La impecable actuación de Blanca Paloma, que ha pasado desapercibida para Europa en la final de Eurovisión 2023

Actuación soberbia la que nos ha regalado Blanca Paloma este sábado en la gran final del Festival de Eurovisión. La ilicitana ha vuelto a sorprender con un directo impecable y una seguridad que la ha caracterizado desde el Benidorm Fest.

La puesta en escena de España ha sido una continuación de lo que ya vimos en Benidorm, aunque adaptada a las posibilidades técnicas del escenario del Liverpool Arena. Blanca Paloma ha empezado su actuación dentro de un círculo de invocación que recrea el mantón que le dejó su abuela Carmen, quien le transmitió su pasión por el flamenco. Una imponente estructura de flecos de 3,5 metros de altura que ha envuelto a la artista y a las bailaoras que la han acompañado en un abrazo que rememora los mantones de manila que usaban sus abuelas.

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Xabier Migelez

Tras el arranque de Eaea y abandonar el círculo de invocación, se ha producido uno de los momentos más emotivos de la actuación. Ha ocurrido justo cuando Blanca Paloma ha cantado "Mi niño, cuando me muera. Que me entierren en la Luna. Y toa' las noches te vea. Toa' las noches meno una". La artista ha vuelto a cantar cada nota con delicadeza mientras se agachaba para cantarle a su chiquillo, con una enorme luna que se apreciaba a sus pies.

En el Benidorm Fest, impresionó con un plano cenital en la que la artista miraba fijamente hacia la cámara, pero en Liverpool, debido a las limitaciones del estadio, la delegación lo ha sustituido por una perspectiva diagonal con un pequeño zoom out.

La tercera y última parte de la actuación es la que ha presentado más cambios, en cuanto a planos e iluminación, con respecto a los ensayos del sábado. Por un lado, hemos visto un llamativo plano cenital en el que se veía a Blanca Paloma y sus mujeres, haciendo el rito en la pastilla central del escenario de Eurovisión, formando un ojo.

La producción del espectáculo ha incorporado también pantallas en los laterales del escenario y focos a ras de suelo, creando flashes de luz que han enfatizado el trance de Eaea. De este modo, la artista ha intentado hipnotizar a todo el público de Europa con una puesta en escena envolvente y cautivadora.

El último gran cambio ha sido la nota final de la canción. La representante española ha sustituido la nota sostenida por la nota final de la versión del estudio, algo que nunca antes habíamos escuchado. Un deje que hace aún más personal su propuesta y que demuestra la gran versatilidad y capacidad de innovación de Blanca Paloma.