"No es verdad": Sonsoles Ónega frena a un invitado por su cambio de versión en pleno directo

Sonsoles Ónega ha recibido a un invitado singular en el plató de su programa este martes, 28 de noviembre: Y ahora Sonsoles ha contado con la visita de Emilio Collazos, un hombre de 72 años que, durante 30 años, se dedicó a robar en más de 50 bancos para poder subsistir. Ahora, ya reformado, ha pasado de atracador de bancos a abogado de profesión. El ex ladrón decidió dedicar sus años de condena en la cárcel a estudiar y aprobar la carrera de Derecho. Una historia que ha llamado la atención del equipo del programa de Antena 3.

“Emilio Collazos, 72 años, ex ladrón. ¿Se puede decir así o como va esto?”, comenzaba preguntándole la presentadora. “Bueno, más Robin Hood, ¿no?”, respondía Emilio, entre risas, buscando la complicidad de la comunicadora de Atresmedia.

No la lograba, ya que la presentadora no dudaba en corregirle al instante: “Hombre no, es un ladrón como la copa de un pino”. “O antisistema, por ejemplo”, insistía el invitado, ante las réplicas de Ónega. “No, no porque eso es dulcificar. Por ejemplo, si yo digo ‘miren al Robin Hood que robaba a los ladrones’… Está mal. Yo puedo tener mi opinión, pero está mal”, continuaba explicando Sonsoles al invitado, que acababa por darle la razón.

Dejada atrás esta pequeña fricción inicial, el antiguo rostro de Mediaset quiso indagar en las razones por las que robó durante tantos años. “No me gustaba trabajar. Había dos soluciones. Atracaba, y con lo que sacaba del botín, comía, o que me agarrase la policía y me metiese en la cárcel, así me daban de comer tres comidas calientes y me lavaban la ropa. No estaba tan mal”, contestaba el invitado, tratando de justificar sus delictivas acciones.

Ante su versión de los hechos, Sonsoles le detuvo, indicando que conocía la verdad detrás de sus robos y no era lo que este estaba relatando ahora con tanta gracia: “Ay Emilio… No es verdad, porque yo he estado hablando con usted antes de entrar en el programa (...) y usted me ha contado una cosa bien bonita”, le espetaba para sorpresa de todos los presentes.

Ónega no se detenía ahí, destapando la verdad de su testimonio: “Lo cierto es que a su padre le oía quejarse, cuando usted era un niño, de la cantidad de intereses que pagaba al banco, de lo angustiado que vivía por los préstamos y a usted eso se le quedó aquí (en la mente)”, expuso la presentadora.

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M. M.

El invitado volvía entonces a tener que darle la razón a Sonsoles, empezando a narrar cómo era su vida hace 60 años, con su familia. “Nos dedicábamos a la agricultura y era mucho trabajo (...) cuando llegaba la cosecha, eran préstamos que pedía mi padre (...) y siempre yo le oía quejándose”, explicaba.

“Esa cosa de que 'el banco se lleva todo' me arraigó un poquito dentro de mi persona”, concluía, revelando la verdadera razón por la que estuvo robando por más de 30 años a diferentes entidades bancarias. De no ser por la insistencia y perspicacia de Sonsoles, su testimonio hubiera sido bien diferente, uno más dulcificado con el objetivo de causar mayor simpatía entre la audiencia.