"Hoy hubiesen denunciado a mis padres": la confesión de Susanna Griso sobre su infancia en 'Espejo público'

Este lunes, 8 de abril, Espejo público puso sobre la mesa el caso de un colegio de Cádiz en el que sus alumnos tienen que recorrer 1,5 kilómetros para llegar a su propio comedor, un asunto que dio pie a que tanto Susanna Griso como sus colaboradores se sincerasen sobre cómo había sido su experiencia particular en el colegio, con la presentadora sorprendiendo a propios y extraños con su confesión.

En un momento dado de la mañana, y antes de introducir el tema, Miquel Valls ponía la pelota en el tejado de sus compañeros con una pregunta directa: "¿Cuánto tardabais vosotros en llegar al cole? ¿Lo teníais muy lejos de casa?". La primera en sincerarse era Samanta Villar, cuyo caso era muy llamativo: "Nada, a mí me despertaba la sirena del colegio. Yo es que vivía delante. Más de una vez nos hemos dormido y me he despertado con la sirena. Un beso desde aquí a mi madre, que nos dormíamos a veces", compartía entre risas.

Una situación similar era la de Soto Ivars, por lo que Susanna daba un paso al frente para poner sobre la mesa su caso, completamente opuesto: "Lo mío era horroroso. Yo tenía que coger un tren y dos autobuses. Tardaba una hora y cuarto en llegar, e iba sola con ocho años, fíjate. Ahora hubiesen denunciado a mis padres, porque hubiesen considerado que estaba mal...", revelaba la periodista, cogiendo con el pie cambiado a todos los presentes.

"Claro, eras la hija pequeña, entonces tus padres ya estaban curados de espanto", apostillaba Samanta, tratando de encontrar una explicación a algo tan curioso. Pero la anécdota no se quedaba ahí, ya que Griso arrojaba más datos al respecto: "Mi madre hizo el trayecto conmigo un día. Me preguntó si me lo había aprendido y desde ahí ya me mandó sola al día siguiente".

La revelación provocaba carcajadas en el plató, con Rubén Amón bromeando con que solo le faltaba coger un avión para hacerse la ruta completa. Ruta que, por cierto, él sí hacía: "Yo fui un hijo de la ruta, así que conozco perfectamente lo que es hacer una ruta de autobús, bastante pesada, por cierto".

"Claro, yo no iba en ruta, ¡es que no había ruta!", sentenciaba con resignación Susanna, quien tras este momento de confesiones personales daba paso, esta vez sí, al caso del colegio de Cádiz, conectando con un equipo desplazado a la escuela para conocer de primera mano todos los detalles.