España es incapaz de reducir emisiones: ¿deben las autonomías tomar el control?

El pasado martes, Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, reconoció que la sequía "complicará la senda de decrecimiento" que España venía registrando en materia de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

En realidad, los datos muestran una realidad bien diferente. Las emisiones descendieron durante la crisis y volvieron a repuntar en 2013. "Desde entonces, hubo un descenso puntual un año, probablemente por un mayor uso de la hidroeléctrica", explica a Teknautas Fernando Prieto, del Observatorio de la Sostenibilidad, "sin embargo, no se cambió nada en el modelo productivo durante la crisis así que lo más probable es que las emisiones vuelvan a aumentar este año".

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2020, esa fecha tan lejana, está ya a la vuelta de la esquina. Para entonces, uno de los objetivos de la Unión Europea es haber reducido sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) un 20% con respecto a 1990, además de otros objetivos en energía renovable o eficiencia energética.

Ya les avanzamos que será imposible. En 2015, fecha de los últimos datos disponibles, España había aumentado sus emisiones un 17% con respecto a 1990. Sin embargo, no todas las comunidades autónomas cargan con la misma culpabilidad.

Aunque ninguna región del país logró reducir un 20% sus emisiones, sí es destacable que cuatro comunidades autónomas y la ciudad de Ceuta lograron emitir menos en 2015 que 25 años antes.