Antonio Hidalgo: "No volvería a presentar en la televisión nacional"

Durante años, Antonio Hidalgo Galán (Madrid, 1965) se convirtió en uno de los presentadores más habituales de la pequeña pantalla. El madrileño comenzó su andadura en la televisión gracias a su labor de cantante en diversas campañas publicitarias. A su madre, cantante de coplas en su juventud, no lo hizo demasiada gracia. Sabía, de primera mano, lo duro que era ese estilo de vida, por lo que en un primer momento se opuso a que fuera artista. Antonio, sin embargo, decidió hacer lo que realmente le gustaba.

El madrileño decidió dejar sus estudios de derecho y comenzó a formar parte de la orquesta de 'El programa de Hermida', en las tardes del fin de semana de Antena 3, y más tarde en 'El trampolín' y 'Una pareja feliz', en Telecinco. Hidalgo nunca pensó que acabaría poniéndose delante de las cámaras para hacer otra cosa que no fuera cantar.

"Creo que la televisión tradicional está condenada a la desaparición"

Fue la suerte la que cambió el destino de Antonio Hidalgo. Mon Santiso, copresentador de 'Sabor a ti' hasta el año 2000, no pudo un día acudir al programa por problemas del temporal, por lo que el director del programa propuso que Hidalgo le sustituyera. Fue así como pasó de ser cantante de la orquesta del programa a copresentarlo (2000-2002). Lo que no sabía el madrileño es que esa simple sustitución supondría un hito para su carrera. De la mano de Ana Rosa Quintana, 'Sabor a ti' fue uno de los programas de sobremesa de mayor éxito de la televisión española. Ese formato, producido primero por Martingala y posteriormente por Cuarzo Producciones, fue la llave de entrada de Hidalgo a la pequeña pantalla y a la popularidad.

Durante varios años Antonio Hidalgo se convirtió en uno de los rostros más destacados de Antena 3, presentando programas como 'Showmatch', 'Esto no es serio', o el reality 'X ti', junto a Paula Vázquez. Tras el final de 'Sabor a ti', pasó a conducir 'El primero de la clase' (2006) en Televisión Española, aunque fue una oferta laboral para presentar 'En esta noche' en la televisión autonómica de la Región de Murcia (7RM) la que volvió a reorientar la carrera del presentador. El enamoramiento de Hidalgo con esta ciudad cambió al madrileño de tal forma que no ha vuelto a presentar ningún programa en una cadena nacional.

PREGUNTA. Durante tu etapa en 'Sabor a ti', el magacín vivió su etapa más espléndida con medias cercanas al 27% y más de dos millones de personas. ¿Cómo fue trabajar en un programa con un éxito tan abrumador como aquel?

RESPUESTA. Tuvimos muchísimo éxito y me sentí un poco fuera de lugar. El programa se convirtió en un formato de referencia en la televisión española. Pasé de ser una persona absolutamente anónima a que la gente me reconociese por la calle. Es muy curioso. Aunque con el paso del tiempo te das cuenta que eso no tiene ninguna gracia.

P. ¿Qué supuso para ti convertirte en alguien popular casi de la noche a la mañana? ¿Cómo lo gestionaste?

R. Al principio, fue un verdadero 'shock'. Es muy fácil que se te suba la fama a la cabeza. Sales a la calle y la gente te saluda como si estuviera viendo a un extraterrestre. Pasas primero a los sitios, te invitan a comer en los restaurantes, te saluda gente importante que antes veías por la televisión... De repente, artistas que siempre había admirado sabían cuál era mi nombre. La verdad es que corres el peligro de convertirte en un imbécil.

Creo que a mí no me pasó porque yo no era demasiado joven en ese momento. Además, siempre he sido una persona que ha tenido una percepción bastante clara de la realidad. Yo que lo he vivido de primera mano, entiendo que haya famosos que estén endiosados. El resto del mundo colaboramos en que se les vaya la cabeza por la forma en la que los tratamos. Son seres humanos y tienen sus defectos y virtudes, como cualquier otro terrestre.

P. Compartiste plató con Ana Rosa Quintana durante tres temporadas. ¿Qué supuso para ti trabajar junto a ella en un programa diario?

R. Trabajar con Ana Rosa es una lotería. Cuando la conocí ya era una profesional importante dentro de la profesión, pero creo que nos conocimos en una etapa que fue un punto y aparte para su carrera. Descubrí que es una persona muy inteligente y absolutamente trabajadora. A Ana Rosa no le han regalado nada. Si tiene que entrar al programa a las 9 de la mañana se levanta a las 6 y media, se lee todos los periódicos, se prepara lo que va a hacer... Está muy informada y es una gran empresaria y gestora. A mí me tocó la lotería por cruzarme en su camino.

