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72 horas hablando con el HomePod de Apple: es la mejor forma de saber si merece o no la pena
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RAZONES PARA AMARLO Y ALGUNA PARA ODIARLO

72 horas hablando con el HomePod de Apple: es la mejor forma de saber si merece o no la pena

La compañía lo mató en 2021. Ahora lo resucita por sorpresa, con una calidad de audio altísima o una mejor preparación para el hogar conectado. El problema, sigue siendo un producto que solo los más fieles pueden explotar al 100%

Foto: Foto: Apple.
Foto: Apple.
Las claves
placeholder HomePod Mini vs. Nest y Echo 2020: Apple baja al barro con un altavoz 'low cost', ¿es suficiente?

El HomePod de Apple llegó casi por sorpresa. Se presentó en junio de 2017 en la WWDC, la cumbre de desarrolladores de Apple. En España hubo que esperar para meter mano al aparato, cosas del idioma. No fue hasta 2018 cuando llegó al mercado patrio. Y, de la misma manera que había llegado al mercado, se fue. Los de Cupertino rescindieron en 2021 el contrato de su primer y mejor altavoz, enviado a la reserva y descatalogado en primavera de 2021. Aquello fue interpretado como que la manzana bajaba el barro a su manera. Mataba ese producto prémium y dejaba el formato mini actuando en solitario, mucho más acorde y preparado para el mercado low cost que habían popularizado Google con Assistant y, especialmente, Amazon con Alexa. Ahora, de repente, en 2023, Apple ha resucitado el HomePod original por sorpresa, con una segunda generación que pocos esperaban.

El HomePod de segunda generación, HomePod de 2022 o HomePod a secas, como le gusta llamarlo a la compañía, se pone este viernes a la venta. Hay novedades frente a la primera generación. Sería absurdo haber rescatado del olvido el aparato sin realizar cambios en una propuesta que pasó con más pena que gloria en lo que se refiere a las ventas. ¿Es buen altavoz? Ya era un altavoz de muchos quilates y lo sigue siendo, por supuesto.

Todo sube, el HomePod no (pero hay truco)

Pero la pregunta no es esa. La pregunta sigue siendo la misma de hace cuatro años. La cuestión a resolver es si merece la pena pagar 349 euros por la experiencia completa. Por cierto, el precio que hay que pagar es el mismo que el mismo que por el modelo original. Llama la atención teniendo en cuenta que, por culpa de la inflación y su política de conversión dólar-euro, la compañía ha subido el precio de prácticamente todo su catálogo de productos. Pero hay truco. Su predecesor, antes de pasar a mejor vida, fue rebajado hasta los 329 euros.

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Foto: M. McLoughlin.

He pasado probando este aparato varios días antes de que llegue a las tiendas. Y, para encontrar respuestas rápidas, decidí preguntar al protagonista poco después de configurar las dos unidades con las que hemos contado para este análisis.

—Oye, Siri, ¿qué me cuentas del nuevo HomePod?

—Una visita a la página web de Apple te puede resolver algunas dudas.

Agua. De acuerdo, me toca mover el culo. Habrá que pedir a Chat GPT que me haga el trabajo sucio. Me acerco al otro HomePod, al que he colocado en un extremo del salón. Sorprendentemente, el que me escucha es el otro.

—Oye, Siri, ponme la lista Mazapán... ¡en Spotify!

—Lo siento, todavía no puedo hacer eso.

Dejo que se calle y:

—Oye Siri, pon... eh... pon música de Las Ginebras.

—De acuerdo. Te pongo música de Las Ginebras.

Aunque me he pasado 72 horas pidiéndole cosas al HomePod de Apple y hablando con el asistente, esta breve conversación ya me deja ver que, a pesar de las mejoras (adelanto que algunas de ellas muy acertadas), me voy a encontrar con las mismas dudas que con el modelo original. En aquel momento, dije que el HomePod mostraba las dos caras de Apple, la que justifica el éxito de sus dispositivos, pero también la que da alas a sus críticos.

