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Un motor estelar de una civilización alienígena puede explicar dos misteriosos púlsares
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Explicaría su extraño comportamiento

Un motor estelar de una civilización alienígena puede explicar dos misteriosos púlsares

El pensador Clément Vidal propone una fascinante clase de motor estelar que utiliza sistemas de estrellas de neutrones binarias para explicar fenómenos cósmicos ahora sin solución

Foto: Concepto de motor estelar realizado por una inteligencia artificial. (SDXL/IA/Novaceno)
Concepto de motor estelar realizado por una inteligencia artificial. (SDXL/IA/Novaceno)

Los motores estelares son conceptos astrofísicos avanzados basados en la teoría de esferas del físico Freeman Dyson. Estos motores teóricos utilizarían las estrellas como fuentes de energía y propulsión para mover sistema solares completos, usando megaestructuras inimaginables para el nivel tecnológico de nuestra civilización. Ahora, un nuevo y fascinante concepto de 'motor estelar araña' puede explicar dos extraños púlsares que hemos observado con nuestros radiotelescopios, unos objetos que confunden a los astrofísicos y, por ahora, no tienen ninguna explicación natural.

Foto: El B-21 en sus pruebas de taxi. (USAF)

Civilizaciones miles de años por delante que la nuestra: En la vastedad del universo y nuestra galaxia, sabemos que existen planetas similares a la Tierra que son millones de años más antiguos que el nuestro. Según el trabajo del astrofísico Charles Lineweaver —profesor asociado de la Universidad Nacional Australiana— el planeta tipo Tierra promedio en nuestra galaxia es aproximadamente 1.800 millones de años más antiguo que la Tierra. Esta diferencia de tiempo sugiere que es posible que civilizaciones en esos planetas hayan alcanzado un desarrollo tecnológico que superan nuestra comprensión actual.

Ante esta posibilidad, nos enfrentamos a una pregunta esencial: ¿Estamos preparados para reconocer las señales o "firmas" tecnológicas de estas civilizaciones avanzadas? Y, si es así, ¿nuestro marco actual de comprensión es lo suficientemente amplio como para identificar y comprender estas señales?

Los ‘antiguos’ motores estelares

En teoría, los motores estelares funcionan aprovechando la energía de una estrella, permitiendo a una civilización avanzada manipular y utilizar esta energía para propulsión o para otros fines tecnológicos. Imagina una máquina capaz de controlar y dirigir toda energía de una estrella, similar a cómo una turbina de agua convierte la corriente de un río en energía eléctrica.

Sin embargo, nuestra comprensión actual de la ciencia y la tecnología limita radicalmente nuestra capacidad para imaginar completamente cómo funcionan estos posibles motores estelares. Estamos en una etapa temprana de nuestra evolución tecnológica. Como apunta Paul Gilster en la revista de exploración espacial Centauri Dreams, nuestra civilización se encuentra en un 0.72 en la escala de Kardashev, la medida teórica del nivel tecnológico de una civilización basada en la cantidad de energía de su entorno planetario y solar que puede utilizar. Es un punto patético, ya que ni siquiera podemos usar toda la energía de nuestro propio planeta. Nuestra falta de compresión sobre la mecánica que rige el universo y nuestro lamentable estado de evolución tecnológica nos permite imaginar muy pocas cosas.

De los motores estelares, hasta ahora habíamos podido pensar en cinco posibilidades. Los de clase A —llamados Shkadov Thrusters— son motores que funcionan mediante la reflexión de la radiación de una estrella en una dirección específica, utilizando un gigantesco espejo para reflejar la luz en una dirección. Esas partículas hacen que la estrella reciba un empujón en la dirección opuesta debido a la reacción. Es un proceso gradual, pero con el tiempo, este motor podría mover la estrella a través del cosmos.

placeholder Concepto de Shkadov Thruster. (Neil Blevins)
Concepto de Shkadov Thruster. (Neil Blevins)

La clase B usan dos esferas una dentro de la otra que canalizan la energía de una estrella para expulsar materia, creando un chorro que empuja a la estrella en la dirección opuesta, usando el principio de acción y reacción: al expulsar materia en una dirección, la estrella se mueve en la dirección contraria.

Los motores de clase C —llamados Badescu–Cathcart— aprovechan la energía de una estrella para generar un campo magnético, que interactúa con el viento solar, creando un empuje que mueve la estrella.

También existe el Caplan Thruster, un motor que utiliza un flujo de partículas para transferir impulso entre dos estrellas: Una estrella emite un chorro de partículas hacia otra estrella, y este chorro empuja a ambas estrellas en direcciones opuestas. Y el Svoronos Star Tug utiliza la gravedad para mover estrellas, colocando un objeto masivo cerca de una estrella para usar la atracción gravitacional entre el objeto y la estrella para mover esta última.

placeholder Ilustración de Caplan Thruster. (Kurzgesagt)
Ilustración de Caplan Thruster. (Kurzgesagt)

Los nuevos motores estelares araña

Pero esos conceptos palidecen en su ambición tecnológica ante los nuevos motores estelares propuestos por Clément Vidal, un pensador y filósofo asociado con el Universidad de California, Berkeley SETI Research Center. Sus ideas en el campo de la astrofísica están haciendo pensar a muchos científicos. Recientemente, Vidal ha introducido los ‘motores estelares araña’.

