Jordi Cruz: "Mi trayectoria ha estado marcada por llamadas que me han cambiado la vida"

Jordi Cruz Pérez (Barcelona, 1976) sabía desde pequeño cuál era su meta: ser presentador de televisión. Y lo consiguió a lo grande, presentando durante seis años el programa de manualidades Art Attack. Pero ese solo fue el comienzo de su carrera, ya que también dirigió en 2009 el concurso musical Número 1 y hasta formó parte del primer reality para internet —Uno de los nuestros— de la mano de David Bustamante.

PREGUNTA. ¿Qué quería ser Jordi de mayor?

RESPUESTA. Yo soy de este perfil que siempre ha tenido claro lo que quería hacer en la vida, quería ser presentador. Veía mucho en la tele a Emilio Aragón, Jesús Puente, Mayra Gómez Kemp en el Un, Dos, Tres y me decía "yo quiero ser eso". De hecho, jugaba en mi habitación a ser presentador y me hacía mis propios formatos hasta con decorados. Recuerdo que tenía cámara 1, cámara 2 y cámara 3 y jugaba a hablar en los diferentes planos.

Todas las mañanas, antes de vestirme para ir al cole, hacía un programa y me inventaba una llamada. Me acuerdo perfectamente que tenía como un panel con marcas de helados para preguntar a cuál querían dar la vuelta y ver el premio que les tocaba.

P. ¿Por qué surgió la oportunidad de empezar a trabajar en televisión?

R. Hice el Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y el Curso de Orientación Universitaria (COU) y cuando estaba estudiando la Selectividad le propuse a mi padre un trato: si aprobaba podía tomarme un año sabático para hacer todo lo que tenía en la cabeza: radio, tele... Y aprobé. Recuerdo que ese año salía de casa a las 8 de la mañana y volvía como a las 2 de la madrugada. Hacía televisión local, daba clases de teatro y en cualquier lado que se necesitara a alguien para llevar una cámara, allí estaba yo. Fue un año fantástico. Existía esa red de teles y radios locales donde realmente podías practicar eso que tenías dentro.

Un día un amigo me dijo que había ido a Madrid a hacer un casting para Club Disney. En ese momento, cogí a mi amigo Paul para que me grabara un vídeo y mandarlo. Al día siguiente me llamaron por teléfono, yo estaba en mi casa en Barcelona y me dijeron que me querían hacer una prueba esa misma tarde en Madrid. Tenía que coger un avión y mis padres estaban trabajando y yo no tenía ni tarjeta de crédito. Mi padre le pidió a la panadera que me dejara el dinero para comprar el billete y a Madrid que me fui. Mis padres me apoyaron mucho. A los dos días me llamaron que me habían cogido, me emociono aun recordándolo.

P. ¿Cómo acabaste estando al frente del emblemático programa Art Attack?

R. Un día llegué a las oficinas de Disney y estaban haciendo los castings para Art Attack. Me metieron en una sala porque querían ver cómo me desenvolvía y antes de salir por la puerta se juntaron los directores que me habían hecho la prueba y me dijeron: "Jordi, te vas a Londres a trabajar". Y durante un tiempo estuve compaginando Club Disney con Art Attack, que se grababa durante 15 días al año en Inglaterra.

P. El programa estuvo en antena de 1998 hasta 2004: ¿cómo recuerdas esa época?

R. Yo me planteo todos los proyectos desde un punto de inocencia y de disfrute, para hacerlo lo mejor posible y luego ya se verá. La verdad es que fue un tiempo fantástico, me reencontraba con el equipo todos los años y nos contábamos lo que nos había pasado esos meses. Yo recuerdo como un momento muy duro la grabación del año en el que perdí a mi madre. Supongo que todo eso que generábamos ahí de alguna forma traspasó la pantalla y os llegó a vosotros. Lo disfrutábamos todos al 100%. Cuando decían "corten", al momento nos poníamos música y estábamos bailando hasta que retomábamos.

El segundo día de grabaciones me puse encima de la mesa y todos los ingleses decían "qué hace" y el director me dijo: "Muy bien Jordi, haz lo que quieras". Al fin y al cabo esa era mi marca personal, yo estaba haciendo mío todo el plató. Por ejemplo, lo de artemaniacos no lo decían en otros países. Siempre digo que Art Attack ha sido como un remember, porque cuando yo lo estaba haciendo los espectadores eran niños y ahora han crecido y el programa les ha marcado. Yo nunca me planteé que pasados 20 años me iban a seguir queriendo, por eso todo ese agradecimiento y cariño es muy orgánico.

P. Mucha gente no sabe que también prestaste tu voz a dos personajes muy conocidos.

R. Cuando hacía Club Disney surgió la oportunidad de doblar a Flik, la hormiga protagonista de la película de dibujos animados Bichos y me lo pasé muy bien. Después me llamaron para doblar a Fred Weasley, el hermano de Ron Weasley, en la saga Harry Potter. Con el doblaje disfruté, pero no al 100%. Entonces, creo que hay muchos actores de doblaje formados que disfrutan al 120%. Fue una experiencia, pero me aparté a un lado porque uno tiene que saber leerse a sí mismo y yo supe entender que no era lo mío. Para mí es importante dejar el puesto a alguien que sí lo va a disfrutar al máximo.

"Cuando una persona no sale en televisión parece que está desaparecido"

P. Y no solo eso... también creaste y dirigiste el concurso musical Número 1.

R. Es de las cosas que más orgulloso me siento. Soy una mente pensante y siempre estoy haciendo formatos nuevos. Acabé liando a mis amigos para grabar un piloto que consistía en buscar al artista número 1. Un día, yendo a Neox a una reunión, enseñé el teaser y me dijeron que querían ese programa. Yo me quedé loco pensando que había vendido mi primer formato de televisión que además iba a dirigir.

P. Tras este programa, pasó algún tiempo hasta que te volvimos a ver.

R. Cuando una persona no sale en televisión parece que está desaparecido. Sí que es cierto que a raíz del fallecimiento de mi madre yo necesitaba estar con mi familia y me fui a Mallorca. Durante esos años hice mucha radio local, ayudaba a mis colegas a hacer los video flyer de sus fiestas…

Siempre he dicho que uno tiene que perseguir el sentirse realizado y eso no tiene nada que ver ni con las audiencias, los públicos o el canal en el que lo hagas. He dejado de lado el estar siempre presente o el buscar todo el rato en el foco. He dado clases de manualidades por España y Latinoamérica y eso también es comunicar, aunque no haya una cámara grabando. Tras unos años empecé en Cadena 100 y tras una polémica en Twitter con mi alter ego (Jordi Cruz, el cocinero) todo el mundo me volvió a encontrar.

P. Este mes de mayo has estado en el programa Liverpool Calling de Eurovisión, ¿cómo se vive desde dentro?

R. Yo soy eurofán de toda la vida, estoy muy agradecido de que pensaran en mí. No me pudo tocar mejor compañero, Xuso Jones. Él hizo que me riera mogollón y que desactivara ese piloto automático, de estar pendiente de todo, para disfrutar de lo que estaba ocurriendo.

P. ¿Dónde te ves en 10 años?

R. Espero tener salud (y que la gente de mi alrededor la tenga), eso es lo más importante. Y luego, que venga lo que tenga que venir. Hay proyectos encima de la mesa, pero mi profesión tiene ese punto que de pronto estás tranquilo y suena el teléfono y te ofrecen hacer algo tan loco que cambia tu vida. Mi trayectoria profesional está marcada por llamadas que han cambiado mi vida: la llamada de Art Attack, la de Club Disney... las agradeceré siempre.