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Foto: M. McLoughlin.

El diseño es uno de los aciertos que tuvo Apple en su día y ahora lo repite. Tenemos la misma propuesta con cambios mínimos, que pueden pasar desapercibidos a simple vista. Mantiene el mismo diámetro, 14,2 centímetros, pero reduce su altura, que pasa de 17,2 a 16,8 centímetros. Eso da como resultado un dispositivo más achatado y algo más ligero (2,5 kilos vs. 2,3). El peso es relativo, porque no estamos hablando de un altavoz bluetooth portátil, sino que estamos ante un altavoz wifi al estilo Sonos. La base sigue siendo de goma (el material escogido es habitual, con el fin de absorber vibraciones), aunque se ha rediseñado para aumentar su efectividad.

Hay otros cambios, como que la toma de corriente ahora es un cable extraíble o que la base superior (donde tenemos el control de volumen y el botón para reanudar o pausar la reproducción manualmente) ahora es más grande y la animación cuando Siri se activa rellena toda la superficie. Por lo demás, tenemos la superficie de malla de tela que ya hemos visto tanto en el original como en el HomePod Mini. Particularmente me gusta mucho el conjunto. La diferencia es que solo está disponible en blanco y en negro (más oscuro), y no en diversos colores como en la versión compacta. Mi recomendación, optar por la oscura, para evitar que se ensucie con el paso del tiempo.

La configuración es sencilla hasta el extremo, como Apple intenta con cualquiera de sus accesorios. En cuanto lo enciendes, aparece la tarjeta de emparejamiento rápido. Si no tienes la última versión iOS o iPadOS (16.3), tendrás que actualizarlo antes de poder hacer este paso. El aparato emite una serie de pitidos, se detienen, y eso significa que está listo para usarse.

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Foto: M. McLoughlin.

Si tuviésemos un capó que nos permitiese ver las tripas del nuevo HomePod, podríamos ver una serie de cambios que, al menos sobre el papel, son más destacables. El modelo de 2017 montaba siete altavoces de agudos (o tweeters), seis micrófonos y un woofer que ellos describen como de "alta excursión". Esta expresión se refiere al rango de movimientos que puede hacer un elemento mecánico en un equipo de audio como este. Por tanto, este woofer de "alta excursión", que se ocupa tanto de frecuencias medias como bajas, tiene, grosso modo, un abanico más amplio de frecuencias que el que podría manejar si fuese un woofer a secas.

Este ingrediente se mantiene. Pero los otros reducen presencia. El número de tweeters bajan a cinco y el número de micrófonos a cuatro. La explicación detrás de este ajuste de piezas es la rebaja que Apple ha hecho sobre este modelo en Estados Unidos, donde se vende por 299 dólares. El problema es que, con la inflación, esos beneficios han quedado completamente diluidos a este lado del Atlántico. Hay otro cambio que merece la pena destacar: el procesador. Cambiamos el motor del iPhone 6, lanzado en 2014, por el S7, el mismo que mueve el Apple Watch de 2021. Esto es lo que permite activar mejoras como el audio computacional, que al final ayudan a compensar un menor número de componentes en el interior del nuevo HomePod.

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Foto: M. McLoughlin.

El nuevo HomePod suena bien. Si alguien me pregunta si merece la pena actualizar, desde la primera generación a la segunda, diría que no, porque la calidad del audio a la hora de la verdad es muy similar. Si me preguntan si merece la pena complementar el HomePod Mini, te diría que depende. No es lo mismo pensar en el nuevo HomePod como una inversión para tener un gran sonido en casa que para tener otro altavoz inteligente más. Si lo que buscas es lo primero, adelante, que la diferencia con el HomePod Mini es abismal. Si buscas lo segundo, igual te plantearía que dedicases el dinero en tener un par de HomePod Mini más.

