Lo que ve nada más entrar en 'First Dates' no le gusta: el motivo real de las calabazas a su cita

Gabriel llegaba este martes, 10 de mayo, al restaurante de 'First Dates' con la intención de encontrar a la que sería su tercera mujer, tras dos matrimonios que no terminaron como a él le hubiera gustado. Su cita para esa noche era Miriam, una joven que se definía a sí misma como controladora, pero de su propia vida, no de las de sus parejas.

La primera impresión fue muy positiva, al menos para él, que no dudaba en dejar claro a cámara lo guapa que le parecía la soltera con la que el 'dating show' le había emparejado: "Es muy atractiva, es una chica que se ve que gusta", ponía de relieve Gabriel, que además destacaba la cercanía geográfica entre ambos, todo un punto positivo para continuar conociéndose.

La opinión inicial de Miriam sobre él permanecía desconocida, ya que el programa optaba por mantener el misterio de cara a los espectadores, quizá porque en última instancia iba a resultar decisiva para el futuro de la pareja, como posteriormente se destaparía segundos antes de 'La decisión final'.

Los dos ponían de su parte a lo largo de la noche para conocerse, hablando de cómo eran tanto en gustos y aficiones como en lo relativo a las parejas, y todo apuntaba a que podrían salir del programa de la mano, ya que la charla fluía muy bien. La primera pista de que podría no ser así fue uno de los confesionarios de ella, en el que evidenciaba lo diferentes que eran a la hora de afrontar los problemas: él, más racional, más frío; ella, más emocional.

La segunda llegaría cuando los solteros salían al jardín a tomar el postre, donde Miriam se negaba en rotundo a cumplir el reto propuesto por el 'dating show' en el juego de las bolas: "Tienes que dejar que te dé un pico o un morreo". La negativa de ella parecía sentenciar su futuro juntos, y sus palabras a cámara no podían resultar, esta vez sí, más reveladoras: "A mí, personalmente, no me gustan los calvos. No me atraen físicamente", sentenciaba.

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Con esto en la mente llegaba la siempre temida 'Decisión final', donde Gabriel parecía no haber leído bien la anterior negativa de la joven a besarle: "Sí, tendría una segunda cita con ella porque la veo una chica muy activa, habladora, con ganas de hacer cosas. No sé lo que saldría, pero la veo bastante interesante".

Ella, en cambio, distaba mucho de su opinión. La razón era ya conocida por la audiencia, pero Miriam optaba por dar otros motivos con los que resultar, probablemente, menos hiriente en sus calabazas: "No tendría una segunda cita con Gabriel porque no he notado complicidad, veo que somos bastante diferentes en cuanto a carácter. Tú eres más mental, no te afectan tanto las cosas, y yo soy más controladora y también más sentimental. No sé, no he notado el 'feeling' necesario", valoraba frente a él. Gabriel se lo tomaba con resignación, despidiendo a la soltera con dos besos y el deseo de que le fuera bien en la vida, ajeno al auténtico motivo de su rechazo: su calvicie.