Kiko Matamoros acuchilla a 'Sálvame': sus puñaladas por Antonio Canales y Rocío Carrasco

Kiko Matamoros regresó este lunes, 23 de agosto, a 'Sálvame' tras sus merecidas vacaciones, pero el colaborador lo hacía con cara de muy pocos amigos. Desde el programa se le remarcaba desde el inicio que si no estaba a gusto la puerta siempre está abierta, para él y para todos, y desde ese preciso instante Kiko explotaba sin miramientos por todo lo que le había parecido mal durante los últimos meses: desde el despido de Antonio Canales en directo a cómo se abordó la docuserie de Rocío Carrasco.

Kiko Hernández, presentador de la jornada, tiraba entonces del hilo para conocer el origen de su malestar, y Matamoros no se cortaba en absoluto: "No sé si se puede hablar con libertad, si es conveniente o no, pero el despido de Canales me pareció la forma más fea de humillar a un profesional. Lo he visto esta mañana y verdaderamente no me he sentido orgulloso de trabajar en este programa viendo como se han hecho las cosas", aseveraba con contundencia.

"El día que se sacó del plató a Antonio Montero nos teníamos que haber ido todos"

"Lo siento mucho porque sé que son decisiones que a veces se toman en aras del espectáculo y supongo que sin la voluntad de hacer daño a la gente, pero creo que un profesional, bueno o malo o regular, se merece todo el respeto. A veces hemos jugado a eso, pero sabíamos a lo que estábamos jugando. No me ha gustado absolutamente nada, aunque tampoco lo que ha dicho él sobre el programa", agregaba acto seguido.

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Hernández ponía de manifiesto que los datos de audiencia han bajado, aunque subrayando que las cifras van por rachas, instante en el que su compañero le cortaba para poner el foco en otra cuestión más importante: "Creo que es innegable que los números de 'Sálvame' no son los mejores, pero el origen no lo sitúo donde él. El problema no es lo que ha contado Rocío Carrasco, sino cómo se ha tratado aquí. Hay gente que nos ha dado la espalda por cómo lo hemos abordado. Si no somos conscientes de ello, tenemos un problema como la copa de un pino. Creo que nos hemos equivocado mucho, todos. Han faltado pelotas, muchas. Y han sobrado pelotas también. Al primero, a mí, pero también a otros compañeros".

Acto seguido, Matamoros hacía hincapié en un momento concreto que considera representativo en este sentido: "Creo que el día que se sacó del plató a Antonio Montero nos teníamos que haber ido todos. Cuando hablas de determinados temas a partir de ahí hay una estigmatización, y eso es algo antidemocrático. Yo aquel día estaba fuera y no me enteré muy bien. Cuando volví al plató me lo contaron y pensé que teníamos que haber parado aquello, que por una opinión no se puede echar a nadie, vejarlo o atropellarlo. No hay necesidad de ello. No tengo ningún problema en hablarlo con Carlota Corredera. Con ella o con quien sea".

Por último, Kiko Matamoros afeaba también el hecho de haber traído a Makoke a 'La última cena', con todo lo que ella representa para él: "Entiendo que está muy bien traer a Makoke el jueves, forma parte de todo esto. No me molesta, pero me duele. Entiendo profesionalmente que se la traiga al plató, pero en lo personal me duele. Me duele porque además yo no he participado en este programa por un tema económico, presupuestario, y no sé lo que habrá costado traerla. Supongo que no mucho, pero tampoco sé lo que aporta al margen de este momento. Yo he considerado durante mucho tiempo que esta era mi casa y, de alguna manera, pensaba que no se iban a compensar determinadas actuaciones. Creo que la mayoría de la gente que trabaja en este programa es conocedora de ellas, algunas se han hecho públicas y otras no".

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Tras todo este discurso, Kiko Hernández se preguntaba si se estaba planteando dejar 'Sálvame' por todas estas cosas, por esta desilusión que se encontraba manifestando: "Es una posibilidad, que me vaya, y otra que me echen. Yo no quiero que me echen, me gusta esto, la tele y 'Sálvame'. Este es mi trabajo y estoy a gusto, normalmente. No tengo ningún interés en irme mañana, pero si me tengo que ir, me voy. No me cuesta nada".

"Me ha faltado honestidad en estos meses atrás. He pasado sobre ascuas y he intentado en alguna medida no contribuir al desgaste mío ni de mi programa, pero creo que no ha sido lo correcto. Ha sido una decisión errónea. Es posible que incluso lo haya pagado yo mismo, que el mayor daño me lo haya podido hacer yo. No he estado a la altura de las circunstancias, pero probablemente me hubiera tenido que ir si hubiera dicho algunas de las cosas que pensaba. Por evitar el conflicto con los compañeros, porque es desagradable, he tratado de evitarlo. Ha sido un acto de deshonestidad por mi parte, aunque creo que he defendido algunas cosas hasta el límite de lo correcto", sentenciaba realizando cierto tipo de autocrítica y dejando claro el motivo de su malestar.