"Está arrugada y yo no": un soltero de 77 años, a disgusto con su cita en 'First Dates'

Carmen regresó este miércoles a First Dates, después de que la primera cita que tuvo en el programa no saliera nada bien. A sus 74 años, Carmen se considera una mujer moderna, a la que le encanta la moda y salir con sus amigas. No le gusta la soledad, de modo que vuelve al programa en busca de un hombre con el que compartir sus aficiones y quién sabe si el resto de su vida.

Su primera impresión tras conocer a su cita, Manuel, fue buena, sin embargo, ella no fue del agrado del soltero. "Me gusta la mujer un poco más joven", se atrevió a decir, a pesar de que él tenía 77 años. "Está arrugada y yo no tengo arrugas".

Carmen: "No quiero a mi lado hombres machistas. Para eso, prefiero quedarme como estoy"

Ya en la mesa, Carmen le confesó que se quedó viuda hace 9 años y que no había vuelto a tener pareja porque no le vale cualquier hombre. Manuel, en cambio, es divorciado y asegura que necesita enamorarse en la primera cita. Según contó en el programa, intenta tener citas a ciegas casi todos los meses y, al parecer, no le va nada mal. "Tengo amigas que me gustarían como pareja, lo que pasa es que no las tengo en Jerez, no están cerca".

Manuel quiso saber como era Carmen en el terreno sexual y lo cierto es que se quedó sorprendido con su respuesta. Aseguró que su marido nunca se quejó porque ella es una mujer activa. A pesar de no haber tenido pareja en todos estos años, dejó claro que el apetito sexual seguía estando muy presente. "Yo estoy viva, veo una película de cama y me salta la chispa". Ya en privado, la soltera se atrevió con una confesión muchísimo más íntima: "Yo me voy al bidé y le digo: 'Toma agua... ya que no comes".

Aunque físicamente Manuel no vio en Carmen a la mujer que buscaba, la alegría de la gaditana por disfrutar de la vida podría contagiar y enamorar a cualquiera, sin embargo, tal y como dice Carlos Sobera, en ocasiones, resulta complicado diferenciar lo que uno quiere de lo que realmente uno necesita.

A medida que avanzó la velada, Carmen se fue percatando de que Manuel no era el hombre que estaba buscando. "Yo busco una persona en la que confiar", le dijo el soltero, "una persona sincera, alguien que no sea callejera de todos los días". Las palabras de Manuel descolocaron por completo a Carmen.

Según Manuel, lo ideal en una pareja es "salir cuando los dos estemos de acuerdo en hacerlo. Si a ella le gusta salir, yo la acompaño. Si yo un día no tengo ganas de salir... que ella tampoco salga. Eso de 'si tú no vas, pues yo me voy'... no. Es cosa de dos. De modo que o nos podemos de acuerdo los dos o, si no, nos quedamos [en casa]. Si quieres irte con tus amigas, vete, pero no por costumbre".

"Quien no tiene pareja puede hacer lo que quiera, pero quien la tiene, tiene una obligación", le dijo Manuel a Carmen. "Yo no es que sea callejera, pero a mí me gusta dar mis vueltecitas todos los días", le remarcó ella. La mujer dejó bien claro que era una apasionada de las excursiones, de salir con sus amigas, de salir en las ferias y, sobre todo, de divertirse. "A mí eso no me lo va a quitar nadie".

"Yo, gracias a Dios, vivo bien y a mí no me van a cortar las alas", aseguró alto y claro la soltera. "No quiero a mi lado hombres así, machistas, que quieran vivir solamente para ellos. Ni hablar del peluquín. Para eso, nada de nada, prefiero quedarme como estoy".

En la decisión final, Carmen optó por darle calabazas a su cita: "Nos ha faltado el feeling. ¿Verdad que tú estás de acuerdo conmigo?". En la misma línea se pronunció el soltero: "Carmen me ha parecido una mujer estupenda, dicharachera, a la que le gusta viajar y sería una pareja estupenda, peor no he sentido ese feeling".