Moisés se confiesa sobre 'Pasapalabra': de su verdadera relación con Fer a su pasado con Óscar Díaz

Moisés Laguardia ha escrito este miércoles, 4 de octubre, su nombre con letras de oro en la historia de Pasapalabra: el joven ha logrado entrar en el selecto Club de los 100 del concurso, una lista que muy pocos participantes alcanzan (Fran González, Antonio Ruiz, Jero Hernández, David Leo, Orestes Barbero, Pablo Díaz, Jaime Conde y Rafa Castaño). Es por esto que el riojano ha estado más intranquilo de lo normal durante las últimas jornadas, unos días sobre los que ahora se ha sincerado: "Estos últimos programas me he obsesionado un poco con llegar a los 100".

Así lo reconoce Moisés en declaraciones para la web de Antena 3, comparando su gesta con la de hacerse con el codiciado bote: "Estoy feliz. Para mí es como un bote intangible haber llegado a esta cifra de programas. Igual no significa tanto, pero hay mucho trabajo detrás y mucho sacrificio", comienza resaltando Laguardia, dejando patente el sacrificio que supone entregarse al estudio para este formato en concreto.

Analizando su evolución dentro del espacio, y aunque explica que ahora puede jugar un poco más tranquilo dada su dilatada experiencia ya ante las cámaras, lo cierto es que estas últimas jornadas sí que le han pasado cierta factura: "La verdad es que sigo siendo igual de imprevisible. Igual estoy más tranquilo, pero hay días que no. Estos últimos programas me he obsesionado un poco con llegar al 100, y se juntó con las emociones de la despedida de Fer y la llegada de Óscar. Ha costado llegar, pero por fin lo he logrado", comparte, orgulloso.

Precisamente sobre sus dos rivales más importantes se sincera Laguardia posteriormente en la charla. En el caso de Fer, a Moisés no le duelen prendas a la hora de poner sobre la mesa sus sentimientos: "Sentí mucho su marcha porque hicimos una buena amistad, pasamos mucho tiempo juntos tanto dentro como fuera del programa, ya que al ser los dos de fuera estábamos mucho tiempo juntos en el hotel, desayunábamos o cenábamos, por ejemplo. Al final, conectamos bien. Los dos enfocábamos el programa para disfrutar, lo pasábamos bien. En cierto modo, fue una marcha inesperada, casi como el final de algún capítulo de Juego de tronos".

"Él ya sabe que, si quiere volver a participar, toda la ayuda que necesite de mi parte la va a tener y, aunque no me pida ayuda, yo voy a estar ahí también, intentando que vuelva porque es muy positivo para el programa que personas como Fer concursen", defiende el concursante, arropando así a su antiguo rival y amigo ante una hipotética vuelta al formato en el futuro.

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En cuanto a la llegada de Óscar Díaz, Moisés desvela un llamativo dato, y es que ya se había coincidido con él en el pasado: "Tras la eliminación de Fer, al final, yo sabía que alguien bueno iba a entrar. Obviamente, le reconocí, también porque hace muchos años coincidimos en una liga de trivial que había por Internet. A raíz de aquello, le he seguido en todos los programas por los que ha estado", destapa el joven.

Por último, y por curioso que parezca, Moisés Laguardia confiesa no ver Pasapalabra a diario, o, al menos, no todo el programa: "Veo solo El rosco. Al principio, cuando empecé a salir yo, me costaba a veces verme porque me ponía nervioso. Es más, estaba teniendo problemas con la dermatitis, tomando una medicación que me subía un poco la tensión arterial, y lo cierto es que me subía la tensión viendo el programa. No me subía aquí en el plató, me subía viéndolo en casa, es curioso. Ahora lo veo de vez en cuando, porque soy muy perfeccionista y me gusta ver en qué puedo mejorar", concluye.