Susanna Griso se sale del guion de 'Espejo público': "Sé que es muy políticamente incorrecto lo que voy a decir"

Espejo público ha abordado este lunes, 6 de mayo, uno de los vídeos virales del momento: una secuencia de una brutal pelea en la mitad de una película en un cine de León. Susanna Griso quiso contar con Antonio Barrull, el autor de los puñetazos, para ofrecer su versión de lo sucedido, una tras la cual la presentadora fue incapaz de mantenerse al margen, mojándose pese a no tener una postura "políticamente correcta".

Y es que lo que el invitado puso sobre la mesa fue el supuesto hostigamiento de un hombre a su mujer: "Ver esa brutalidad en sus actos hace saltar a cualquier persona. No está grabado del todo, falta un trozo. El tema es que había una pareja que discutían un poco. Ella se separó y se sentó tres butacas más atrás. Al poco él se levantó, le puso la cara frente a su cabeza y la amenazó, que le daban cinco minutos para que se sentara a su lado. Ella no lo hizo y él se marchó. Parecía que se había tranquilizado, pero a la media hora se volvió a levantar, se acercó a ella y le empezó a gritar muy fuerte, la enganchó del cuello y la zarandeó. La gente ya se metió por medio y en el forcejeo le dio un puñetazo a una niña".

Fue entonces cuando él se metió: "Por dentro yo estaba que ardía, no podía con esa injusticia. Mi mujer estaba llorando al ver la secuencia. Intenté calmarle, pero empezó a insultarme y amenazarme desde abajo. Pega a una mujer, pega a una niña, están mis hijos y mi familia pasando miedo por él, se lo explico y todavía no se calma... pues se lo expliqué", relató ante la atenta mirada de los colaboradores.

"Se lo explicaste con unos cuantos derechazos", apostilló entre risas Griso, quien no podía hacer otra cosa que aplaudir el acto de este joven boxeador: "Te digo una cosa, y sé que es muy políticamente incorrecto lo que voy a decir ahora, pero creo que estábamos todos en esos derechazos. Sientes hasta alivio [viéndolo]. Sé que no es el método ni la manera, pero...".

Susanna no llegaba a concluir su intervención, con Rubén Amón poniendo algo más de cordura: "Puedo entender la reacción espontánea, pero las respuestas tienen que ser proporcionadas, y esto no es una respuesta proporcionada ni es una propuesta cívica. Decía antes que la omisión de socorro puede ser un delito, pero no podemos dar como ejemplo que la respuesta a lado que ha sucedido pueda ser una paliza".

"Estoy totalmente de acuerdo contigo. La violencia no tiene justificación, pero a un maltratador hay que ponerle freno siempre", le interrumpía Barrul, quien sí hacía autocrítica: "Aprovecho para pedir perdón públicamente, como lo hice en el cine, porque esa escena no es la adecuada para nadie, mucho menos para los niños. Estoy arrepentido por el suceso porque soy padre de familia y me duele en el alma, pero a mí me han criado en unos valores en los que hay que respetar a las mujeres por encima de todo. Sé que no está bien, pero él me obligó, me llevó a ese extremo, pero también quiero decir que me interesé por saber cómo estaba. Solo está magullado, porque sí que es verdad que le pegué en el cuerpo, siempre en el cuerpo. Por lo que tengo entendido, su mujer le ha puesto una denuncia", remató el joven, llevándose el aplauso también de Soto Ivars por su valentía en un momento de tensión como ese.