"Fue muy desagradable": Tamara Falcó enmudece a 'El hormiguero' con su versión de la polémica de su vestido de novia

Si hay algo superimportante para una novia que está a punto de casarse, es su vestido. Ya sea por tradición o por leer demasiadas revistas de bodas, cada novia se toma su tiempo para elegir su vestido de boda perfecto. Será con el que se case, el que quedará inmortalizado en las fotos en el que debería ser uno de los momentos más felices de su vida.

Tamara Falcó lo tenía claro, sabía qué vestido quería y no iba a parar hasta conseguirlo. Para el diseño, con ayuda de sus allegados, se puso en manos de la firma de moda Sophie et Voilà, con la que supuestamente formalizó un contrato publicitario para ser imagen de la firma durante un año. Sin embargo, a menos de dos meses de su enlace con Íñigo Onieva, el 8 de julio, Tamara no tiene vestido.

Ella contó su versión en el programa de ‘El Hormiguero’, del que es colaboradora. “¿Vas a hablar del vestido?”, preguntaron Trancas y Barrancas, mientras que Pablo Motos bromeaba diciendo que había “una alarma nacional, estamos sin dormir”. “¿Cómo empieza todo?”, le preguntó el presentador a continuación. Y, tras un sorbo de agua, la marquesa de Griñón se sinceró: la firma de moda ya no quería hacerse cargo del diseño de su vestido por respeto “a la creación artística de otros compañeros”.

Ella tenía en mente un vestido desde hacía años

Tamara explicó que ella “tenía en mente un vestido que había visto hace un montón. Se lo enseñé a mi hermana para su boda, pero a ella no le gustó y a mí me encanta”. Entonces, llegado el momento de casarse, Tamara confió en Sofía Arribas y Saioa Goitia como las diseñadoras de su vestido. En la primera prueba, en casa de Isabel Preysler, ella presentó su propuesta a las diseñadoras, a ellas “les encantó la inspiración. Me dijeron, ‘te lo hacemos’”, contaba ilusionada.

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Inés Gutiérrez

Así que, en un programa pasado de ‘El Hormiguero’, Tamara contó las buenas nuevas: tenía vestido. “Pero en cuanto lo conté en ‘El Hormiguero’ y dije la palabra ‘inspiración’, empezó a haber mucha tensión”, explicó. Este fue el detonante que provocó que todo cambiase. Ella entiende que “es así como se trabaja en la moda”, con “inspiración”. La segunda prueba del vestido no fue tan bonita como la primera, “el vestido había cambiado totalmente. Y con la mala pata de que vino mi madre, que es muy exigente. Habían añadido unos volúmenes… Mi madre no entendía nada”, explicó rememorando el momento.

A esta segunda prueba la acompañaba también su hermana, Ana Boyer, su cuñada y unos amigos expertos en moda. Tamara cuenta cómo todos estaban callados al ver el vestido en ese momento, su hermana “fue la única que dijo que iba a ser ‘la novia más guapa’. Pero cuando bajé con el vestido solo hubo silencio. Fue superincómodo”, explicó.

Trató el caso con sus abogados

La cosa “se torció mucho”. La marquesa se lamentó porque “tenía que haber sido un momento bonito, pero todo fue muy desagradable”. Como colaboradora de varias marcas y diseñadora de moda, Tamara afirmó que ella quería llegar a un entendimiento, “podíamos haber acabado muy bien. Pese a lo que se ha dicho, no me considero una persona difícil para trabajar”, explicaba mientras enumera los diferentes contratos que tiene con algunas marcas de renombre.

Lo que no me iba a casar es con un vestido de novia que no me gustase

Al existir un contrato de por medio de un año con los diseñadores que iban a hacer su vestido, consultó con sus abogados, que le comentaron que “si se torcía la cosa, no me tenía que casar con ese vestido”. Tamara Falcó lo dejó claro, y sentenció que no se iba a casar “con un vestido de novia que no me gustase”. Sus abogados se pusieron entonces en contacto con los de la firma, y lo siguiente que supo fue el comunicado público lanzado por las diseñadoras. El plató de Antena 3 enmudecía ante el relato de la marquesa de Griñón, con todos los presentes escuchando atentamente su versión de la que ha sido la polémica de la semana en la prensa rosa.