Todos los descubrimientos del último informe del Pentágono sobre ovnis

El Dr. Sean Kirkpatrick, jefe de la oficina de investigación de anomalías en múltiples dominios [AARO] del Pentágono compareció recientemente en el senado estadounidense para hablar de lo que históricamente se ha denominado objetos voladores no identificados u ovnis. Es la segunda vez en casi medio siglo que se celebra una audiencia pública en el Congreso sobre un tema considerado tabú por muchos miembros de la comunidad científica y del propio Pentágono.

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El Dr. Kirkpatrick —que recientemente abrió la puerta a la posible presencia de naves nodriza alienígenas en el sistema solar en un estudio publicado con el astrofísico de Harvard, Avi Loeb— ha hablado de los más de 650 casos de objetos aéreos no identificados detectados por pilotos estadounidenses que están investigando. Hace unos días publicamos aquí un artículo que hacía referencia a uno de los vídeos que mostró el investigador durante su intervención. Sin embargo, Kirkpatrick cubrió otros temas en su declaración que arrojan luz sobre la presencia de este tipo de artefactos en nuestro planeta.

Las explicaciones del jefe de la AARO abarcan informes realizados en un periodo de tiempo que se remonta a 1996. Ocho años más que los anteriores informes sobre los Fenómenos Atmosféricos no Identificados (FANI), que es como se le llama a los ovnis ahora.

Más videos inéditos de FANIs

Además del primer vídeo que mostraba un "objeto aparentemente esférico" captado desde un dron MQ-9 Reaper de las Fuerzas Aéreas estadounidenses en Oriente Próximo. Kirkpatrick mostró un segundo vídeo tomado sobre el sur de Asia el 23 de enero de 2023. El nuevo vídeo se tomó desde el mismo modelo del dron y en este caso, en lugar de tener forma circular, se asemejaba a un disco.

"A diferencia del anterior, este muestra algunas cosas realmente interesantes que todo el mundo pensó que eran verdaderamente anómalas", dijo Kirkpatrick. "En primer lugar, es un objeto de alta velocidad que vuela en el campo de visión de dos MQ-9. En segundo lugar, parece tener un rastro detrás de él. Tanto que, a primera vista, se podría pensar que parece una estela de propulsión".

Kirkpatrick aseguró que lo que inicialmente parecía una estela de propulsión era en realidad una perturbación de la imagen del sensor o una "imagen en sombra" del objeto. El análisis posterior realizado por AARO reveló que la forma de disco se debía a la firma de calor de los motores de un avión de pasajeros cercano.

Sin “evidencia creíble” de su origen extraterrestre

De los 650 casos estudiados, la mayoría muestran datos "explicables fácilmente” con las leyes de la física en la mano, explicó el Dr. Kirkpatrick. "Debo dejar claro para que conste en acta que, en nuestras investigaciones, AARO no ha encontrado hasta ahora ninguna evidencia creíble de actividad extraterrestre, tecnología de otro mundo u objetos que desafíen las leyes conocidas de la física", declaró el Dr. Kirkpatrick.

"De [esos 650 casos], hemos priorizado alrededor de la mitad de ellos con un valor interesante de anomalía. Ahora tenemos que revisarlos y preguntarnos cuántos de esos tienen datos [suficientes para ser analizados]", explica el jefe de la AARO. "En el caso de que alguna vez se obtuvieran datos científicos suficientes de que un FANI encontrado sólo puede explicarse por un origen extraterrestre, nos comprometemos a trabajar con nuestros socios interinstitucionales de la NASA para informar adecuadamente a los dirigentes del Gobierno de EEUU de sus conclusiones".

El Dr. Kirkpatrick se quiere desmarcar de la manera en la que se han estudiado estos objetos históricamente en el Pentágono. Y durante su testimonio de casi una hora se comprometió a que AARO adoptará un enfoque objetivo, mesurado y científico en el estudio de los FANI.

"El trabajo de AARO llevará tiempo si nos comprometemos a hacerlo bien. Significa adherirse al método científico y a las normas más estrictas de integridad en la investigación. Significa ser metódico y escrupuloso. Significa abstenerse de juzgar en favor de la evidencia. Significa seguir los datos adonde lleven, adondequiera que lleven. Significa establecer fundamentos teóricos científicos revisados por pares de los datos observados. Y AARO está comprometida con todas esas normas", aseguró Kirkpatrick en su discurso de apertura.

Además anima a todo el que tenga pruebas sobre los FANI a que siga los mismos principios y las publiquen en revistas científicas reputadas que cuenten con el sistema de revisión de pares.

Avistamientos por todo el globo

El Dr. Kirkpatrick presentó una diapositiva llamada "Tendencias de los informes sobre FANI" entre 1996 y 2023. Entre los datos que se veían en la presentación, destacan que el 89 por ciento de estos aparatos se detectaron entre 10.000 y 35.000 pies de altura, la altitud a la que vuelan la gran mayoría de las aeronaves.

Siendo datos del Ejército estadounidense no es de sorprender que la mayoría de los avistamientos tuviera lugar en zonas transitadas por sus aeronaves. Se detectaron objetos en Oriente Próximo, sobre todo cerca de Irak y Siria, en el Pacífico, en el área ocupada por Corea del Norte y China, y en las costas oriental y suroccidental de Estados Unidos. En menor medida, asegura el Dr. Kirkpatrick, los informes llegaban de lugares como África Occidental, cerca de Liberia, Polonia, Afganistán, Hawai y el centro del Océano Pacífico.

Cómo son los FANI detectados

El jefe de AARO asegura que el 52 por ciento de los informes sobre FANI describen objetos redondos y esféricos. Del resto, el 23 por ciento representaba contactos detectados por los sensores sin confirmación visual y entre el tres y el uno por ciento mostraban distintas formas como cilindros, discos, triángulos o ‘TicTac’, en referencia a la forma rectangular con bordes redondeados de los famosos caramelos.

Los tamaños más habituales están entre los uno y los cuatro metros y sus colores suelen ser blanco, plateado o translúcido.

La mayoría de los FANI observados o estaban inmóviles o se desplazaban a velocidades de hasta Mach 2 (2469.6 km/h). Extrañamente, los FANI detectados no suelen mostrar los escapes térmicos que evidencian los sistemas de propulsión, pero son detectables en radares de banda X, emiten radiofrecuencias entre 1-3 y 8-12 gigahercios y producían energía infrarroja térmica intermitente de onda corta y onda media. Estas bandas de frecuencia son habituales en radares, comunicaciones inalámbricas y por satélite y vigilancia aérea.

“Sabemos que existe un enorme interés público por los FANIs y un deseo de respuestas por parte de AARO. Por su propia naturaleza, el reto de los FANIs se ha prestado durante décadas al misterio, al sensacionalismo e incluso a la conspiración. Por esa razón, AARO sigue comprometida con la transparencia, la rendición de cuentas y con compartir con el público estadounidense todo lo que podamos, en consonancia con nuestra obligación de proteger las fuentes, los métodos de inteligencia y las capacidades de Estados Unidos y sus aliados”, aseguró el Dr. Kirkpatrick en la conclusión de su presentación.