"Mi regalo es que hayas vuelto": Risto, muy tocado en su encuentro con Juan, el soldado español en Ucrania

Todo es mentira vivió este martes, 21 de febrero, uno de los momentos más esperados por todo el equipo del programa, y particularmente por Risto Mejide: el regreso a España de Juan, soldado español desplazado a Ucrania que ha contado semana a semana la invasión en el espacio de Cuatro. Varias fueron las ocasiones en las que, dada la complicidad labrada con el tiempo, el presentador se emocionaba en sus conexiones en directo juntos, por lo que las expectativas estaban muy altas de cara a este esperado encuentro.

El publicista se levantaban para recibir a Juan con un fuerte abrazo en el que los dos dejaban claro su cariño, muy emocionados por haber podido encontrarse finalmente, ya que el soldado nunca apostó por regresar con vida del conflicto: "Yo he sido muy importante para ellos, como ellos lo han sido para mí. Me ha costado muchísimo irme de allí. Se viven muchísimas cosas, se crean vínculos muy fuertes que superan el de ser amigos. Un soldado ucraniano dura cuatro meses de vida en el frente, y yo he durado un año. Tenía una flor en el culo, lo creo sinceramente. He pensado mil veces que moriría, que aquel día era mi día, mil veces lo he pensado. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, y lo volvería a hacer, pero debería de volver a nacer para olvidar lo que tengo en la cabeza. He visto demasiado", se sinceraba con Mejide.

Ya en España desde hace un par de días, Juan reconocía el agobio que siente al no escuchar la alarma: "Me hace estar más en tensión. Eso era tan normal en mi día a día que ahora me cuesta. Sé que estoy en España, pero mi mente todavía no ha venido".

Y es que una de las cosas más llamativas de su relato es que Juan ha regresado a nuestro país en contra de su voluntad: "Creo que me han hecho una encerrona en Ucrania. Tenía programado ver al embajador de España en Kiev. Cuando lo vi fue superamable, pero no paraba de repetirme que tenía que volverme ya, que había hecho demasiado por ese país. Pero es que yo había ido a ayudar, necesitaba hacerlo. Estoy un poquito impedido, pero todavía puedo hacer cosas. Yo me quería quedar, pero el embajador hizo una carta para hablar con el presidente. A los dos días de esa reunión, llegó Zelenski al aeropuerto y me llamaron para el palacio presidencial. Tenía una sorpresa para ti, pensaba hacer un directo contigo y presentarte a un amigo, que sería Zelenski. El problema es que la reunión fue el sábado, y vosotros no tenéis programa".

Estas palabras tocaban aún más la fibra de Risto, que mostraba su lado más tierno: "Mi regalo es que tú hayas vuelto, eso es mucho más importante para mí que haber hablado con Zelenski. Mi regalo es que estés aquí, desde luego", sentenciaba el presentador.

"El presidente quería que regresase vivo con honores para que pudiese contar todo lo que estaba pasando en Ucrania. ¿Seguro que tú quieres que cuente todo lo que hay aquí? Porque eso supone echar mucho barro, pensaba yo. No creo que el presidente lo viera con buenos ojos, por eso yo todo no lo puedo contar. Todo lo que brilla no es oro", agregaba acto seguido.

Estas palabras hacían que Mejide escarbase más en este asunto, con Juan dejando entonces uno de los grandes titulares de la charla: "En un sótano vimos a 200 personas encerradas, la mayoría niños y ancianos, pero también mujeres. Llevaban dos meses encerrados porque si salían se morían, en un estado asquerosísimo. Yo acababa de recibir ayuda de España, alimentos y medicamentos. Decidí dárselos, y hasta me llamaron la atención, mi propio oficial. Me choca que los ucranianos no se quiten de su pan para dárselo a ellos y lo haga yo, que soy español. Ese sentimiento me chocó muchísimo. Entiendo que los militares tienen que comer para seguir luchando, pero es que ellos no tenían nada. Yo acababa de comer el día anterior, no pasa nada porque ese día no comiera, pero ellos llevaban en condiciones infrahumanas dos meses".

A Risto se le encogía el corazón con esta anécdota tan ilustrativa, pero volvía a poner el foco en Juan: "A mí hoy me preocupas tú. ¿Qué va a pasar contigo? ¿Qué vas a hacer?", le lanzaba, con este mostrando sus dudas sobre su futuro. "Primero buscar ayuda para mi pierna porque no quiero que me la amputen. Lo segundo, quiero estudiar las ofertas que tengo, que ya han llamado infinidad de personas, pero no sé qué hacer todavía. Todo lo que sea ayudar, para adelante, ayudo. No es que Juan sea el mejor, pero es que no soy capaz de estar en el sofá mirándome el ombligo. Quiero morirme tranquilo, sabiendo que he tenido una vida útil", respondía con sinceridad".

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D. Robles

Con la emoción a flor de piel, Risto Mejide se veía obligado a zanjar la entrevista para abordar otros contenidos de actualidad: "Nosotros vamos a intentar seguir haciendo este programa después de esto, pero... uff". Al ver el estado del presentador, Juan no podía hacer otra cosa que interesarse por él, consciente de que no atraviesa un buen momento personal.

El publicista no lo ocultaba, pero salía reforzado de este encuentro: "Mira, estaba mal y ahora estoy mejor. Estoy mejor, y es escucharte a ti y estoy de pu**** madre. ¡De qué me voy a quejar! Con este tipo de testimonios pongo todo en perspectiva. Somos unos privilegiados, hacemos entretenimiento dos horas al día. Tú vas a Ucrania a matar gente y te intentan matar a ti. Eso me parece encomiable y me hace pensar en las cosas de las que nos quejamos nosotros aquí. Pero bueno, la vida es así y de aquí a dos minutos se me habrá olvidado. Mil gracias, vuelve cuando quieras, este es tu programa. Bueno, vamos a seguir, uff", se le escuchaba resoplar tras volver a abrazar a su amigo, tratando de recomponerse para continuar con el programa.