El primero de ellos es el 'Redback' (por la araña de espalda roja). Este sistema se compone de una estrella de neutrones que rota rápidamente y orbita alrededor de una estrella más grande. La estrella de neutrones, debido a su intensa gravedad, atrae y extrae material de la estrella más grande como una aspiradora cósmica que, en lugar de recoger polvo, extrae material estelar para luego expulsarla.

El 'Black Widow' (viuda negra) es similar al Redback en el hecho de que usa una estrella de neutrones. La diferencia está en la estrella compañera, que es mucho más pequeña. La estrella de neutrones, al igual que en el sistema Redback, atrae material de la estrella compañera consumiendo su cuerpo igual que las viudas negras se comen a sus parejas.

Aunque los conceptos de Vidal son radicales en su planteamiento, pero explicarían observaciones astronómicas que ahora no tienen explicación, como los púlsares PSR B1957+20 y ZTF J1406+1222, que muestran comportamientos y ritmos de estallidos de radiación consistentes con las teorías de Vidal (que admita que, lógicamente, puede haber explicaciones naturales todavía sin descubrir).

Seguimos sin tener idea de nada

El hecho es que, aunque hemos hecho avances significativos en la ciencia y la tecnología, todavía estamos en pañales. Las civilizaciones que han tenido miles de millones de años más que nosotros para desarrollarse podrían haber encontrado formas de superar los desafíos que aún enfrentamos y desarrollar tecnologías que ni siquiera podemos imaginar.

Como menciona Gilster, "dada nuestra total ignorancia de tales civilizaciones, sigue siendo prudente alentar y mantener una amplia variedad de estrategias de búsqueda. Un compromiso con la observación, con el método científico y con las teorías científicas más generales sigue siendo nuestro mejor punto de referencia."

Foto: La teoría de ensamblaje puede explicar por qué la vida evoluciona en cualquier parte del universo unificando las leyes de la física y la biología. (SDXL/Novaceno)

El propio Vidal ha dedicado su carrera a cuestionar nuestra comprensión de la inteligencia y la vida en el cosmos. Vidal plantea preguntas fundamentales sobre cómo definimos la vida. En lugar de limitarse a la definición biológica tradicional, sugiere que la vida puede ser vista como un proceso que disminuye la entropía, o el desorden, en un sistema. En términos simples, la vida es aquello que crea orden a partir del caos.

Además, Vidal introduce el concepto de "artilectos", un neologismo que combina las palabras "artificial" e "intelecto". Estos serían seres superinteligentes creados a través de avances tecnológicos, inteligencia artificial tan avanzada que podría tener sus propios pensamientos, deseos y objetivos, similar a cómo los seres humanos tienen conciencia y autoconciencia.

placeholder El púlsar ZTF J1406 1222 tiene el período orbital más corto jamás observado. (NASA Goddard Space Flight Center)
El púlsar ZTF J1406 1222 tiene el período orbital más corto jamás observado. (NASA Goddard Space Flight Center)

El trabajo de Vidal nos lleva a reflexionar sobre cómo la vida podría evolucionar en nuestro planeta y en otros. A medida que la tecnología avanza, la línea entre lo que consideramos "vivo" y "artificial" podría volverse cada vez más borrosa. En planetas que han existido mucho antes que el nuestro, es posible que formas de vida basadas en la tecnología ya hayan surgido y evolucionado… y que las formas de vida biológicas sean minoría.

Las teorías de Vidal y todo lo que desconocemos de la ciencia que gobierna el universo —que es la inmensa mayoría, recordemos que no tenemos ni idea de cómo funciona la gravedad ni sabemos por qué el universo parece estar expandiéndose ni nada de nada excepto las cosas más básicas— ponen de manifiesto otra vez que tenemos reflexionar sobre nuestra perspectiva actual del cosmos, como no se cansaba de decir Carl Sagan.

Los motores estelares son conceptos astrofísicos avanzados basados en la teoría de esferas del físico Freeman Dyson. Estos motores teóricos utilizarían las estrellas como fuentes de energía y propulsión para mover sistema solares completos, usando megaestructuras inimaginables para el nivel tecnológico de nuestra civilización. Ahora, un nuevo y fascinante concepto de 'motor estelar araña' puede explicar dos extraños púlsares que hemos observado con nuestros radiotelescopios, unos objetos que confunden a los astrofísicos y, por ahora, no tienen ninguna explicación natural.

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