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Google acelera su gran revolución: su inteligencia artificial Bard ya puede utilizarse en España
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EXPANSIÓN INTERNACIONAL

Google acelera su gran revolución: su inteligencia artificial Bard ya puede utilizarse en España

La compañía, que había retrasado su lanzamiento en Europa para evitar problemas con la legislación de protección de datos, pone en marcha su chatbot en la UE

Foto: Un evento de Google AI. (EFE/Elijah Nouvelage)
Un evento de Google AI. (EFE/Elijah Nouvelage)
Las claves
placeholder Google por fin muestra cómo va a utilizar su inteligencia artificial y para qué te va a servir

Aunque empresas del tamaño de Meta o Amazon están involucradas, la lucha por la inteligencia artificial generativa ha sido vista como una batalla entre dos gigantes. Por un lado, está el dúo formado por OpenAI, creadora de ChatGPT, y Microsoft, que invirtió 10.000 millones de dólares en la compañía de Sam Altman, convirtiéndola prácticamente en una extensión más de la multinacional estadounidense. Por otro lado, se encuentra Google, que por primera vez en su historia se encontraba con una amenaza a su reinado en las búsquedas en internet y, con ello, miles de millones de ingresos publicitarios.

Para hacer frente al impresionante avance y adaptación de ChatGPT, que ahora forma parte de productos como el navegador Edge o el buscador Bing, Google no tardó en presentar Bard, su propio chatbot. Aunque no se sabe si fue por sorpresa o simplemente por precaución, siempre dio la sensación de que la empresa de Sundar Pichai competía con cierta desventaja.

Foto: Jensen Huang, CEO de Nvidia. (Reuters/Ann Wang)

Mientras Microsoft y OpenAI lanzaban sus herramientas en todo el mundo, Google las probaba durante semanas en petit comité, con sus empleados y otros testers de confianza. Incluso después de anunciar en su conferencia anual para desarrolladores que lo lanzarían públicamente en inglés, coreano y japonés en 180 países, había letra pequeña. Hubo cientos de millones de usuarios que se quedaron sin poder utilizarlo, ya que la compañía decidió no activarlo en los países de la UE debido a asuntos regulatorios.

Sin embargo, esa excepción llega hoy a su fin. Bard ya se puede utilizar en nuestro país y en el resto de Europa. Además, Google ha anunciado que su chatbot ahora funciona en 40 nuevos idiomas. Hasta ahora, para usarlo en España, era necesario utilizar una VPN para fingir estar conectado desde otro lugar. Además, aunque el chatbot reconocía el español y podía entenderlo si se le buscaban las cosquillas, solo se podía interactuar con él en los tres idiomas antes mencionados.

¿Por qué ha tardado tanto?

Para entender por qué España y otros países de nuestro entorno se quedaron fuera del lanzamiento global de Bard, hay que retroceder hasta la primavera pasada, más concretamente hasta el 30 de marzo. Ese día, Italia bloqueó ChatGPT aludiendo infracciones en la forma en la que trataba la información personal de los usuarios. Esto desencadenó un efecto dominó en el que múltiples reguladores de países miembros anunciaron investigaciones sobre la herramienta en relación con la protección de datos.

Alphabet, la empresa matriz de Google, está acostumbrada a enfrentar este tipo de problemas y suele ser blanco de investigaciones por parte de reguladores de todo el mundo. Por ello, decidieron actuar con cautela y adaptar Bard a la normativa europea antes de asomar la patita por aquí.

Según explicó en un encuentro virtual con medios españoles Jack Krawczyk, director de gestión de productos de la compañía, han trabajado estrechamente con el regulador irlandés de protección de datos (conocido por las siglas DPC) para adaptar el producto a las normas vigentes. Escogieron hacerlo en ese mercado porque es donde Google tiene sus oficinas centrales en la región, al igual que otras multinacionales tecnológicas. Hace unos días, este organismo fue el que reveló que el lanzamiento de Threads, el clon de Twitter creado por Meta, no tendría lugar de forma oficial a este lado del Atlántico, lo que da fe de su relevancia en la materia en Europa.

placeholder Sundar Pichai, durante la presentación. (Google)
Sundar Pichai, durante la presentación. (Google)

Las recomendaciones del DPC se han traducido en cambios en la interfaz de Bard, más avisos para los usuarios, un nuevo servicio de privacidad y nuevas secciones donde se informa sobre la política y las condiciones de uso. Con esto, Google pretende evitar problemas legales en la gestión de la información de los usuarios. Sin embargo, hay otra batalla legal en ciernes que, por ahora, se está viviendo en su mercado natal. Tanto el buscador, su matriz Alphabet y su subsidiaria Deep así como OpenAI se han visto afectados por una demanda colectiva en EEUU en la que se les acusa de utilizar millones de datos de la web sin consentimiento expreso y que violó leyes de derechos de autor para entrenar y desarrollar productos de inteligencia artificial.