Lo he probado con un buen número de canciones, artistas y géneros. Desde Despechá de Rosalía hasta Don´t Go Yet o Hasta los dientes de Camila Cabello, pasando por Rocket Man (Elton John), Ansiedad (Ginebras), Sigues en mi mente (Marta Sangó), Mi familia (Fusa Nocta), Uncle Blue (Leifur James), Lumiére (Emily Sage), New Light (Justice Der), Rushing Water (Sting) o EAEA (Blanca Paloma). Mención especial a You Are the Reason (Calum Scott), donde llegué a pensar que había alguien chascando los dedos a mi espalda mientras se reproducía y era algo de la comida.

La calidad acústica del altavoz es incuestionable, a pesar de tener menos componentes

Es probable que, gracias a las bondades del procesador, los bajos sean algo más finos y logrados y que pueda gestionar también mejor las voces en canciones con mucha carga instrumental. Pero, a la hora de la verdad, creo que el rendimiento es muy parejo. Puede llenar una habitación de tamaño medio-grande sin problema. Y el estéreo sigue funcionando extremadamente bien. Ahora han añadido una función que ofrecía Sonos, la marca que parece el mayor rival de los HomePods de Apple: hace un barrido para analizar la estancia, los rebotes y los ecos que se producen para ajustar la reproducción. No es algo opcional activarlo o no, por tanto, la efectividad del sistema es un acto de fe. Y me la puedo creer, ya que, como digo, el rendimiento acústico es muy similar al de la anterior generación, a pesar de tener menos componentes. Creo que el público objetivo de esta compra no va a percibir las diferencias.

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Foto: M. McLoughlin.

La calidad como altavoz del HomePod creo que no ha estado discutida nunca ni va a estarlo ahora. Pero es que el HomePod no es un simple altavoz. Quiere ser el centro del hogar para Apple. Y en ese punto tiene mucho que ver Siri, que ya valoraré más adelante. Pero, antes de entrar a valorar el desempeño como amo de casa, hay que volver a recordar que el HomePod vuelve a ser una jaula dorada para muchos usuarios.

Para exprimirlo al máximo, no basta con comprar el iPhone y el altavoz. También necesitas suscripción a Apple Music

Si eres usuario de Apple Music, no vas a tener problema. Vas a poder pedir a Siri la lista, canción o grupo que quieras. Independientemente de donde tengas el móvil. Podrás pedirle que salte de canción, podrás pedirle que cambie de lista, de disco. Lo que te venga en gana. Otra cosa es si eres usuario de Spotify o Amazon Music. Aquí la manzana no suelta prenda. Tendrás que tirar de AirPlay 2 para lanzar la música a los altavoces. Pero Siri todavía no mete mano a esas apps. Y me parece un tremendo error que, en un equipo que vende un menú acústico tremendo y las bondades de un asistente inteligente, solo se premie a los seguidores más fieles. No basta ya con tener el teléfono o la tableta de turno y comprarte el altavoz.

Hay que suscribirse a Apple Music (de regalo seis meses para los que nunca hayan estado dados de alta). Hay gente que simplemente no quiere. Porque no les gusta la app o porque, simplemente, tienen decenas de listas en Spotify que no tienen forma de migrar fácilmente a otras apps. Considero que Apple debería abrir el puño, porque creo que, incluso entre los propietarios de un iPhone, hay muchos que prefieren la app de Daniel Ek.

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Foto: M. McLoughlin.

Volviendo al HomePod como asistente inteligente, aquí tenemos cal y arena. Hay noticias estupendas como la incorporación de Matter a este dispositivo. Es una mejora invisible de esas que tardan tiempo en notarse, pero que es de gran valor. Matter es un estándar universal para los gadgets conectados que ya están adoptando los gigantes de la industria, como Google, Amazon, Samsung o LG. ¿En qué se traduce? Pues, básicamente, en que ya un accesorio como una bombilla o enchufe inteligente no será compatible con tal asistente ni con tal otro, sino que será compatible con Matter y, por tanto, con todos los que utilicen esta tecnología. Salvando las distancias, sería lo que el bluetooth a los equipos de audio.

