El gran fracaso de Elon Musk: quiso fusionar OpenAI con Tesla en 2017, pero no pudo

• Elon Musk se burla de OpenAI con un vídeo del 'Risitas' y Canal Sur le pide los derechos
• Musk demanda a OpenAI y Sam Altman por anteponer el lucro al bien de la humanidad

El pasado viernes 1 de marzo, Elon Musk presentó una demanda contra Sam Altman y OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, DALL-E y Sora, por “anteponer el lucro al bien de la humanidad”. Una decisión controvertida, sobre todo, si se tiene en cuenta que el fundador de Tesla ayudó a financiar a la startup de inteligencia artificial generativa durante sus primeros años de vida.

Como respuesta a la demanda, OpenAI ha publicado una serie de mensajes de correo electrónico enviados por Musk a diferentes directivos de la compañía que están dando mucho que hablar. En este sentido, de ellos se desprende que OpenAI nunca tuvo la intención de permanecer eternamente como una entidad “de código abierto” y de ser “no rentable” a largo plazo. Una idea con la que el CEO de Tesla y X, entre otros muchos negocios, estaba de acuerdo.

En un artículo de blog publicado en la web oficial de OpenAI, los actuales directivos de la empresa de IA afirman que “tanto Elon como nosotros estuvimos de acuerdo en crear una entidad con fines de lucro a finales de 2017”. Eso sí, apostillan que “Elon quería una participación mayoritaria en el capital, control sobre la junta directiva y el puesto de director ejecutivo (CEO). En mitad de las negociaciones, decidió cortar la financiación”.

La idea de Elon Musk

Los directivos de OpenAI sospechaban que la intención real de Elon Musk era fusionar OpenAI en Tesla e integrarla dentro de la compañía de automóviles eléctricos. Una futura decisión que, según él, se justificaría en la necesidad de aportar “miles de millones de dólares en financiación para competir con Google”. Sin embargo, la visión de la junta era otra y decidieron rechazar la oferta.

Parece ser que la decisión de los directivos de OpenAI no sentó nada bien a Elon Musk. De hecho, envió un email afirmando que “mi evaluación de probabilidad de que OpenAI sea relevante contra Google DeepMind sin un cambio drástico en la ejecución de los recursos es del 0 %. No del 1 %. Ojalá fuera de otra manera”. Llegados a este punto de la historia, resulta más que evidente que se equivocó.