El peaje (medioambiental) que pagas usando Netflix, HBO o Amazon Prime

Usar Netflix o cualquier otro servicio de streaming bajo demanda tiene, aunque lo desconozcas, un alto precio medioambiental. Según los expertos, la transmisión de vídeo online produjo en 2018 emisiones equivalentes a las que genera España y esa cantidad podría duplicarse en los próximos seis años.

Según comenta a Phys.org Maxime Efoui-Hess, miembro del ‘think tank francés ‘The Shift Project’, ver un programa de media hora equivale a emisiones de 1,6 kilogramos de dióxido de carbono o, lo que es lo mismo, a lo que emite un coche durante 6,2 kilómetros.

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Iago Peleteiro

"Los videos digitales tienen unos tamaños de archivo muy grandes y son cada vez más grandes con cada nueva generación de video de alta definición", indica Gary Cook, de Greenpeace, que se encarga de monitorizar la huella energética del sector de la tecnología de la información.

El 0,3% del total

"Más datos equivalen a más energía (que consume el centro de datos) necesaria para mantener un sistema que está listo para transmitir este video a tu dispositivo en un momento dado", señala Cook. Estos centros de datos, según las últimas estimaciones, aportan alrededor del 0,3 por ciento de todas las emisiones de dióxido de carbono a nivel global. Y esta cifra parece que se va a multiplicar en los próximos años.

En 2022, el 80% del consumo de internet provendrá del uso de las plataformas de vídeo bajo demanda

"Para que el consumo de energía permanezca plano durante los próximos cinco y diez años, se debe mejorar significativamente el rendimiento de los equipos de transmisión de información y de los centros de datos", ha señalado Dale Sartor, del Centro de Experiencia para Centros de Datos, vinculado al Departamento de Energía de los Estados Unidos. Por su parte, Anders Andrae, de Huawei Technologies, estima que consumirían hasta el 4,1 por ciento de la electricidad mundial para 2030.

Ese aumento de los archivos también viene condicionado por el cambio tecnológico en nuestros hogares. El tamaño medio de las pantallas ha pasado de las 22, en 1997 a las 50 pulgadas, la esperada en 2021.

"El cambio de tamaño de la pantalla y el cambio relacionado con la tecnología de vídeo digital ha establecido el escenario para una definición más alta y, por lo tanto, tamaños de archivo más grandes que estamos transmitiendo", indica Cook. Cook se refiere a que las pantallas con resolución 4K utilizan aproximadamente un 30 por ciento más de energía que las pantallas de alta definición convencionales… y los televisores con resolución 8K ya están aquí.

Y seguirá creciendo

Al mismo tiempo, las plataformas digitales siguen creciendo. Aparte de las conocidas Netflix, HBO o Amazon Prime, que siguen expandiéndose mundialmente, para este año se espera la llegada de Apple y Disney. Así, las previsiones indican que el tráfico de vídeo aumente cuatro veces desde 2017 a 2022 y represente el 80 por ciento de todo el tráfico de Internet para 2022.

"Se debe mejorar significativamente el rendimiento de los equipos de transmisión de información y de los centros de datos"

¿Y qué podemos hacer los espectadores? Pues los expertos sugieren que deshabilitemos la reproducción automática (también en Youtube) y elijamos formatos de definición inferior si la transmisión la tenemos asociada a una red Wi-Fi. Además, piden que optemos por pantallas de no tanta definición, algo que definen como "un desperdicio de recursos a todos los niveles".

Igualmente, Cook Cook enfatiza que el cambio más impactante que los consumidores pueden hacer es a través de sus carteras, exigiendo a los gigantes de internet que cambien sus centros de datos a energías renovables".