Raúl Gómez: "Estamos en una época achuchada y a todos nos ajustan las tuercas al máximo"

Raúl Gómez se lanza a una nueva aventura en televisión. A partir de este lunes, el que hasta hace poco era reportero de Así nos va (laSexta) se cambia de bando con el programa Negocia como puedas para las tardes de Cuatro (15:30 horas). Producido por Mandarina (Lo sabe no lo sabe), el reportero más desvergonzado de la televisión, junto a Miguel Martín (Anda ya), se montarán en una furgoneta negra para buscar el concursante que mejor sepa regatear de toda España.

Los participantes tendrán que encontrar, en un breve lapso de tiempo, las respuestas correctas a las preguntas de los presentadores utilizando a otras personas que se encuentren por la calle. El concursante tendrá que ‘comprarle’ la respuesta al viandante y pactar con él una cantidad de euros sobre la base de una cifra que la organización les entregará en metálico instantes antes de formular la pregunta. El concursante ganará la cifra que conserve tras la negociación y el voluntarioso ciudadano que le ayude se llevará la cantidad pactada. Eso sí, siempre y cuando la respuesta sea la correcta. Vanitais  ha hablado con Raúl Gómez, que regresa a la calle para hacer lo que mejor sabe: ser descarado.

¿Y no tienes ganas de meterte en un plató y dejar la calle?

Llevó muchos años en la calle. Tiene muchas cosas buenas, que tiene mucha gente con la que jugar. Pero tiene muchas cosas malas. En invierno hace mucho frío y en verano hace mucho calor. A veces me gustaría estar en un plató, con aire acondicionado, sentado en una silla y dando paso a las noticias del día. Mi jubilación la espero así, cuando ya me haya recorrido toda España y haya sudado mucho. Con un pronter que me ponga lo que tengo que decir.

Entonces, ¿cuál sería tu programa perfecto?

Mi programa perfecto sería los informativos de mediodía.

Para irte pronto a casa…

Exacto. Doy las noticias al mundo, que eso está muy bien, y me voy a casa. Así cambio de registro (Risas).

¿En qué te has fijado de Juanra Bonet (‘Lo sabe no lo sabe’)?

Yo soy más desenfadado. Juanra es un crack. Lo hace muy bien y no se le puede poner un pero. Me gusta Lo sabe no lo sabe. Ya me gustaba Juanra en CQC. Lo que pasa es que tenemos una forma de hacer televisión distinta o nos comportamos con los concursantes de otra forma. La comparación es evidente por el tipo de concurso pero creo que nos distanciamos en cómo lo hacemos.

¿Y qué pasa con ‘Así nos va’? ¿Te vas porque termina o es una decisión personal?

No tiene nada que ver. Yo espero y confío en que vuelva Así nos va porque sería una gran noticia para España. Que un programa de humor regrese siempre es una gran noticia. Un equipazo como ese liderado por Anna y Flo es un fenómeno. Llevo dos años con ellos y sólo quiero verlos en televisión. Quiero que vuelvan.

Este proyecto me lo ofrecieron, hicimos el piloto y salió bien. Aproveché el parón de verano y hubiese sido tonto si no hubiese aceptado esta oportunidad. Cambio la playa por la furgoneta.

Te quedas sin vacaciones…

¡Pero no pasa nada! Queremos que el público español también se quede sin siesta y así cambiar sus hábitos.

¿Qué te dice Mediaset respecto a la continuidad del programa?

Si la cosa va bien imagino que continuaremos una temporadita más. Yo me conformo con estrenar con un 26 o 27% y luego bajar un poquito hasta un 18 o un 20%, que sería una audiencia maravillosa (Risas). A nivel del Un, dos, tres.

¿Y cómo ha sido la primera toma de contacto con los concursantes?

Llevamos fuera ya dos semanas, con más de 20 concursantes. Me he encontrado de todo, mucha gente divertida. La verdad es que cada persona es como un huevo Kinder. Cuando las abres encuentras gente maravillosa en la calle. Da gusto encontrar gente que tiene buen rollo, que tienen ganas, que son optimistas, que se alegran cuando les das dinero. Porque hay personas que no se alegran y son muy raras. Lo importante es que sean mayores de edad. A partir de ahí entran todo tipo de personas.

Hay que hablar de la competencia… Si ‘Así nos va’ vuelve sería uno de tus rivales

Sería genial. A mí la palabra competencia no me gusta mucho. Me gusta más la palabra cohabitar, coexistir, compartir… Hay mucha gente en el mundo y hay gente para todos.

También tienes a ‘Sálvame’…

Tenemos una competencia bastante interesante. Sálvame, que lleva años triunfando, las series y las telenovelas que funcionan muy bien. Esperamos arañar un poquito de cada uno. Con un 1% de cada cosa nos quedamos bien, tampoco es pedir mucho.

¿Y a ti se te da bien regatear?

Yo me he dado cuenta con este concurso que no tengo ni idea de regatear. Hay que ser más pícaro en la vida es lo que me está enseñando el programa. Hay que dejar caer los ojos como para dar pena. Hay cosas en la vida que me faltan por aprender y de aquí voy a salir hecho un hombre de los pies a la cabeza y un negociador innato.

¿En televisión con qué se regatea?

(Risas) Es época achuchada y nos están ajustando al máximo las tuercas. El regateo siempre ha existido, no es algo de ahora. En televisión se regatea como en cualquier sitio. Esto es como un partido de fútbol.

¿Cómo ves la televisión actual?

La crisis ha hecho que cada vez se arriesgue menos con formatos grandes. Todo tiende al low cost. Ya se hacen muy poco grandes apuestas televisivas. Existe internet, que es una vía que todavía hay que explotar. La gente joven ve lo que quiere ver en cada momento. Tienen en el ordenador la serie que quieren ver cuando les de la gana. Hay que adaptarse a todo esto. Espero que la cosa cambie, pero que cambie a la par que España. Que reine el optimismo y que todo suba para arriba.

¿Crees que se apuesta muy poco por los nuevos rostros?

Es difícil entrar pero más difícil es mantenerse. Puedes entrar un ratito pero lo más fácil es que no vuelvas más. Para mí el objetivo es siempre estar haciendo algo, sin hacer mucho ruido, pero sin parar. Si tienes la suerte de elegir programas que te llenen un poco ya es cojonudo. Como presidente de una cadena, si tengo un rostro que funciona, no me voy a arriesgar a cambiarlo. Es verdad que hay gente muy buena a la que le falta una oportunidad.