustero. Todo lo que está hablando es mentira. Tiene dos pisos", se limitaba a sostener en un par de ocasiones, antes de arremeter contra el equipo del programa.

"¡A mí no me grabes!", comenzaba a repetir a voz en grito una y otra vez, tratando de tapar la cámara y empujando al técnico. El reportero trataba de calmarlo, sin éxito, con Susanna Griso perdiendo la paciencia en el plató de Antena 3: "Está en la calle, ¡faltaría más! Es él el que te está hablando a ti", se le escuchaba decir, molesta por la forma en la que se había encarado con sus compañeros.

"¡Te voy a denunciar, que no me grabes!", repetía una y otra vez, empujando la cámara, con el periodista rogándole que les dejara hacer su trabajo, tratando de interponerse entre él y el cámara. Tal era el encontronazo que Griso era incapaz de contener su indignación ante el altercado que estaba presenciando en directo: "Pues váyase, que nadie le ha pedido que aparezca en esta escena. ¡Vamos, vaya talante!".

Finalmente, el señor acababa apartándose unos cuantos metros, por lo que el reportero trataba de proseguir con la entrevista. No podía hacerlo con normalidad, ya que seguía gritándole todo tipo de improperios desde la lejanía, lo que hacía que el invitado no pudiera concentrarse a la hora de exponer su caso: "Si yo ahora me reboto, este señor me denuncia y acabo en la cárcel. ¡Es que no es justo!", sostenía, afectado.

"No lo hagas, no merece la pena", le aconsejaba Susanna, que optaba por dar por concluida la charla hasta que los ánimos no estuvieran más calmados. Media hora después, ya sin la presencia del padre de la inquilina, Espejo público podía continuar con normalidad la entrevista, arropando al invitado ante el complicado trance que se encuentra atravesando.