Higía cumple los requisitos para convertirse en un nuevo planeta enano del Sistema Solar

Para que un asteroide se convierta, oficialmente, en un planeta enano, se tienen que dar cuatro requisitos: el primero es que orbite en torno al Sol; el segundo, que no sea una luna de otro planeta; el tercero, que no haya despejado al resto de cuerpos estelares de su órbita; y el cuarto, que tenga gravedad propia, es decir, que tenga masa suficiente para tener forma redondeada.

Hasta ahora, Higía cumplía las tres primeras condiciones, pero los científicos del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), creen que también cumple la cuarta. Una nueva investigación confirmaría su forma esférica y, por tanto, que Higía se convertiría en un nuevo planeta enano del Sistema Solar.

Para poder llevar a cabo este trabajo, los científicos han usado el Telescopio Muy Grande (VLT, por sus siglas en inglés), que está ubicado en el Desierto de Atacama, en Chile. Es uno de los más potentes del mundo para obtener imágenes y ha sido clave para que los investigadores completaran sus teorías sobre Higía.

El planeta enano más pequeño

Pierre Vernazza, investigador principal y miembro del Laboratorio de Astrofísica de Marsella, explica en la web del ESO que "gracias a la capacidad del instrumento SPHERE instalado en el VLT, pudimos resolver la forma de Higía, que resulta ser casi esférica. Con estas imágenes, Higía puede ser reclasificado como un planeta enano, por ahora el más pequeño del Sistema Solar".

Hasta ahora se tenía constancia de la existencia de cinco planetas enanos: Ceres, Eris, Haumea, Makemake y Plutón. El más pequeño de todos era Ceres, con un diámetro de 950 kilómetros. Pero si se termina clasificando así a esta nueva incorporación, Higía se convertirá en el planeta enano más pequeño del Sistema Solar con un diámetro de tan solo 450 kilómetros, menos de la mitad que el anterior. Por el contrario, el diámetro de Plutón es de casi 2.400 kilómetros.

Higía fue descubierto en 1849 por el astrónomo italiano Annibale de Gasparis, se encuentra en el cinturón de asteroides que orbitan entre Marte y Júpiter y recibió su nombre como homenaje a la diosa de la mitología griega. Algunos astrónomos creen que su origen estaría en una gran colisión que se habría producido hace miles de millones de años, pero no se han hallado cráteres sobre su superficie que apoyen esa teoría.