El trágico final de más de 500 buitres: mueren al comerse 3 elefantes envenenados
Los furtivos envenenan los restos de los elefantes para que las aves carroñeras no puedan dar pistas de dónde están actuando
El gobierno de Botsuana ha confirmado la muerte de más de 500 buitres en peligro de extinción después de que comieran los restos de tres elefantes. Los cazadores furtivos que habían abatido a estos animales envenenaron los cadáveres, lo que provocó la muerte de esas aves, que se encuentran en riesgo de desaparecer.
Las autoridades han confirmado a través de Facebook la muerte en total de 537 buitres: 468 buitres de espalda blanca, 28 buitres encapuchados, 17 buitres de cabeza blanca, 14 buitres orejudos y 10 buitres del Cabo. Todos ellos forman parte de la lista de animales en peligro de extinción. Además, también murieron dos águilas víctimas de envenenamiento.
Tal y como explica la Fundación Africana para la Vida Salve a la CNN, los animales carroñeros han supuesto un problema constante para los cazadores furtivos, ya que "al acudir a alimentarse de los cadáveres de animales, están señalando los lugares en los que operan estos cazadores". Por eso, son particularmente vulnerables al envenenamiento.
Un problema complicado
Sin embargo, al mismo tiempo que estos buitres son una molestia para los furtivos, resultan vitales para que el ecosistema funcione correctamente: al alimentarse de cadáveres de animales en descomposición, los buitres juegan un papel fundamental para que el medio ambiente se mantenga limpio y, al mismo tiempo, se minimicen las posibilidades de que las enfermedades contagiosas puedan propagarse.
Los buitres juegan un papel fundamental para que el medio ambiente se mantenga limpio y no se propaguen enfermedades contagiosas
Las autoridades han calificado el envenenamiento como un acto "peligroso y perjudicial para el medio ambiente". Aseguran que están "trabajando 24 horas al día para descontaminar el área", y limitar los daños. No es la primera vez que se produce una intoxicación como ésta: en el año 2003 también murieron más de 500 aves, entre ellos muchos buitres, tras alimentarse de elefantes envenenados en Namibia.
Botsuana aprobó recientemente eliminar la prohibición de cazar elefantes en su territorio, algo que, para el expresidente Ian Khama, no es la respuesta a los problemas del país: "Recurrir al asesinato es una política de sangre que no debería apoyarse. Esto no tendrá un impacto en los incidentes con animales. Es un movimiento político".
El gobierno de Botsuana ha confirmado la muerte de más de 500 buitres en peligro de extinción después de que comieran los restos de tres elefantes. Los cazadores furtivos que habían abatido a estos animales envenenaron los cadáveres, lo que provocó la muerte de esas aves, que se encuentran en riesgo de desaparecer.