¿Quién era Griselda Blanco? Todo sobre la narcotraficante que interpreta Sofía Vergara en la nueva serie de Netflix

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Este 25 de enero Netflix estrena la serie Griselda protagonizada por Sofía Vergara. Al igual que Narcos, con Pablo Escobar como personaje principal -son los mismos creadores-, la nueva producción acercará al público la imponente figura de la narcotraficante y criminal colombiana conocida como la "viuda negra" o "madrina de la cocaína".

En la serie se relata sus inicios en Medellín y su llegada a Estados Unidos para convertirse en una de las mujeres más ricas en la década de los 70 y 80. Y es que su figura fue crucial para la fundación del conocido como cartel de Medellín, la organización criminal que marcó los pasos del país sudamericano durante años.

La vida de la "madrina de la cocaína"

Nacida en Cartagena de Indias en 1943, Ana Griselda Blanco Restrepo tuvo que transitar por un camino oscuro desde su infancia. Desde niña se adentró en la delincuencia y con solo 11 años participó en el secuestro de un niño. Ahí comenzó la larga lista de delitos de la única mujer que lideró la organización que se dedicaba al tráfico de drogas.

La pobreza y los abusos sexuales por parte de su padrastro la hicieron abandonar el hogar familiar con 14 años y se casó con su primer marido, Carlos Trujillo, y padre de sus tres hijos. Contrajo matrimonio tres veces y todos acabaron muertos, por lo que se la señaló como la principal sospechosa. De ahí viene su apodo como viuda negra. Con su primera pareja se trasladó a Estados Unidos, pero fue con su segundo matrimonio cuando comenzó su actividad como narcotraficante.

En los 70, Griselda se hizo con el control de la entrada de droga en Miami. La ciudad se convirtió en su sede operaciones y donde se libró la guerra de las drogas. La DEA (traducido como la Administración de Control de Drogas) le seguía la pista mientras ella disfrutaba de una vida llena de lujos gracias a la cocaína. No dudaba en eliminar a sus enemigos y así se le vinculan 200 asesinatos.

En 1975 las autoridades consiguieron reunir las pruebas suficientes para mandarla a juicio, pero la jefa de la cocaína consiguió escapar y huyó a su tierra natal. De vuelta en Colombia mantuvo contacto con Pablo Escobar y continuó amasando una gran fortuna. A finales de los 70 regresó a Miami y se encontró que otros capos ya estaban ocupando su lugar. Pero su ambición y los encargos para matar a sus rivales la volvieron a colocar en lo más alto.

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Su imperio se vino abajo cuando fue detenida por la policía estadounidense. En 1985 fue condenada a 15 años de cárcel. Una pena que fue creciendo tras acusarla de más delitos. En 2004, tras declararse culpable, fue puesta en libertad y deportada a Colombia. En las calles de Medellín se encontró su cuerpo en 2012 después de que un hombre le disparase dos veces cuando salía de una carnicería.