"Fui a Murcia pensando que sería una aventura profesional más y tuve un flechazo"

P. ¿Mantienes a día de hoy el contacto con ella? ¿Después de tantos años sigue ese cariño?

R. Cada uno ha tomado su camino. Yo la quiero mucho y me consta que ella a mí también. Seguimos hablando cuando surge. Ella mantiene conmigo una amistad después de muchos años, cuando no tendría porque. Se preocupa por mí y me ofrece su casa… De vez en cuando le pregunto cómo lleva el cáncer. Me responde que va fenomenal. Es una persona muy fuerte.

Las personas que llegan alto en la vida reúnen una serie de condiciones que las hacen especiales. Son personas inteligentes, con una gran capacidad de trabajo. Tienen un carácter muy sólido. Ana Rosa es así. Ella ha pasado por muchas cosas en su vida y eso ha hecho que tenga un carácter muy duro.

P. Tras presentar y participar en numerosos formatos televisivos en las principales cadenas del país, en 2008 arrancas una nueva etapa en 7 Región de Murcia al frente del programa 'En esta noche'. ¿Por qué ese cambio? ¿Qué te llevó a saltar a la televisión autonómica?

R. Después de participar en 'El club de Flo' (La Sexta) me hicieron una propuesta para presentar un programa en la televisión autonómica de Murcia. En ese momento el programa lo presentaba Carlos Lozano, pero querían darle un cambio. Fui a Murcia pensando que sería una aventura profesional más, pero acabé teniendo un flechazo con la ciudad. Me encantaron los sitios, el ambiente, el clima y la gente. Me recordó un poco a mi infancia, cuando iba a Andalucía a ver a la familia. A Madrid le tengo mucho cariño. Crecí allí y me dio mucho. Es una ciudad que puede aportarte mucho a nivel personal y profesional, pero te resta en calidad de vida.

P. ¿Nunca te afectó ese cambio?

R. No soy una persona ambiciosa. No le doy demasiada importancia a ser más o menos famoso, a tener más o menos dinero, o a tener un cochazo. Cuando estaba en Antena 3, era en primera línea de fuego. Eso está muy bien y te da muchísimas cosas. Sin embargo, te quita mucha intimidad y tranquilidad. En la guerra de la televisión nacional hay que tener la entrañas bien fuertes. Eso es a cuchillo. Tienes que estar riéndole las gracias a quien se las tienes que reír. A mí todo eso me daba muy igual. A veces me preguntan si quiero volver a la televisión nacional. Ante eso respondo que no. Aunque algunos pensarán: 'Claro, dice eso porque no lo quieren'.

"Si estuviera en televisión nacional no podría tener la libertad que tengo"

P. Entonces, ¿no echas de menos todo lo que supone estar en la televisión nacional?

R. Te doy mi palabra de que si a mí me llamaran de una televisión nacional, para meterme en un lío de estos, diría que no. No por nada, sino porque yo no tengo 30 años ya. No tengo esas ganas de pelear y de estar cada día sufriendo por llegar a unos objetivos de audiencia. No me apetece. Me gusta la vida que tengo ahora y quiero disfrutar de mis amigos, de mi mujer y de mi familia. Ya he hecho profesionalmente todo lo que tenía que hacer.

Tengo una libertad que, probablemente, no podría tener si estuviese presentando en la televisión nacional. Estuve años sin cogerme un verano de vacaciones. Terminaba 'Sabor a ti' en junio y tenía que quedarme a presentar 'Sabor de verano' hasta que volviese Ana Rosa. Tenía un hijo que no veía apenas porque no tenía tiempo.

P. ¿Te sentiste cuestionado o criticado por tomar aquella decisión?

R. El que se dedique a esta profesión, en la que vives como en un escaparate, no puede estar todo el día pendiente de las opiniones de los demás. Ese tipo de críticas no me afectan, porque hay personas que ni en tres vidas serían capaces de vivir todo lo que yo he vivido. Siempre pienso que aquellos que te critican en redes sociales, a través de un perfil anónimo, son personas que no han conseguido nada en la vida. Si lo hubiesen hecho, no tendrían tiempo para hacer eso. Por ahí ya no me pueden hacer daño.

