Desastrosa cita en 'First Dates': "Me ha deprimido, me ha hundido en la miseria"

Tener una cita a ciegas es como lanzar una moneda al aire. Puede salir bien o salir mal, y en esta ocasión a Mar le ha tocado vivir en 'First Dates' la cruz de la moneda. Lucio, su pareja durante al velada, no podría haber resultado más opuesto a ella, lo que llevó a que la joven se desesperase durante la cena hasta el punto de acabar exclamando que la había "hundido en la miseria".

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Una de las primeras preguntas que se suelen hacer los invitados del programa de Cuatro es interesarse por las aficiones, para ver si ahí nace un nexo común sobre el que construir. En este caso, no podía haberles alejado más, ya que lo primero que Lucio destacaba era que tocaba el ukelele: "¡Puff, el ukelele por dios! Yo creo que si le quieres bajar el ánimo a una mujer le tienes que decir que tocas el ukelele. Ahí ya me derribó".

"Yo soy una persona muy dinámica, muy nerviosa, siempre me gusta estar haciendo algo. Y a él le veía tan tranquilo, tan tranquilo... y toca el ukelele, ¡hay que joderse!", exclamaba Mar en uno de los confesionarios.

Pero ella no se quedó ahí, pues parecía querer vomitar a cámara todo lo que a él, por educación, no le podía decir durante su conversación: "Lo veo triste..., bueno, a lo mejor es que es su carácter. Lo veo una persona muy rara. Este hombre me ha deprimido tremendamente. Que es dificilísimo a mí hundirme en la miseria... ¡y me hundió en la miseria!"

El colmo para ella fue cuando él, sincerándose, le confesó ser una persona muy positiva y optimista, algo que poco o nada tenía que ver con lo que estaba demostrando en el espacio de Carlos Sobera: "De positivo tiene lo que yo de... invisible. De positivo no tiene nada. Es un triste... ¡ni una sonrisa!. El gesto serio siempre...", comentaba ella.

Una cita, dos realidades

Ambos parecían vivir en realidades opuestas, tanto es así que Lucio llegaba a afirmar que "la conversación ha sido muy fluida. Sin problema ninguno, muy relajados... bien, bien", una valoración que nada tenía que ver con lo que Mar estaba realizando en paralelo: "Casi exploto, casi levito. Porque fatal, la cita fatal. Horrorosa. Es que no puedo decir otra cosa".

Por todo esto, ella lo tenía claro en "la decisión final". Le faltó tiempo para responder a si tendría una segunda cita con él: "No, para nada. No es nada afín a mí, es más serio. Es muy serio para mí, es muy de otra manera. Totalmente distinta. No encajamos". A Lucio no le quedó más remedio que asegurar lo mismo, abandonando con tensión el espacio sin despedirse siquiera.