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El hongo de Michigan, el ser vivo de 2.500 años que mide como 400 campos de fútbol
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PESA LO MISMO QUE 57 ELEFANTES ADULTOS

El hongo de Michigan, el ser vivo de 2.500 años que mide como 400 campos de fútbol

A día de hoy, continúa vivo y creciendo de manera habitual, en buena parte gracias a la madera podrida de las raíces de los árboles de la que sigue alimentándose

Foto: Las setas del hongo de miel es la única parte visible del gran hongo. (Pixabay)
Las setas del hongo de miel es la única parte visible del gran hongo. (Pixabay)

¿Se imaginan un ser vivo que llevara tres milenios creciendo y que, hasta ahora, nadie hubiera descubierto? Eso es lo que ha pasado con un hongo en Michigan (Estados Unidos), donde los mismos científicos que ya lo encontraron en la década de los ochenta han conseguido analizar exactamente cómo es... y es mucho más grande de los esperado: tiene al menos 2.500 años de antigüedad, pesa unas 400 toneladas y mide 75 hectáreas. Casi nada.

Para hacernos una idea de lo impresionante que es este espectacular hongo de miel subterráneo, es necesario tener en cuenta que es anterior al nacimiento de Cristo, pesa lo mismo que 57 elefantes adultos y ocupa lo mismo que 400 campos de fútbol. A finales de 1980, un equipo de científicos expertos en botánica de la Universidad de Missouri, capitaneados por Johann Bruhn, consiguieron localizarlo. Ahora, ese mismo equipo ha conseguido más datos al respecto.

Foto: Un estudio recogido en 'Nature' a principios de agosto utilizaba CRISPR para corregir una enfermedad hereditaria en embriones (Zeiss)

En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B, este grupo de expertos han conseguido utilizar las últimas técnicas para revelar la verdad que escondía este increíble hongo. En un primer estudio, se consideraba que tenía unos 1.500 años de vida, además de un peso de unas 100 toneladas: ahora, se ha conseguido saber que esos datos se quedaban realmente cortos... además de que a día de hoy continúa con vida.

Pero, ¿cómo ha podido sobrevivir tanto tiempo? Los expertos consideran que uno de los elementos fundamentales tiene que ver con su estabilidad genética. Tras comparar las muestras tomadas actualmente con las obtenidas en el primer estudio, los científicos determinaron que prácticamente no ha sufrido cambios en tres décadas: "Creemos que esa tasa tan baja de mutaciones puede ser clave en la estabilidad genética del hongo y de que siga con vida", señaló Bruhn a 'LiveSciencie'.

Este espectacular hongo de miel no es visible desde la superficie, pero sí las setas que consiguen salir al exterior. De hecho, que sea capaz de producirlas cada primavera es un síntoma de que que sigue en continua reproducción. Pero, ¿cómo se alimenta? Pues ni más ni menos que de raíces de árboles cercanos, a las que va debilitando hasta convertirla en madera en descomposición, de la que obtiene los nutrientes necesarios para seguir creciendo.

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Lo que los expertos no han conseguido descifrar es la razón exacta por la que muta genéticamente tan poco. Intuyen que puede ser debido a que no reciba el impacto de los rayos ultravioletas, al encontrarse bajo tierra, pero su intención es seguir investigando la razón de que esto se produzca: entienden que conocer este proceso puede servir para comprender el contrario, las mutaciones descontroladas, lo que puede ayudar a entender el crecimiento de las células cancerígenas.

A pesar de su espectacular tamaño, el hongo de Michigan no es el más grande del mundo. Solo hay uno que le supera, pero lo hace con creces: se encuentra en Oregon y cuenta con más de 8.000 años de antigüedad, además de medir cerca de 10 kilómetros cuadrados. Eso sí, el primero continúa con más vida que nunca y puede convertirse en un elemento médico fundamental para tratar de descubrir algunos de los procesos desconocidos de la gran enfermedad del siglo XXI.

¿Se imaginan un ser vivo que llevara tres milenios creciendo y que, hasta ahora, nadie hubiera descubierto? Eso es lo que ha pasado con un hongo en Michigan (Estados Unidos), donde los mismos científicos que ya lo encontraron en la década de los ochenta han conseguido analizar exactamente cómo es... y es mucho más grande de los esperado: tiene al menos 2.500 años de antigüedad, pesa unas 400 toneladas y mide 75 hectáreas. Casi nada.

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