China reconstruye el nuevo portaaviones Ford de los EEUU para hundirlo en el desierto
El ejército chino amplía su campo de prácticas en el desierto, fabricando una réplica a tamaño real del nuevo superportaaviones de la clase Ford y los últimos barcos americanos
Nuevas imágenes orbitales de la compañía privada Planet Labs Inc. han identificado una reproducción completa del nuevo superportaaviones USS Gerald R. Ford, nuevos destructores y hasta una base naval norteamericana en el desierto de China central. Su misión: practicar potenciales ataques al estilo de la Marina japonesa contra Pearl Harbor.
China lleva construyendo extrañas y titánicas estructuras visibles desde el espacio desde hace décadas. Algunos especulan que son retículas para calibrar satélites militares mientras otros han identificado objetos a escala real que simulan vehículos y navíos de guerra norteamericanos, presumiblemente para practicar ataques. Ahora, en el desierto de Taklamakan, en la provincia china de Xinjiang, han construido un objetivo que imita al superportaaviones más moderno de la Armada de Estados Unidos con gran detalle.
Blanco colosal
Este colosal blanco, con una longitud aproximada de 331 metros de largo, tiene todas las características de la estructura del navío de guerra insignia de la US Navy, desde la isla de control a las pistas de despegue con catapultas electromagnéticas. Además, el objetivo replica las plataformas de armamento y otros salientes de los portaaviones de clase Ford.
Según el análisis de la publicación de defensa americana The Warzone, rodeando el objetivo los chinos han construido varios mástiles utilizados como reflectores de radar para imitar la firma de radar del verdadero barco en tres dimensiones, básicamente creando un 'portaaviones fantasma' para que sus aviones de combate y misiles mataportaaviones puedan practicar el tiro con precisión.
Desarrollo de contramedidas
Estos mástiles, afirman, también podrían contar con antenas u otros equipos de contramedidas y sistemas de guerra electrónica americanos, clave para la prueba y desarrollo de nuevos sistemas de radar, búsqueda de objetivo y otros sensores y contramedidas.
Según las imágenes de Planet Labs, el trabajo en este nuevo objetivo de portaaviones comenzó en noviembre de 2023 con un esbozo aproximado del superportaaviones.
Sabemos que la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLA) de China ha estado mejorando constantemente la fidelidad de objetivos navales terrestres para entrenamiento y pruebas a lo largo de los años, pasando de formas básicas a representaciones más realistas como el nuevo navío de la clase Ford.
Su desarrollo apunta a una importante inversión del PLA para neutralizar portaaviones de la Armada de Estados Unidos y sus grupos de ataque, algo en lo que llevan trabajando décadas mientras aumentan su fuerza naval.
Crecimiento imparable
El arsenal de negación de acceso de área de China sigue creciendo, principalmente desarrollando nuevas capacidades anti-buque con nuevos misiles balísticos lanzados por aire, tierra y mar, misiles de crucero antibuque avanzados y los famosos misiles de crucero hipersónicos que, según los analistas norteamericanos, son verdaderos asesinos de portaaviones como el Ford, que deberían mantenerse alejados de las costas chinas en caso de un ataque a Taiwán.
Además, el PLA está mejorando su capacidad para detectar y rastrear portaaviones y otros buques de guerra con drones y otros sistemas de vigilancia desde el espacio.
Como ya hemos apuntado otras veces, la Armada del PLA está aumentando el tamaño de forma radical para poder frenar el dominio de EEUU en los océanos mundiales. Está incrementando la capacidad de sus flota de destructores, submarinos nucleares con capacidad de disparo de misiles de crucero y balísticos, y está casi a punto de lanzar su tercer portaaviones, el Fujian, de diseño propio y que rivaliza tecnológicamente con el Ford. Al Fujian le seguirán muchos más equipados con reactores nucleares.
Estos desarrollos están produciendo ansiedad entre los funcionarios estadounidenses, que ven casi como una certeza la posibilidad de futuros conflictos con China en el Pacífico, posiblemente por Taiwán o el disputado Mar del Sur de China. Claramente, estas nuevas imágenes demuestran que no están lejos de la verdad. La idea de un nuevo momento Pearl Harbor, esta vez con Taiwán como objetivo, planea sobre las mentes de los análisis de inteligencia de EEUU como un águila a la caza y muerte de su primera presa.
Nuevas imágenes orbitales de la compañía privada Planet Labs Inc. han identificado una reproducción completa del nuevo superportaaviones USS Gerald R. Ford, nuevos destructores y hasta una base naval norteamericana en el desierto de China central. Su misión: practicar potenciales ataques al estilo de la Marina japonesa contra Pearl Harbor.