La determinación sexual de un soltero de 'First Dates' deja en 'shock' a su cita: "Me echa para atrás"

Carlos ha desembarcado en el especial First Dates de San Valentín guitarra en mano, dispuesto a cantar una saeta a la mujer que entrase por la puerta del restaurante. Fiel creyente, en su charla inicial con Carlos Sobera, el concursante ha asegurado que tiene la costumbre de "coronar" a sus conocidos y proclamarles "hijos del rey de reyes", una idea que iba a llevar a cabo con su futura cita.

Antes de conocer a Magdala, el arquitecto ha desvelado que, a sus 62 "añazos", es virgen, pues ha esperado hasta el último momento para encontrar a la madre de sus hijos. Lo cierto es que había posibilidades de que existiese cierta sintonía con esta sevillana de 57. A falta de saber si también practicaba la castidad, sus primeras palabras en el dating show que este miércoles, de manera excepcional, ha emitido Telecinco han sido: "Dios es un ser superior, creador del mundo".

El soltero no ha dudado en recibirla con la saeta que prometía, un detalle que agradado a su compañera. Ya durante la velada, Carlos ha cubierto de piropos a la comensal, asegurando que se parecía a "Julie Andrews", la protagonista de Sonrisas y lágrimas, y que esperaba que la noche acabase como en la película: "Sería precioso que acabase enamorada de mí".

La parada andaluza ha reconocido que la fe podía suponer "un punto de unión" entre ambos, aunque todo se ha torcido cuando han hablado de tener descendencia. "¿Tener un hijo con 58 años? No. Tengo ganas de vivir, Carlos", le ha cortado Magdala, cuando el participante incluso le ha planteado la posibilidad de adoptar. Ha sido entonces cuando el madrileño ha hablado de su virginidad.

"Quería reservarme para tener un niño. Procuro la castidad, ayuda mucho a la felicidad. A mí, particularmente, me da alegría, así que procuro la castidad", soltaba, orgulloso, Carlos. Ella apenas ha sabido cómo reaccionar: "No sé cómo encajar eso. Obviamente, me echa para atrás". Y es que para la andaluza "el sexo es importante": "Le doy importancia al sexo, a la ternura, al abrazo... Oye, Carlos, de verdad. Me has dejado con lo de la castidad...".

Tras cumplir su segunda promesa, coronarla como reina, Carlos tenía claro que quería "pasar el siguiente San Valentín" con ella. Sin embargo, en Magdala han pesado más esos puntos que les distanciaban que los que les unían: "Lo lamento, no he tenido esa conexión especial contigo en determinados temas, pero me ha encantado conocerte. Ha sido un halago lo bien que me has tratado. Gracias por coronarme reina". "¡Siempre serás mi reinita!", ha zanjado el comensal, que se ha tomado el "no" de buena gana.