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Peter Higgs, el hombre que consiguió que todos hablásemos de partículas invisibles
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EL BOSÓN ESCURRIDIZO

Peter Higgs, el hombre que consiguió que todos hablásemos de partículas invisibles

Muere a los 94 años uno de los físicos más famosos y mediáticos de la historia, que vio confirmada su propuesta teórica con el mayor experimento de la historia de la ciencia

Foto: El profesor Peter Higgs en 2013. (Getty Images/Peter Macdiarmid)
El profesor Peter Higgs en 2013. (Getty Images/Peter Macdiarmid)
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Para el gran público, Peter Higgs no existió hasta que el 4 de julio de 2012 el CERN anunció en Ginebra (Suiza) el descubrimiento de la partícula que lleva su nombre. Para asombro de propios y extraños, un relevante hallazgo del campo de la física saltaba a las portadas y abría los informativos. Era un hito científico sin precedentes, que había llevado décadas de trabajo y había supuesto una inversión internacional multimillonaria destinada a la construcción del mayor acelerador de partículas del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, todo había empezado casi 50 años antes, en 1964, en la mente del investigador británico, que había propuesto de forma teórica la existencia del famoso bosón, confirmado entonces a través de los experimentos. La Universidad de Edimburgo anunció este martes el fallecimiento de ese Peter Higgs a los 94 años. En 2013, tan solo un año después de la confirmación experimental, el ya insigne científico había ganado el Premio Nobel de Física por su descubrimiento teórico. En rigor, el honor le correspondía también a François Englert (con quien compartió el galardón) y a Robert Brout (fallecido dos años antes), físicos belgas que plantearon la misma hipótesis de forma independiente. Sin embargo, la famosa partícula fue bautizada con un solo apellido.

Foto: El Premio Nobel de Física 2013, el británico Peter W. Higgs. (EFE/Henrik Montgomery)

¿Por qué era tan importante? El mecanismo propuesto por el físico británico explica por qué las partículas subatómicas tienen masa y, por lo tanto, toda la materia que conocemos. Físicos, divulgadores, profesores y periodistas buscaron metáforas para explicarlo. Aquí va una: el campo de Higgs, formado por un incontable número de bosones, sería una especie de líquido denso y pegajoso, que rodea todas las demás partículas del universo; algunas se adhieren mucho más, discurriendo de forma lenta y pesada; mientras que las de menor masa son las que se pegan menos y se abren paso de forma más ligera. Por lo tanto, solo se puede explicar la masa por la existencia de ese campo.

Para comprobar que, en efecto, el bosón de Higgs existía, se diseñó el mayor experimento científico de la historia, con la participación de un centenar de países y miles de investigadores, y tuvo un éxito casi inmediato. El LHC es un gran anillo subterráneo que mide 27 kilómetros enterrado bajo la frontera entre Francia y Suiza. Los científicos lo utilizan para hacer que colisionen partículas y una serie de detectores miden los resultados. Las primeras colisiones tuvieron lugar en 2010 y apenas dos años después el CERN ya anunciaba el hallazgo de una partícula que coincidía con lo que estaban buscando. El hallazgo confirmó el Modelo Estándar que explica toda la física de partículas. Si no se hubiera producido, todo estaría en entredicho.

placeholder Peter Higgs. (Reuters)
Peter Higgs. (Reuters)

"Explicó la física de forma simple, pero profunda"

Por eso, Fabiola Gianotti, directora general del CERN, asegura que Peter Higgs “fue una persona muy especial, una figura inmensamente inspiradora para los físicos de todo el mundo”. En el aspecto personal destacó como “un hombre de rara modestia, un gran maestro y alguien que explicó la física de una manera muy simple, pero profunda”. Además de sus contribuciones al campo de la física teórica, “a él está ligada una parte importante de la historia y los logros del CERN”, reconocía. Tras el descubrimiento del bosón, hace ya 12 años, el LHC ha seguido realizando experimentos en la vanguardia de la ciencia para desentrañar otros misterios de la física de partículas.

