Sonsoles Ónega se derrumba ante un desgarrador testimonio: "Pido disculpas, pero es que tiene la edad de nuestros hijos"

Tarde delicada para Sonsoles Ónega. Con motivo del Día Internacional contra el Acoso Escolar, Y ahora, Sonsoles contaba en el plató con la madre de un joven que había sufrido bullying hasta en cuatro centros educativos. Su testimonio y el del adolescente, también presente, desgarraba por completo a la presentadora, que se veía obligada a realizar una pausa en la charla al deshacerse en lágrimas.

La dureza de las declaraciones de ambos tenía a todos los presentes con el corazón encogido. La impotencia ante el crudo relato tanto de la madre como del propio Antonio sobre la violencia sufrida, la falta de ayuda y la soledad ante unos hechos tan complicados hacían que Sonsoles terminara por romperse, sobre todo al escuchar los numerosos intentos de suicidio del joven.

"Me intenté suicidar muchas veces. Se me quitaron las ganas de vivir". Esta desgarradora declaración era la gota que colmaba el vaso. Ónega era incapaz de reprimir las lágrimas ni un segundo más. La presentadora se rompía definitivamente, tanto que tenía que hacer una breve pausa para recomponerse y poder continuar con las entrevistas.

"En el colegio decían que el problema era mío, que me inventaba las cosas y se las metía en la cabeza a él. Que yo estaba loca", destapaba la madre, enrabietando a la periodista de Antena 3. "Un niño no miente", acertaba a decir con indignación, tomando aire para poder continuar con la entrevista.

Unos segundos después, Sonsoles se dirigía a la audiencia para pedir perdón por haber perdido la compostura, explicando la razón de que este testimonio le afectase tanto: "Pido disculpas, pero es que ver a un niño decir que se ha querido suicidar muchas veces, y que tiene la edad de nuestros hijos...". Más entera ya, Ónega proseguía con la entrevista para concluir la charla con un poco de luz, poniendo el foco en cómo habían logrado salir de esa situación con la intención de transmitir un mensaje esperanzador para todos aquellos que están sufriendo ahora en sus propias carnes el acoso escolar.

Despedidos a sus invitados, la comunicadora regresaba a su mesa un poco tocada todavía. Por el camino se encontraba con Miguel Lago, todavía con los ojos llenos de lágrimas también: "Ay, Dios mío, vaya testimonio. Ay, Miguel, se te han saltado a ti también las lágrimas. Tú estás muy concienciado, por un caso que has vivido muy de cerca", le daba paso.

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"Es que esta es la realidad", aseveraba el humorista, notablemente molesto con el patrón que se repite una y otra vez en estos casos de bullying: "Hay un patrón repetido de manera constante, que es lo más ofensivo de todo esto. Podemos escuchar miles de testimonios como este repetir que se lo negaban todo en el colegio, que ningún profesor le ayudaba, que le llamaban loca a la madre, que le echaron a los servicios sociales encima por quedarse con el niño en casa... Lo bueno que tiene este testimonio es lo que yo le he dicho tantas veces a mis hijos, que al final los buenos ganan. Por eso Antonio mañana va a ir al colegio y ahora tiene amigos, porque los buenos ganan siempre", remataba optimista, un mensaje con el que Antonio Naranjo discrepaba al cerrar el asunto con un resignado "lamentablemente no, muchas veces también ganan los malos".