Miriam Rodríguez: "Sería igual de feliz sin haber ganado 'Tu cara me suena"

Casi 6 años después de darse a conocer gracias a su paso por el resurgir de Operación Triunfo, con su edición del 2017 en TVE, ha llegado el gran momento de Miriam Rodríguez en cuanto al mundo de la televisión se refiere. La que fuera tercera clasificada del concurso musical, tan solo por detrás de Amaia y Aitana, se ha alzado con la primera posición de Tu cara me suena 10.

Uno de los talent shows más vistos en España ha sido el último reto de la artista gallega. Semana tras semana, gracias a su constancia, talento y sus más que brillantes números musicales, la joven de 26 años de edad recoge el testigo dejado por Agoney, amigo, compañero de la popular Academia de Artistas y ganador de la anterior edición de TCMS.

Desde Asturias y a través de una videollamada, Miriam atiende a El Confidencial para detallarnos algunas cuestiones del show musical que ha conquistado. También para hablar de su evolución personal y avanzar algunas cosas de su imparable carrera musical, ahora como artista independiente.

Miriam, enhorabuena por tu triunfo, ¿cómo te sientes?

Muchas gracias. Estoy muy contenta, pero ya sabes que entré en el programa sin ninguna expectativa en cuanto a ganar. Iba con la máxima intención de disfrutarlo, de ser yo cada entrega y currármelo, pero en ningún momento pensando en ganar. Para mí participar ha sido una gran oportunidad, un regalo como persona y como profesional. No he sentido ningún tipo de competitividad, no he sentido que era un concurso en el que había que quedar en un puesto determinado.

Evidentemente, estoy superagradecida por haber ganado y por contar con el apoyo del público que nos ha acompañado gala tras gala, que ha valorado el trabajo que hay detrás de cada actuación, pero cualquiera de los cinco finalistas podía haber ganado. Nos lo merecíamos todos por igual. A día de hoy y hablando aquí contigo, hubiese estado igual de agradecida, igual de feliz, igual de contenta, que si no hubiese ganado. La esencia y lo que yo me llevo de ahí es mucho más que el haber ganado.

¿Te quitaste la presión de ganar desde el principio?

No te puedo decir que me lo tomé de coña porque no es así, porque es mi trabajo, pero sí he encontrado el equilibrio entre la Miriam profesional y la Miriam mamarracha. Me he quitado la poca vergüenza que me quedaba con este programa y ha sido lo mejor que a me podía pasar. He llegado a este punto al llegar a mi casa sabiendo que era mejor cada día, mejor compañera, mejor profesional, mejor concursante, mejor todo. Muchas veces no somos conscientes de lo que estamos viviendo porque pasa muy rápido y cuando te quieres dar cuenta ya lo viviste. Estoy superorgullosa del trabajo que hice. A veces mejor y a veces peor... y por supuesto, no soy la favorita de todo el mundo ni lo seré nunca jamás en la vida, porque eso también me preocuparía.

"He ido desarrollando esa capacidad de imitación a lo largo de cada programa"

Hablando justamente de esto, no sé si has estado siguiendo los comentarios en redes y los que señalan que la imitación pura no ha sido tu fuerte...

La subjetividad entra dentro de todo esto. Hablamos de gusto y de que te guste algo más o menos. Es respetable y lo lógico. A partir de ahí, soy plenamente consciente de que en algunas actuaciones me he tenido que currar mucho más la parte de la imitación a nivel gestual, a nivel miradas, a nivel corporal, porque a nivel vocal era mucho más difícil de llegar. Cuando te toca un sexo masculino prácticamente es imposible llegar al color de voz de un Kurt Cobain o un Nil Moliner.

He ido desarrollando esa capacidad de imitación a lo largo de cada programa, por el trabajo de técnica vocal, de estudiarme lo que hacía cada artista y cada gesto ligado a cada palabra. También el salir de tu zona de confort y poder arriesgarte dentro de esas técnicas vocales me ha hecho aprender mucho y recoger herramientas para poder aplicarlas en mi carrera.

Has pasado también por tres ediciones de La voz con diferentes encargos, ahora Tu cara me suena... ¿Sigues abierta a posibles nuevos retos en televisión?

Siempre digo lo mismo: nunca escupas para arriba porque te cae encima. Entonces yo no me cierro a ningún tipo de proyecto, siempre que tenga coherencia con lo que hago y mi trabajo. Tu cara me suena no era un proyecto en el que yo me veía y, sin embargo, cuando me llegó la oportunidad, me vi de lleno y probablemente haya sido la experiencia profesional que más he disfrutado en mi vida. Entonces no me cierro las puertas a nada.

Hay muchas cosas que se me destaparon haciendo este programa, por ejemplo la vena de actriz que tenía muy aparcada. Y ahora, el hecho de meterme en un personaje diferente cada semana, como que encendió otra vez el gusanillo de la interpretación. Siempre me he quedado con la espina de poder seguir desarrollando mi faceta como actriz y es algo que está ahí y que no descarto. No sé en qué momento vendrá, ni tampoco si va a llevar la oportunidad en el momento en el que yo pueda dedicarle tiempo para hacerlo y complementarlo con la música.

Han pasado ya muchos años desde OT, con muchos concursantes y muchas carreras iniciadas, pero aquí sigues tú. ¿Te sientes una privilegiada?

Sí. Además, gracias a este último proyecto, soy plenamente consciente de lo que quiero hacer, de que me dedico a lo que me gusta, de que soy una tía afortunada. Siempre defendí que la suerte se busca y se trabaja. Que hay que estar en el momento justo y en el lugar adecuado, porque hay mucha gente que trabaja duro y que tarda en llegar. En ocasiones nos frustramos porque este mundo es así y es una carrera de fondo que nunca termina.

