"Aquí no estamos para calmar a nadie": Iker Jiménez, contra las acusaciones de "agorero"

Iker Jiménez ha recibido 2022 en 'Cuarto milenio' haciendo un extenso balance del pasado año, marcado por la vacunación y, en sus últimos compases, por la extensión de la variante ómicron de coronavirus. El periodista ha echado la vista atrás y ha reflexionado sobre cómo la pandemia ha dejado al descubierto las costuras de la sociedad.

"A pesar de llevar ahora 31 años de profesión, seguramente en estos dos últimos he aprendido más cosas que en el resto. Me da la impresión de que esta pandemia desvela un poco los engranajes con los cuales hemos construido nuestra sociedad y 'tira que te va', como se suele decir. No se ven los rotos del barco hasta que no llega el temporal", ha confesado Jiménez.

"Llevo 31 años de profesión y en los dos últimos es cuando he aprendido más"

El presentador del programa de Cuatro ha mostrado su preocupación por la división social que ha provocado el virus: "El enfrentamiento entre las personas es lo que a mí me deja realmente bloqueado. Los bandos irreconciliables son propios del ser humano. Esos bandos están entre los médicos, entre los políticos, entre los comunicadores. Incluso entre los que niegan el virus".

"Las personas que intentan ser libres e ir hacia delante estamos como esquivando balas. Muchos compañeros de este equipo no han podido hacerlo y es que quizá sea estadísticamente imposible [...] Les deseo una prontísima recuperación a los que están enfermos ahora. Al final esto se supera en la inmensa mayoría", ha ansiado Iker, aunque también ha hecho referencia a aquellos conocidos que están en las UCIs de los hospitales, padeciendo la peor cara del Covid-19.

A partir de este momento, el discurso del rostro de Mediaset España se ha vuelto más tajante: "Los poderes fácticos intentan calmar siempre. Nosotros no estamos aquí para a calmar a nadie, no somos 'calmadores', no hemos estudiado para eso, somos 'contadores' de cosas. ¿Que se cometen errores a veces? Seguramente. Lo cierto y verdad es que no deseamos engañar a nadie".

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"No quiero ser agorero, porque es la sensación que le da a uno cuando avisa y no le creen, que es lo que pasa en los círculos más cercanos y lejanos, Bueno, también es algo propio del ser humano. ¿Por qué vas a creer algo que no tiene buena pinta? A mí me da la impresión de que los que menos saben son lo que más claro lo tienen. Esos no dudan jamás, ¿eh? Estos te dicen la verdad a la cara y a los dos meses están con otra verdad. Yo, sinceramente, soy un tipo que se queda observando y no se fía ni de su sombra", ha opinado el comunicador.

"A ver si se piensan que a mí me gusta esta movida. Todo lo contrario, este virus surgió de forma extraña y no sabemos quién nos lo legó. En sus diferentes ramificaciones, pues está haciendo su papel, pero no podemos confiarnos. Yo espero, queridos amigos, que la inmensa mayoría de médicos tengan la razón, aunque yo no tenga ninguna evidencia", ha deseado el vasco, que espera que 2022 sea el bueno, ese año en que nos despidamos del maldito virus: "A ver si nos deja ya en paz, ya toca. Ya nos ha zarandeado bastante. Ojalá cuando digamos 'feliz 2023' en 'Cuarto milenio' esto solo sea un recuerdo. Un recuerdo muy trágico que nos ha mostrado que las verdades absolutas no existen y que, a veces, dudando se extraen mejores conclusiones que verdades inamovibles de un lado o de otro".