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30 AÑOS MÁS TARDE

España vuelve al espacio con dos nuevos astronautas: Pablo Álvarez y Sara García

Álvarez es el tercer astronauta español tras Miguel López Alegría y Pedro Duque. García, por su parte, estará en la reserva. La ESA les ha confirmado hoy dentro de su nueva promoción

Foto: Pablo Álvarez y Sara García. (ESA)
Pablo Álvarez y Sara García. (ESA)

30 años más tarde, España volverá a tener un astronauta en el espacio. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha confirmado este miércoles a Pablo Álvarez dentro de su nueva promoción de astronautas en una ceremonia celebrada en el Gran Palais Éphémère de París. Además, nuestro país contará también con su primera mujer astronauta, Sara García Alonso, que de momento permanecerá en la reserva.

El último precedente de un astronauta español en la ESA es también el único. Pedro Duque fue escogido en la promoción de 1992, mientras que el hispano-estadounidense Miguel López Alegría lo hizo a través de NASA. Desde entonces solo ha habido otras dos convocatorias, en 1998 y 2008. Después, el proceso de admisión de nuevos astronautas ha estado paralizado durante 14 años. Para el último proceso se presentaron unas 8.500 personas. Para este último, la agencia recibió 22.523 aplicaciones válidas para el puesto de astronauta y otras 257 para el de astronauta con discapacidad.

Álvarez es ingeniero aeroespacial, carrera que hizo en la universidad de su tierra, León, antes de especializarse con un máster en la Universidad Politécnica de Varsovia. Tras pasar por empresas como Atos o Safran, actualmente se desempeñaba en Boeing, donde ha trabajado como arquitecto mecánico en el róver ExoMars, el proyecto de la ESA para enviar un robot que estudie la presencia de vida en Marte. En el momento de su designación trabajaba en su sede de Getafe como director industrial. Por su parte, García Alonso es biotecnóloga e investiga en cáncer como miembro del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, donde ha realizado numerosas publicaciones en el área de nuevas terapias o fármacos experimentales.

"El entrenamiento empieza el 1 de abril y mínimo antes de volar son tres años, y eso si tengo suerte", ha declarado Álvarez en sus primeras palabras como astronauta de la ESA. "Es una carrera de fondo y las misiones son muy pocas, hay que hacer el entrenamiento y estar preparados para coger la oportunidad cuanto surja".

Para García Alonso, "el sueño de ser astronauta vino cuando vi abierta la posición de astronauta". La leonesa ha declarado su "satisfacción y orgullo, pero al mismo tiempo mucha humildad, en este proceso hemos conocido gente con perfiles tremendos". De hecho, ambos forman parte de un grupo con todos los candidatos españoles, que en la última fase del proceso de selección eran 17. "La calidad de estas personas y el amor por el espacio van a dar lugar a varias colaboraciones, seguro", ha añadido.

placeholder Los ministros alemán y francés Robert Habeck y Bruno Le Maire posan con la última hornada de astronautas antes de la selección de hoy. (EFE)
Los ministros alemán y francés Robert Habeck y Bruno Le Maire posan con la última hornada de astronautas antes de la selección de hoy. (EFE)

España ha sido el quinto país en número de interesados, por detrás de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia. En total, 1.341 personas enviaron los formularios (1043 hombres y 298 mujeres) para ser astronauta, de los cuales 67 fueron invitados a pasar a la Fase 2, donde fueron sometidos a entrevistas psicológicas y test médicos para comprobar su adecuación al puesto. "Las pruebas médicas han sido superexhaustivas, estuvieron cinco días mirando absolutamente de todo", ha dicho Álvarez, que contaba con una ligera discapacidad que le limitaba el movimiento en el tobillo izquierdo pese a lo cual ha logrado alzarse con uno de los seis puestos de astronauta de carrera. "Al final no buscan superhumanos, sino personas normales, eso sí, activas".

La última fase consistía en entrevistas de reclutamiento. Todos aquellos que llegaron hasta aquí, pero no pasaron el corte final han entrado en la categoría de "astronauta en la reserva", una nueva categoría creada en esta ocasión. Estos candidatos y candidatas seguirán en sus actuales puestos de trabajo a la espera de que alguna vez pueda sonar el teléfono de la ESA.

Los requisitos iniciales incluían ser graduado o doctorado en alguna carrera STEM (ciencias naturales, medicina, ingeniería, matemáticas o ciencias de la computación), estar calificado como piloto de pruebas, hablar inglés fluido y manejar bien un segundo idioma, mantener la calma bajo presión, estar dispuesto a participar en experimentos y lo más importante: ser flexible con respecto al lugar de trabajo, dado que este podía acabar siendo la Estación Espacial Internacional, situada a 400 kilómetros sobre nuestras cabezas. Antes, los seleccionados como astronautas de carrera comenzarán un programa en Colonia y otros lugares durante un año. Más tarde, una vez se identifique la misión en la que participarán, comenzará un entrenamiento específico para ella.

"Para ser un astronauta hay que ser gente muy especial", ha resumido Josef Aschbacher, director general de la agencia.

Entre las misiones que ya están en marcha, como la construcción y puesta en marcha de la lanzadera espacial Arianne 6, los nuevos astronautas participarán activamente en las misiones que la agencia europea tiene previstas para iniciar rutas de transporte a la Luna con el dispositivo Argonaut, capaz de transportar cargas de hasta 1,7 toneladas. Estas misiones tendrán lugar en la década de los 2030.

Primera mujer española en la carrera

En la última promoción de astronautas resultó elegida Samantha Cristoforetti, primera italiana en el espacio. Antes que ella hubo otras dos mujeres, la británica Helen Sharman, primera europea en el espacio al volar en la misión Soyuz TM-12 de 1991, y la francesa Claudie Haigneré, que en 1993 se convirtió en la primera francesa en el espacio y en 2001 en la primera astronauta femenina de la Agencia Espacial Europea.

placeholder Sara García Alonso, en la presentación de la nueva promoción de astronautas. (ESA)
Sara García Alonso, en la presentación de la nueva promoción de astronautas. (ESA)

Ahora, Sara García Alonso podría acompañarlas en ese selecto club si en los próximos años es llamada a filas.

Aunque la decisión ha estado envuelta en un denso secretismo, la ministra de Ciencia e Innovación Diana Morant ha dejado caer en los últimos días que España se merecía contar con compatriotas entre los elegidos. Su presencia en París, para asistir a la reunión ministerial, también elevó las expectativas sobre este anuncio que este miércoles ha realizado la ESA. Además de la idoneidad y el interés de los candidatos, hay otro factor importante para explicar que nuestro país cuente de nuevo con un representante en el espacio: España ha aumentado en los últimos años su contribución económica en la agencia.

"Desde 2019 hemos incrementado en un 50% la aportación anual a la ESA", declaró ayer Morant a EFE. "Hemos impulsado un proyecto estratégico de país, el Perte Aeroespacial, que movilizará más de 4.500 millones de euros y vamos a crear la Agencia Espacial Española". Para 2023, España ha aumentado su financiación en la ESA otro 20% hasta los 300 millones de euros.

El gran sueño de ambos es, sin duda, el asiento que la ESA tiene reservado en una de las próximas misiones Artemis, en la que el ser humano volverá a poner los pies en la Luna en los próximos años.

30 años más tarde, España volverá a tener un astronauta en el espacio. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha confirmado este miércoles a Pablo Álvarez dentro de su nueva promoción de astronautas en una ceremonia celebrada en el Gran Palais Éphémère de París. Además, nuestro país contará también con su primera mujer astronauta, Sara García Alonso, que de momento permanecerá en la reserva.

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