Gonzalo Miró reflexiona en 'Espejo público' sobre el bullying que ejercía en el colegio: "Éramos criminales"

Espejo público ha querido poner este martes, 9 de abril, el foco en la problemática del bullying escolar, contando en el plató con diferentes testimonios al respecto. Susanna Griso conectó con la madre de una joven de 13 años que se ha quitado la vida tras años de acoso en su centro educativo, pero también entrevistó a una de sus compañeras de redacción, quien contó en primera persona el infierno que vivió durante buena parte de sus estudios primarios.

Con estos duros relatos sobre la mesa, la presentadora quiso también escuchar a sus colaboradores habituales de la mesa de actualidad, con Gonzalo Miró siendo el primero en dar un paso al frente para hablar de su propia adolescencia. Lo llamativo de su caso fue que, lejos de escurrir el bulto, se situó directamente en el bando de los acosadores... o al menos en cierto sentido.

"Antes de irte a hablar con Sofía habías dicho que los padres se sienten solos, y yo es que creo que también los profesores, porque muchas veces no tienen medios para poner solución y coto a estos problemas", comenzó valorando el tertuliano, haciendo así especial hincapié en la necesidad de profundizar en protocolos, medios y dotación para hacer frente a esta problemática.

Tras este inciso, Miró viajó a su infancia: "Yo recuerdo que en la educación que yo recibí no puedo hacer responsables ni a mi madre ni a ningún padre de ninguno de nuestros compañeros, pero echando la vista atrás, éramos auténticos criminales", aseveró ante la atenta mirada de todos sus compañeros.

"¿Tú formabas parte del grupo de acosadores?", le preguntaba directamente Griso, con Gonzalo titubeando ante la crudeza de la cuestión: "Yo no lo considero así", acertó a responder tras unos segundos reflexionando sobre ello.

"Nos insultábamos mucho entre todos en general", aclaró, algo que no les eximía de responsabilidades: "Con la mirada de hoy, evidentemente sería mucho más grave de cómo lo vivimos nosotros, de cómo realmente fue. Pero probablemente habría algún chaval que no lo tomaba como el resto de sus compañeros, que lo llevase mucho peor, claro", se sinceró.

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Tras él, Mariló Montero focalizaba el debate en un aspecto que considera clave en estos casos: "La rapidez con la que se contagia el mal es lo que me preocupa. El detonante es uno, pero rápidamente se contagia, en seguida se copian muchos para ser malos. En cambio, la bondad no se contagia con la misma rapidez".

"La explicación a eso es sencilla, uno tiene la sensación de que no va a recibir si se va con el que da", le hacía ver Gonzalo MIró, con Griso apostillando que "ese es el tema, y los que callan y amparan tienen la misma culpa que el agresor". Para cerrar el asunto, Ángel Antonio Herrera aportaba el dato al respecto: "Solo el 25% de compañeros que presencian el bullying se sienten concernidos para denunciar o auxiliar, y esa parte también es muy importante. La soledad de la víctima es muy preocupante".