P. En La 7 (antes 7 Región de Murcia) también has tenido momentos de gran tensión. ¿Cómo viviste el incidente de 'Ailoviu' en el que un hombre dijo abiertamente que le había pegado a su mujer?

R. Hice lo que pude, porque hay veces que tampoco puedes hacer más. Tienes que medir mucho las cosas, porque es un tema muy delicado. Lo único que quería en ese momento es que ese señor se callara la boca. Detrás de esa anécdota desagradable hay una triste realidad. En este país nos creemos que hemos evolucionado, pero aún queda mucho por hacer. No soporto el discurso de "ya todos somos iguales". No hay que dar la batalla por ganada. Esta lacra solo se puede acabar con educación e insistiendo mucho en transmitir los valores de igualdad a las nuevas generaciones.

P. La estabilidad en la televisión brilla por su ausencia. Si un programa no funciona se cancela. ¿Has pasado alguna vez "hambre" en este negocio?

R. Me siento muy afortunado porque no me ha faltado trabajo nunca. Cuando parecía que la cosa se estaba agotando aparecía una alternativa. Nunca he dejado de ganar dinero con esto. Sí que ha habido épocas que he ganado dinero de una forma desproporcionada y otras en las que ha sido algo más normal. Ahora, ingreso lo suficiente como para poder vivir dignamente y poder pagar mis gastos. Nunca me he visto ante la situación de tener que pedirle dinero a un amigo.

P. Parece que todos los profesionales que trabajáis en televisión os lleváis genial. ¿Cuál es la verdad? ¿Existe mucha envidia entre compañeros?

R. Muchísima. Es una profesión que está llena de envidia y de celos. Hay una apariencia de que todo el mundo se lleva bien, pero es mentira. No me parece que haya un ambiente sano en esta profesión. Probablemente, en formatos como 'Sálvam'e, en los que venden un enfrentamiento permanente, haya más amistad y cariño que en programas en los que parece que todos se llevan genial.

Creo que hay bastante hipocresía. Dependiendo del nivel de importancia en el que estés, más amigos tendrás. Si vas bajando escalones, en lo que a estatus se refiere, verás cómo te vas haciendo más invisible. Por eso, yo valoro que Ana Rosa, después de 15 años sin trabajar juntos, me invite a la boda de su hijo, o a su casa de la playa.

"Es muy importante poner límites. Acepté trabajos que sabía que no tenía que hacer"

P. Desde que empezaste en televisión en 1991 el sector ha cambiado muchísimo. ¿Hay algo que no te guste de la televisión actual?

R. La verdad es que no veo mucho la televisión. Principalmente, consumo plataformas de 'streaming', aunque cuando sucede algún acontecimiento importante sí que la veo. Creo que la televisión tradicional está condenada a la desaparición. A mí tampoco me despierta mucho interés, la verdad.

P. ¿Cuál ha sido el momento más gratificante que has vivido en un plató de televisión?

R. Evidentemente, mi etapa en 'Sabor a ti' fue muy importante, ya que fue mi llave de entrada. Fue lo que me dio el acceso a este mundillo. Sin embargo, con cosas más pequeñas y humildes me he sentido más satisfecho, porque sentía que eran obra mía. El programa 'Ailoviu', de 7 Region de Murcia, era un programa diario de dos horas, que se hacía en directo. Eso me lo he comido y me lo he bebido yo todos los días. Con un equipo muy reducido de personas hacíamos televisión de la nada. Era un milagro diario. A día de hoy, se sigue emitiendo y sigue dando buenos datos de audiencia. Me siento orgulloso de que todo ese sacrificio y sufrimiento haya tenido reconocimiento.

P. De lo bueno a lo malo. ¿Qué momento te gustaría borrar de tu memoria?

R. Me podría haber ahorrado ciertas cosas. En ese momento, no tuve valor para saber decir que no. Para que te vaya bien en esta profesión, también es muy importante saber poner límites. Acepté hacer trabajos que sabía que no tenía que hacer. En esta vida hay que tener personalidad y no dejar doblegarse por nada. Que al final, si las cosas no salen bien, sea por culpa tuya y no por el error de otros.

P. Presentador, cantante, actor e incluso monologuista en 'El club de Flo'. ¿Qué otra faceta te gustaría probar?

R. Me queda la espinita de haber hecho algo bonito en la radio, que es un medio que me encanta. Soy un obrero de la profesión. No me considero brillante, pero si he conseguido estar 20 años dedicándome a esto, es porque hay gente que le gusta mi trabajo. Me quedo con eso.