Pero mi propósito es, como siempre, colocar ladrillo a ladrillo y ese ladrillo colocarlo de la mejor manera que se pueda colocar. Si me muero mañana, me muero feliz porque tengo la suerte de dedicarme a lo que me gusta, de tener un público fiel que me sigue, que me apoya desde hace años y que ha estado ahí en los peores momentos. Como en la pandemia, que fue muy duro, o situaciones en las que me planteaba si verdaderamente esto merecía la pena, llegando a perder la paciencia y un poco la perspectiva de todo. Yo me dedico a la música porque me encanta, la amo y me sale de la manera en la que me sale. Pero el tener un público que está ahí y vivir experiencias como las que vivo me hace ser plenamente consciente de que soy una persona muy afortunada.

"Debilidad', mi último single, es el resurgir de Miriam como artista, como persona..."

No podemos pasar por alto tu último single, ¿qué ha supuesto para ti lanzar ahora Debilidad?

Para mí es un antes y un después. Estoy encantada y supercontenta con lo que he generado en este último año. Tengo la suerte de tener un equipo de trabajo implicado que respeta mucho lo que yo quiero hacer y al final para mi Debilidad era un punto y aparte. Una casilla de salida. Hay veces que uno da mil vueltas por el tablero de juego y tiene que coger la ficha y volver a la casilla de salida para volver a empezar. Es un poco metafórico esto, pero para mí esta canción es el resurgir de Miriam como artista, como persona...

El día en el que la hice, salí del estudio, aunque no tenía el estribillo, sabiendo perfectamente que iba a ser un single. Había algo cuando me subí al coche y la puse... dije, 'es esta con la que tengo que salir'. Era superimportante que Debilidad fuera el punto de arranque y, punto de partida de nuevo, para este tercer proyecto en el que estoy trabajando todo con mucha conciencia. Todo el concepto del álbum, todos los temas, canción a canción con el sentido que tiene cada una... que llegará en 2024 con una gran gira por todo el país.

Sí quiero avanzarte que vamos a sacar muy pronto otra que es de las canciones que más me mueve de toda mi carrera, de todo lo que he escrito hasta el momento. Es potente. No es de desamor y nace en un espacio de tiempo de dos horas. No tuve que replantearme nada respecto a lo que estaba escribiendo, ni siquiera cuando empecé a escribirla. Salió y salió.

Eres muy celosa de tu intimidad y guardas bien tu vida privada, sabiendo siempre lo que quieres compartir y lo que no, pero muchas de tus letras son de desamor, ¿están basadas en vivencias reales o escribes también inventando situaciones y momentos?

Se me ha dicho en varias ocasiones que parece que he tenido dos divorcios y cuatro hijos... Uno escribe de la manera en la que le nace y cuando una canción está escrita del corazón, un oyente y un fan lo reconoce perfectamente. Muchas veces necesitas vivir cosas para poder escribir cosas. Necesitas que pasen cosas diferentes para escribir cosas diferentes. Ha habido veces que en el camino me he sentido estancada y que tenía que recurrir a momentos que ya había recurrido o recurrir a situaciones que yo ya había recurrido para poder sacar de ahí la motivación de componer. Ahora mismo no me pasa eso.

Estoy en un punto de plena motivación para escribir. Que es algo que no se busca, que llega. También de vivir momentos diferentes, vivir experiencias, conocer gente nueva... Yo siempre suelo escribir desde la verdad, o al menos intento posicionarme desde situaciones que yo he vivido, aunque muchas veces lo adornes y lo disfraces. Hay frases que no son plenamente así en la realidad, pero chica, queda bien, se te ocurrió y lo dejas [risas]. Y el que se dé por aludido, pues lo siento, ya le explicaré que no fue así, pero me gustaba cómo quedaba en la canción.

"No me arrepiento de nada y no cambiaría nada de lo que me ha hecho llegar hasta aquí"

Indagando un poquito más en tu interior, ¿cómo es la Miriam de ahora?

Reconozco que he cambiado muchísimo en los últimos cinco años, pero porque creo que es humano y que es bueno cambiar. He tenido que leer muchísimas veces, 'ya no es la misma'. No señora, soy la misma persona, pero evolucionada. He madurado, he crecido, he vivido experiencias que me han hecho llegar a este punto de mi vida con otra perspectiva... En estos años he vivido también momentos malísimos que han hecho que sea la persona que soy hoy.

He conseguido llegar a ese punto de disfrutar más de las cosas, dejarme llevar... no somos nada y estamos aquí de paso. Todo lo que quieras hacer, hazlo ahora. No esperes a mañana. No me arrepiento de nada y no cambiaría nada de lo que me ha hecho llegar hasta aquí. En definitiva, soy una persona muchísimo más disfrutona, muchísimo más abierta en general, me planteo menos las cosas... porque lo que tiene solución y está en mi mano cambiarlo, haré todo lo posible para solucionarlo. Pero si un problema no tiene solución, no me va a quitar el sueño porque no tiene solución.

La vida tiene preparado para ti unos planes y tú vas decidiendo si quieres ir hacia un camino o hacia otro. Nosotros el timón. Pero luego, al final, también creo que el universo coloca ciertas cosas y lo que no está en tu mano y no puedes cambiar, no te puede afectar. Es importante que tú trabajes en tu personalidad y seas la mejor persona que puedes ser cada día.