Siri, una de cal y una de arena

El HomePod, a diferencia de la primera generación, viene con un sensor de humedad y temperatura incluido. También lo tenía el HomePod Mini aunque estaba desactivado hasta ahora. Esta novedad te mostrará en el menú los grados que hace en casa o cómo de húmedo está el ambiente. En mi caso, tampoco ha supuesto un gran cambio. ¿Por qué? Porque ya tengo un termostato de Netamo instalado y ya veía la temperatura que hacía y podía fijar rutinas, programar cuándo funciona o cuándo no. En el futuro se desbloqueará una función para hacerlo compatible con detectores de humo.

El HomePod es un dispositivo creado para Siri. El problema es que el asistente de voz de Apple siempre me ha parecido que da una de cal y una de arena. Lo bueno es que ahora funciona más rápido. Me gusta mucho poder pedir que llame a mi madre, a mi hermano o un amigo, y andar por la casa sin el teléfono en la mano manteniendo una conversación mientras preparo la lavadora o la cena. Funciona muy bien con Apple Music, buscando sugerencias o temas relacionados. Me gusta también poder pedirle que encuentre mi móvil. Es una bendición cuando tengo dos minutos para salir de casa y no encuentro el iPhone. Y, en lo que se refiere a la privacidad, pues me fío más de la manzana que de otros. También puede servir para reproducir contenidos con Dolby Atmos, pero no cualquier televisor, sino con uno que tenga conectado un Apple TV 4K, un aparato que cada vez tiene menos lógica adquirir.

La llegada de Matter y Siri mejora, pero todavía necesita un paso más adelante

Pero me parece que sigue teniendo una mayor tasa de fallos a la hora de preguntarle cosas o formular las órdenes de forma diferente que la que tiene Google o Alexa. Hay cosas que puede hacer en el iPhone que no puede hacer en el HomePod. Además, me he encontrado estos días con que la música se ha activado por error en algunos momentos. Me saca de quicio no poder utilizar Spotify o Sonora, donde atesoro muchas listas, selecciones propias, así como pódcast exclusivos que escucho con frecuencia. Es buen asistente, sí, pero a muchos les puede generar dudas este extremo. La culpa, no es exclusiva de la manzana, que habilitó en 2020 una plataforma para que terceros pudiesen integrar sus servicios y muchos no han movido pieza.

Sea de quien sea, sigue cargando con la duda que ya tenía la versión original. A alguien que sea seguidor completo de Apple (Music incluido), le diría que, si le llama, adelante. Que no le va a defraudar, aunque el precio sea considerable, 349 euros. A alguien que tenga el presupuesto más corto y que, además, sea usuario de Spotify, le diría que valorase otras opciones. Hay ofertas que te permiten hacer con dos Sonos One prácticamente por el mismo precio que un HomePod de segunda generación, ya que le permite montarse el par estéreo (esencial para tener la mejor experiencia) o llenar dos habitaciones.

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El HomePod de Apple llegó casi por sorpresa. Se presentó en junio de 2017 en la WWDC, la cumbre de desarrolladores de Apple. En España hubo que esperar para meter mano al aparato, cosas del idioma. No fue hasta 2018 cuando llegó al mercado patrio. Y, de la misma manera que había llegado al mercado, se fue. Los de Cupertino rescindieron en 2021 el contrato de su primer y mejor altavoz, enviado a la reserva y descatalogado en primavera de 2021. Aquello fue interpretado como que la manzana bajaba el barro a su manera. Mataba ese producto prémium y dejaba el formato mini actuando en solitario, mucho más acorde y preparado para el mercado low cost que habían popularizado Google con Assistant y, especialmente, Amazon con Alexa. Ahora, de repente, en 2023, Apple ha resucitado el HomePod original por sorpresa, con una segunda generación que pocos esperaban.

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