Antonio Resines sobre el final de 'Los Serrano': "No había forma humana de rematar aquello"

El actor ha visitado ‘Viva la vida’ para charlar con Toñi Moreno, y juntos han charlado sobre Antonio, en su época en ‘Los Serrano’, una de las series más queridas de la televisión. Su inesperado final, decepcionante para algunos de sus seguidores, es algo que todavía recuerda el público y el actor tiene asumido que allá donde vaya le van a hacer la recurrente pregunta de "¿por qué terminó así?".

El actor explica en su libro lo que significa este "recurso literario" del sueño, y que él mismo ha denominado "El Resines". "Se conoce como el recurso utilizado por guionistas cuando se tiene que terminar una serie, de repente, sin dar explicaciones de los acontecimientos anteriores", explicó, haciendo gala de su buen humor.

"Se había ido liando capítulo a capítulo"

Para Resines la explicación es sencilla: "La cosa se había ido liando capítulo a capítulo, llegó un momento en el que se les había ido tanto de las manos que no había forma humana de rematar aquello y algún iluminado dijo: '¿Y si fuera todo un sueño?', y así se quedó".

Diego Serrano, su personaje, había estado dormido 145 capítulos, o lo que es lo mismo, 170 horas. Aun así, el actor recuerda la grabación del desenlace: "Fue divertido. Hubo que poner tacos en las patas de la mesa de la cocina para que diera la sensación de que los niños eran más bajitos. A alguno tuvieron que ponerle peluca, tapar la barba de los actores que hacían de mis hijos pequeños y teñir un poco la mía".

"La serie fue muy importante para mí. Yo ya tenía una carrera y había hecho películas y demás antes, pero se convirtió en un fenómeno. Fue una cosa tan asombrosa... es más, se sigue poniendo todos los días en FDF y la gente sigue viendo y se acabó hace diez años. Me extraña mucho que haya crios de diez años que me conozcan y me llaman Diego. Se incorporan a 'Los Serrano' nuevas generaciones", señala.

"Más de sesenta jamones"

"Tuvimos una suerte brutal porque el que eligió el reparto acertó de pleno", aseguró el actor, dejando claro que "hizo muy buenos amigos allí". "Belén Rueda es un genio, una actriz asombrosa, Bonilla un anormal, pero el mejor anormal que conozco", explicó.

Resines recuerdó con cariño los 5 años de grabación de la serie, y el ambiente en los rodajes y confesó que los jamones de la taberna eran de verdad y que cayeron varios, unos sesenta escribe en el libro, sobre todo a manos de su compañero Jesús Bonilla. El actor reconoce además que los viernes por la tarde, tras el rodaje, además de buen jamón también caían algunas cañas de cerveza.