"Google ha estado robando en secreto todo lo creado y compartido en internet por cientos de millones de estadounidenses", asegura el documento presentado en los tribunales. Entre las alegaciones, se encuentran acusaciones tan contundentes como que la compañía ha tomado "prácticamente la totalidad de nuestra huella digital", incluyendo trabajos creativos y escritos para alimentar sus modelos de lenguaje.

En declaraciones a CNN, la compañía se defendió afirmando que estas tesis eran "infundadas" y que durante años "han dejado claro que usan datos de fuentes públicas, como información publicada de forma abierta en la web" para servicios como Google Translate, y que esa forma de trabajar se ha repetido en esta ocasión.

¿Qué podemos utilizar ahora en España?

Es importante señalar que lo que se activa hoy en España es la página de Bard, que se presenta como un sitio web y una aplicación independiente del buscador. La integración de inteligencia artificial en las búsquedas aún se está probando con un grupo reducido de usuarios en Estados Unidos, y aún no hay noticias sobre cuándo se expandirá a otros países.

La expansión de Bard también ha traído consigo un puñado de nuevas funciones. Ahora, además de poder leer las respuestas y compartirlas por correo electrónico o en Docs, también se podrá escuchar la respuesta generada por esta inteligencia artificial generativa. Esta función es especialmente útil, según los creadores, ya sea para escuchar un poema o para saber exactamente cómo se pronuncia una palabra.

Un cambio llamativo en la interfaz es la sección de consultas recientes y consultas guardadas. Imagina que le pides a Bard una rutina de entrenamiento para mantener la forma durante las vacaciones en la playa y quieres consultar qué toca hacer hoy. Bastará con seleccionar la respuesta para que quede siempre accesible tan pronto como inicies sesión en tu cuenta de Bard. Además, si deseas compartir los resultados con tus contactos en Gmail y otras plataformas, Bard contará con accesos directos para hacerlo fácilmente. Por último, se han actualizado las plataformas a las que se puede exportar el código fuente generado (admite más de 20 lenguajes de programación).

placeholder Sundar Pichai. (EFE)
Sundar Pichai. (EFE)

Google también ha anunciado otras herramientas y funcionalidades que, por el momento, solo estarán disponibles en inglés. Una de las más interesantes es la posibilidad de cambiar fácilmente la extensión o el tono de la respuesta generada desde un menú desplegable una vez que se ha generado. La otra función que estará disponible en la versión en inglés de Bard es la capacidad de cargar solicitudes con imágenes, una integración con Lens que ya se mostró en el evento I/O el pasado mes de mayo.

Durante la conferencia de desarrolladores, Google también presentó el proyecto Tailwings, que es una herramienta que te permite entrenar un modelo de lenguaje solo con los documentos que te interesan. Puede tratarse de una selección que hayas realizado tú mismo o incluso de tus propios documentos de Drive, para que el modelo de lenguaje pueda escribir o hacer presentaciones como tú. Los californianos han anunciado que ahora Tailwings se llama NoteBookLLM y que ya ha comenzado a probarse con un grupo reducido de usuarios en Estados Unidos, al igual que hicieron anteriormente con su nuevo buscador y otros proyectos relacionados con la inteligencia artificial.

Por último, la extensión de su modelo de lenguaje PaLM-2 orientada a aplicaciones de salud sigue quemando etapas con éxito. Durante los últimos dos meses, este desarrollo, llamado PaLM-2 Med, ha sido probado de manera preliminar en la prestigiosa Mayo Clinic de Minnesota. Ahora, los buenos resultados obtenidos parecen haber animado a ampliar este experimento.

Aunque empresas del tamaño de Meta o Amazon están involucradas, la lucha por la inteligencia artificial generativa ha sido vista como una batalla entre dos gigantes. Por un lado, está el dúo formado por OpenAI, creadora de ChatGPT, y Microsoft, que invirtió 10.000 millones de dólares en la compañía de Sam Altman, convirtiéndola prácticamente en una extensión más de la multinacional estadounidense. Por otro lado, se encuentra Google, que por primera vez en su historia se encontraba con una amenaza a su reinado en las búsquedas en internet y, con ello, miles de millones de ingresos publicitarios.

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