"Me tocan todos los tarados": María alucina con su cita en 'First Dates'

'First Dates' emparejó este martes a Sergio con María, una mujer camaleónica y paciente que no abandonó su cita antes de tiempo por respeto y educación. La mujer, de 51 años, vivió una velada de lo más surrealista.

Nada más verla, Sergio sintió que era un bellezón, y no tardó tiempo en contarle que era peluquero y que leía también las manos. Ella, sorprendida, no tuvo más remedio que darle la mano para que le leyera el futuro, bajo la atenta mirada de Carlos Sobera, Matías y las gemelas. Sergio fue directo a la zona de la sexualidad y le soltó que tenía "pocas rayitas". María se sorprendió muchísimo al ver el primer tema de conversación que le sacó su cita nada más llegar al restaurante. "A mí me llaman el as de bastos", dijo él para rematar.

Ya en la mesa, Sergio siguió siendo el protagonista absoluto. Y no se cortó un pelo al confesarle a María que a él le gustaban las chicas más gorditas: "Me gustan con curvas y muy altas, o muy bajitas, pero no se puede tener todo". Incluso llegó a decirle que siempre había "tiempo de engordar", algo que a ella le horrorizó por completo: "Yo no voy a engordar, a mí me gusta como estoy".

Sergio quería también a una mujer que quisiera tener hijos y cuando ella le soltó que no podía, no tardó demasiado en sacar sus propias conclusiones. "Las mujeres casi no podéis tener hijos por la polución, la contaminación os está dejando estériles", se atrevió a decirle a la cara, cuando ella, en realidad, lo había dicho por su edad (51 años).

"Yo tengo hijos, pero no reconocidos", dijo en ese momento Sergio. "Los hombres podemos toda la vida". Ante la cara de incredulidad de su cita, el hombre le aclaró que había sido "donante de esperma" y que por eso había hecho esa afirmación. "En la vida se me ocurriría decir que tengo hijos no reconocidos porque he sido donante. Es de muy mal gusto", respondió ella en privado. "No hila muy bien, desde mi punto de vista. No sé... yo lo veo así".

La cita entre María y Sergio no podía ir peor, pero todavía quedaban sorpresas por descubrir. Sergio le confesó a María que su intención era la de acudir desnudo al programa: "Soy medio naturista y me gusta enseñar lo que hay". Ella prefirió ni imaginárselo, pero fue su cita quien insistió: "¿Te imaginas un enano saltarín como yo desnudo por aquí?".

Su reacción en privado no pudo ser más clara y rotunda: "¿De verdad, es de este mundo? Este hombre no vive una realidad, desde mi punto de vista. Al final, me voy a crear un complejo porque me tocan todos los tarados. ¡No puede ser!".

Pero si hubo algo que llamó la atención de María fue cuando Sergio le confesó que había estado a punto de casarse en tres ocasiones. Tres ocasiones fallidas en las que sus parejas se habían quedado con los pisos que él había comprado. "Todas se han quedado con el piso. Para evitar futuros conflictos se los dejé. Yo no los quiero". María se quedó completamente descolocada cuando Sergio le confirmó que cada vez que inicia una relación suele comprar un piso en lugar de alquilarlo. "El que se casa, casa quiere".

La conversación dio un giro radical cuando el soltero aseguró que el último piso lo tuvo que pagar vendiendo su coche y que el piso costaba 400.000 euros. "Imagínate lo que valía el cochecito, un modelo único". Ver para creer. "Yo nunca he tenido una cita como esta. ¡En mi vida! ¡Jamás!", comentó María. "Y tampoco he conocido a una persona con un cerebro tan surrealista. Me han dado ganas de levantarme".

En la decisión final, María le dio calabazas tras reconocer que tenían muy pocas cosas en común. Y no solo eso, es que Sergio no paró de hablar durante toda la cena, centrándose todo el rato en sí mismo. "Creo que no vives en el mundo real en el que vivo yo. Más que química, ha faltado hasta la conversación", le ha dicho María con toda la educación del mundo.