La tecnología que cambia radicalmente la búsqueda de otras civilizaciones

Esta mañana, la previsión meteorológica en Boston anunciaba lluvia. Afortunadamente, la lluvia no ha empezado pronto, así que no me he mojado cuando he ido a correr una hora antes del amanecer. Salí de casa hacia el aeropuerto Logan de Boston de camino a reunirme con el Comité de Estudio de Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI) de la NASA en Washington DC.

nuestro desconocimiento sobre la naturaleza y el posible origen de objetos interestelares inusuales como IM1 e IM2 podría cambiar radicalmente en los próximos años

La razón por la que me invitaron a DC hoy es que durante los últimos cinco años he estado fascinado por las propiedades inusuales de los tres primeros objetos interestelares identificados por el ser humano. Descubrí los dos primeros con mi estudiante, Amir Siraj. Se trata de los dos meteoros interestelares, IM1 e IM2 (documentados por el gobierno estadounidense en enero de 2014 y marzo de 2017), que son más raros que una parte entre diez mil por la fuerza de sus materiales en relación con los meteoros del sistema solar. El tercero era el objeto cercano a la Tierra, `Oumuamua, que tenía una forma plana y delgada y se alejaba del Sol sin mostrar una cola cometaria. Mi plan era describir el Proyecto Galileo, que tiene como objetivo averiguar la naturaleza de los objetos interestelares inusuales, así como de los FANI, permitiendo la posibilidad de que hayan sido fabricados por civilizaciones tecnológicas extraterrestres.

Es probable que toda la colección de objetos inusuales sea una mezcla de cosas. Aunque uno sólo de ellos terminara siendo de origen tecnológico extraterrestre, esto no necesariamente confirmaría los numerosos informes que señalan que la mayoría de los FANI son extraterrestres. El enorme número de casos podría tener explicaciones mundanas, en forma de artefactos fabricados por el hombre u objetos naturales. La clave para identificar una señal inusual reside en la calidad de los datos que la convierten en un valor atípico en relación con el ruido de los sucesos familiares en el mismo entorno. Este fue el caso de los datos astronómicos de los tres primeros objetos interestelares. Pero no es necesariamente el caso de muchos informes de FANI, incluyendo uno reciente de Ucrania que discutí en un artículo que publiqué hace poco. El estudio de la NASA examinará los datos no clasificados sobre los FANI en un intento de separar la señal del ruido y aconsejar a la NASA sobre la conveniencia de financiar futuras investigaciones sobre los FANI, como el programa científico que ya lleva a cabo el Proyecto Galileo. Los instrumentos diseñados por el Proyecto Galileo hace más de un año ya están recogiendo nuevos datos de alta calidad.

Cuando el avión estaba listo para despegar, la azafata me pidió que guardara mi portátil en el compartimento superior, por lo que no me quedó más remedio que cerrar los ojos y pensar. Me dije que para mejorar la calidad de la señal de los FANI necesitamos nuevos datos. Dentro de un año, el Observatorio Vera C. Rubin, en Chile, estudiará todo el cielo austral cada cuatro días con su cámara de 3.200 millones de píxeles (mil veces más píxeles que los que ofrece la cámara de un teléfono móvil). Es probable que su Legacy Survey of Space and Time (LSST) descubra muchos objetos interestelares nuevos. Pero, ¿cuántos exactamente?

En mi cabeza he calculado que la tasa de descubrimiento de IM1 e IM2 en el catálogo de CNEOS implica que los objetos interestelares de un metro de tamaño chocan con la Tierra aproximadamente una vez por década. `Oumuamua era cien veces mayor que estos objetos y fue descubierto a través de su reflejo de la luz solar por el telescopio más pequeño Pan-STARRS a una distancia que es de 6.000 radios terrestres. Esto implica que un objeto del tamaño de un metro sería detectable por el LSST hasta una distancia de 60 radios terrestres, la separación Tierra-Luna. El área de la sección transversal de esa "red de pesca" es unos cuantos miles de veces mayor que el área que ofrece la atmósfera terrestre, que es nuestro detector estándar de meteoritos. Esto implica que el LSST detectaría un nuevo objeto interestelar del tamaño de un metro cada semana hasta la distancia de la Luna, porque el LSST escanea la mitad del cielo cada cuatro días.

Si la mayoría de los objetos interestelares del tamaño de un metro son CubeSats enviados por civilizaciones extraterrestres para sondear la Tierra, podríamos encontrar uno de ellos cada semana con el LSST. En consecuencia, nuestro desconocimiento sobre la naturaleza y el posible origen de objetos interestelares inusuales como IM1 e IM2 podría cambiar radicalmente en los próximos años. La polvareda levantada por los escépticos se asentará y los expertos que estudiaron las rocas del Sistema Solar podrían verse obligados a admitir que algunos objetos interestelares son inusuales.

En cuanto el avión despegó, empezó a llover a cántaros. Anoche me informaron durante una entrevista en NewsNation sobre nuevos informes de FANI por parte de civiles o pilotos. El constante golpeteo de las nuevas gotas de lluvia sobre las ventanillas del avión me recordó estos nuevos informes.

Para cuando mi portátil estaba disponible para escribir este ensayo, ya había terminado con los números en mi cabeza. Mencioné los resultados realizados 'al vuelo' al principio de mi presentación a la NASA. Los miembros del comité, incluido el astronauta Scott Kelly, hicieron excelentes preguntas. Estuvimos de acuerdo en que todos esperamos un futuro apasionante, guiados por pruebas científicas de alta calidad.

Cuando regresé a Boston, la lluvia había remitido y el cielo estaba cubierto de nubes. Esperemos que los nubarrones de incertidumbre sobre la naturaleza de los FANI desaparezcan pronto, para que podamos comprender lo que hay en los cielos utilizando nuestra nueva cámara de 3.200 millones de píxeles para buscar paquetes del tamaño de un metro procedentes del espacio interestelar cada semana. No hay mejor manera de empezar nuestra semana que con una carta de amor en nuestro buzón.