“Realizó unas contribuciones esenciales a la física moderna, que fueron reconocidas por nuestro campo desde muy pronto, pero tardaron mucho en verse recompensadas con un premio Nobel muy merecido”, afirma el catedrático de Física Juan José Gómez-Cadenas, profesor Ikerbasque en el Donostia International Physics Center (DIPC), en declaraciones a Science Media Centre (SMC). “Peter se tomó ese gran reconocimiento al final de su carrera con calma y humor, como era típico en él. Era muy apreciado por todos, no solo como científico, sino también como profesor, conferenciante y excelente persona. Vivió una vida larga y muy productiva, lo que siempre es un consuelo”, añade.

placeholder Representación del bosón de Higgs. (CERN)
Representación del bosón de Higgs. (CERN)

Los expertos de su campo coinciden en apreciar no solo sus contribuciones, sino su lado humano. "De la mente del profesor Higgs surgieron ideas que han tenido un profundo impacto en nuestra comprensión del universo, de la materia y de la masa. Propuso la existencia de un campo que impregna todo el universo, esa masa a partículas desde electrones a quarks top”, afirma Alan Barr, catedrático de Física de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en declaraciones a SMC. “También fue un verdadero caballero”, añade, “humilde y educado, siempre dando el debido crédito a los demás, y animando amablemente a las futuras generaciones de científicos y estudiosos". "Peter Higgs era una persona extraordinaria, un científico realmente dotado cuya visión e imaginación han enriquecido nuestro conocimiento del mundo que nos rodea. Su trabajo pionero ha motivado a miles de científicos y su legado seguirá inspirando a muchos más durante generaciones", apunta Peter Mathieson, rector de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).

La huella de “la partícula de Dios”

Está claro que su nombre estará unido siempre a la partícula cuya existencia predijo y que finalmente apareció cuando él ya superaba los 80 años. Sin embargo, “no creo que su trabajo pueda describirse solamente por el dichoso bosón”, apunta a SMC Fernando Broncano, profesor del departamento de Humanidades: Filosofía, Lenguaje y Literatura de la Universidad Carlos III de Madrid, “sino también por su contribución a explicar qué ocurre en la ruptura espontánea de simetrías, que introduce un elemento de contingencia en las leyes básicas de la naturaleza, que son simétricas”. Aparte de ello, “está su contribución a la unificación de las fuerzas y a explicar también cómo se generan las características de nuestro universo en los primerísimos instantes del Big Bang”.

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Peter Higgs, recibiendo el Nobel.

Por otra parte, según Broncano, que se descubriera la partícula en el CERN fue, “en parte, un alivio para los físicos y, en parte, una decepción porque, en otro caso, tendrían que haber buscado nuevas explicaciones”. Eso añade una dimensión casi filosófica a sus aportaciones. Además, cabe preguntarse por qué un experimento de ciencia básica tuvo tanto impacto en el planeta: hoy en día, probablemente, a casi todo el mundo le suena la existencia del bosón de Higgs, aunque casi nadie sepa explicar lo que es.

¿Cómo llegaron Peter Higgs y su física a impactar de esa manera en los medios de comunicación? También ese aspecto ha sido estudiado desde entonces. Sin duda, fue clave que el bosón fuera conocido como “la partícula de Dios” a partir de la publicación de un libro, aunque nada tenga que ver con la religión. La idea de sus autores, Leon M. Lederman y Dick Teresi, era titularlo La Maldita Partícula (Goddamn Particle, en inglés), porque era muy difícil encontrarla experimentalmente, pero los editores lo dejaron en La Partícula de Dios (The God Particle).

Foto: Un par de científicos observan una de las pantallas en la sala de control de experiencias del LHCb (EFE)

Según un estudio de la Universitat Jaume I, aquel nombre fue determinante para su éxito mediático. Desde antes de que se produjera el descubrimiento, el titular estaba servido. Sin embargo, hay muchos otros detalles clave, como la representación de Peter Higgs como un “héroe científico”, humanizado como un niño humilde y enfermo de asma que llegó a ser un brillante científico. Asimismo, los medios presentaron el hallazgo casi como una trama detectivesca y como un misterio: el bosón era la partícula que lo explicaba todo y, a la vez, una puerta hacia lo desconocido.

Para el gran público, Peter Higgs no existió hasta que el 4 de julio de 2012 el CERN anunció en Ginebra (Suiza) el descubrimiento de la partícula que lleva su nombre. Para asombro de propios y extraños, un relevante hallazgo del campo de la física saltaba a las portadas y abría los informativos. Era un hito científico sin precedentes, que había llevado décadas de trabajo y había supuesto una inversión internacional multimillonaria destinada a la construcción del mayor acelerador de partículas del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés).

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