"Yo me voy ya, adiós": Jesús Calleja saca su lado más sensible con Amaia Salamanca

Aunque suele ser poco habitual, el conductor de 'Planeta Calleja' se ha convertido en noticia durante su aventura con la invitada Amaia Salamanca. Jesús Calleja no ha podido evitar compartir algo con ella, y con todos los telespectadores, al pisar un campo santo histórico.

El presentador y la actriz se encontraban pululando por mitad del norte de Kirguistán cuando detuvieron su viaje para apearse en un interminable cementerio. Mucho antes habían convivido con nómadas, montado a caballo y hasta derrapado en bici por unos impresionantes parajes de la Asia Central poco vista en televisión.

"No puedo ir a un cementerio donde van a enterrar a un amigo o familiar"

"Una cosa que no hemos hablado de este país, que ha pasado completamente desapercibido: que son musulmanes", le explicaba Calleja a Salamanca tras percatarse de no haberse topado con ninguna mezquita, símbolo o la simple vestimenta de sus lugareños que recuerde a dicha religión.

Este lugar, de hecho, era el único que podía dar señales de la cultura que seguían y siguen sus habitantes. "Nunca he ido a cementerios, no he ido ni a los entierros de mis familiares", amagó a confesar la actriz, mientras contemplaba tan extraordinaria, a la par que silenciosa estampa del campo santo.

Es cuando, por sorpresa, Calleja aprovechó para sacar su lado más íntimo con la artista: "Nos parecemos en muchas cosas. No puedo ir a un cementerio donde van a enterrar a un amigo o familiar". Y añade: "Incluso al de mi hermano no fui y me quedé con mi madre en un lugar muy bonito hablando de lo bonita que fue la vida de mi hermano. Tampoco fue mi madre, no la dejé ir, nos quedamos los dos juntos".

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Una historia que cortó en seco para pedirle a su invitada marcharse de aquel lugar que tan sensibles recuerdos le estaba trayendo. "Yo me voy ya... No quiero más cementerios. ¡No me gustan! Definitivamente, no me gustan, borrados, adiós", exclamó el conductor del espacio de viajes de Cuatro después de hablar de la muerte de su hermano Julián, que no pudo superar un duro cáncer.