La última lección de Cristina Gallego ('El intermedio') al PP y Vox sobre los golpes de Estado

Cristina Gallego ofreció este lunes otra interesante lección desde el plató de El intermedio, reconvertida en "catedrática de Teoría y Práctica de Alzamientos y Golpes de Estado por la Universidad Antonio Tejero". La colaborada de El Gran Wyoming se propuso explicar a los espectadores y, sobre todo, a determinados políticos lo que es un golpe de Estado y lo que no.

Se trata de "una de las lecciones esenciales junto a saber diferenciar entre el bigote de guardia civil (Tejero) y el de icono LGTBIQ+ (Freddie Mercury), pero también es una de las pruebas más difíciles para los políticos de la derecha", ironizó Gallego, tras apuntar que "últimamente la reforma del delito de sedición y malversación ha indignado mucho" a los políticos, "pero al que más ha molestado es, sin duda, al líder de Vox".

"Cada vez que la izquierda llega a un Gobierno la derecha dice que es ilegítimo"

Según Santiago Abascal, Pedro Sánchez "está preparando un escenario en el que podría dar un autogolpe y no habría capacidad legal de detenerlo o de juzgarlo porque los delitos han sido derogados". Por ello, Vox y Ciudadanos han reclamado al Partido Popular que se promueva una moción de censura contra el presidente del Gobierno, a quien han acusado de ser "un aprendiz de dictador". Así reaccionaron los partidos tras la reforma legislativa que busca sortear el bloqueo del Tribunal Constitucional.

Según resumió Gallego, "para Abascal, que un Gobierno que cuenta con la mayoría suficiente quiera reformar el Código Penal es un golpe de Estado", pero se equivoca. "Eso no es un golpe de Estado", subrayó la colaboradora: "Un golpe de Estado es lo que le hicieron a Salvador Allende [en Chile, el 11 de septiembre de 1973] y ahí no se reformó ningún código, lo único que hubo que reformar fue el Palacio de la Moneda".

Otro ejemplo de "típica confusión", a la hora de hablar de golpe de Estado, es que "un Gobierno llegue a pactos con partidos independentistas" o, incluso, hacerlo solo con alguien que lleva coleta, como, en su momento, Pablo Iglesias. "[Pablo] Casado es un gran ejemplo de presbicia política, dado que veía golpes de estado al otro lado del puente aéreo [con relación a Cataluña], pero no los que se formaban delante de sus narices [en referencia a Isabel Díaz Ayuso]".

En definitiva, "es un clásico argumento que los conservadores llevan usando desde el siglo XIX", aseguró Cristina Gallego, que destacó que "cada vez que la izquierda llega a un Gobierno" la derecha dice que "es ilegítimo porque ellos se creen que son los verdaderos dueños del poder".

Lo que está claro, según la colaboradora de Wyoming, "la derecha ve golpes de estado en todas partes y esta clase podría ser eterna, porque todo les parece un golpe de Estado, desde el nombramiento de una ministra como fiscal general, pasando a unos indultos políticos e incluso interrumpir los plenos para evitar contagios de Covid entre sus señorías. Todo lo que les ofende es un alzamiento como que los trans tengan más derechos o que los sanitarios exijan mejores condiciones".

Así las cosas, "todo les parece un golpe de Estado menos el del 36, ya que para algunos fue un movimiento cívico militar". Según Gallego, "solo les faltó decir que Franco nunca fue un dictador, sino el mayor 'influencer' de España. Eso sí, la única manera de hacerle un unfollow era inmigrando del país".