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El HomePod, a prueba: este altavoz es lo mejor y lo peor de Apple al mismo tiempo
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El HomePod, a prueba: este altavoz es lo mejor y lo peor de Apple al mismo tiempo

El producto más desconocido de la manzana ofrece un sonido y un diseño sobresaliente. Sin embargo, tiene deberes que hacer: su ecosistema es muy cerrado y su asistente necesita dar el estirón

Foto: 'Oye Siri...', el comando para activar el Homepod. (E. Villarino)
'Oye Siri...', el comando para activar el Homepod. (E. Villarino)

Los iPhone cuentan con fama planetaria. Casi todos saben lo que son. El nombre de los iPad, aunque despierten menos excitación que el smartphone de Cupertino, también se extiende hasta los confines de medio mundo. Más de lo mismo ocurre con los ordenadores Mac y todos los derivados que siguen a este prefijo comercial. Los Watch y los Airpods, los auriculares de bastoncillos blancos que últimamente habrás visto cada vez en más lugares, son cada día que pasa más conocidos. Pero esa popularidad aún no ha alcanzado al HomePod, el último y más desconocido producto de Apple.

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Se trata de un altavoz inteligente. Uno de esos aparatos que este curso quieren ponerse de moda en España y que dan cabida a un asistente virtual. Aquí, el inquilino es Siri. Faltaría más. Los californianos siguen en su HomePod al dedillo el mantra que ha condicionado todos y cada uno de sus aparatos. Pueden llamarle sencillez o minimalismo. Pero esa norma allí lo colocan por encima de todo. En definitiva, son dos kilos y medio de pura esencia de la manzana.

He probado durante diez días estos altavoces en casa. El resumen es que al mismo tiempo el HomePod ofrece la mejor y la peor cara de Apple. Un sonido excelente, que pocos ofrecerán a ese precio; y un diseño muy logrado. En cambio, lo restrictivo de su ecosistema y la poca enjundia de Siri como asistente suponen, globalmente hablando, una amarga cucharadita de ricino. Aquí van mis impresiones.

Un 'mamotreto' sumamente elegante

placeholder El Homepod pesa 2,5 kilos. Casi nada. (M. Mcloughlin)
El Homepod pesa 2,5 kilos. Casi nada. (M. Mcloughlin)

Cuando uno coge la caja se da cuenta que es un auténtico 'mamotreto'. Como decíamos, dos kilos y medio. Si te llevas dos, por eso del estéreo o por lo de ponerlo en más de una habitación, son cinco. Casi nada. "Es que para ser un altavoz bluetooht para el iPhone pesa un huevo", comentaba un colega hace unos días cuando lo toqueteaba en casa. Error. No por lo del 'ovopesaje', sino por lo de la tecnología que se esconde detrás. No funciona con bluetooth (excepto para la configuración inicial y poco más). Lo que le mueve es el wifi. Y no es un mero apéndice dependiente del móvil. Nada de eso. Una vez lo pongas en marcha no tendrás que estar haciendo uso de tu móvil. Solo necesitarás tu voz para gobernarlo. Son dos aparatos completamente independientes, que en algún momento colaborarán. Pero cada uno con su espacio y sus responsabilidades.

Es un 'mamotreto', sí. Pero un 'mamotreto' bien elegante. No está pensado para andar moviendo de lado a lado (son 17,2 centímetros de alto y 14,2 de ancho), aunque lo han equipado con un sistema para que el propio equipo detecte si lo has cambiado de posición y haga la correspondiente calibración para adaptarse a lo que le rodea. Minimalismo extremo. Un cilindro de acabados redondeados y bastante grueso con una cubierta de tela, disponible en gris o negro. No llamará la atención ni para bien ni para mal en cualquier rincón de la casa. Se integra perfectamente en la decoración.

Ni cremalleras ni costuras ni botones físicos. El Homepod es un claro ejemplo de diseño de Apple

No encontrarás ni cremalleras ni costuras. No están a la vista. Tampoco localizarás botón físico alguno. La parte superior ofrece control táctil para las acciones habituales como subir y bajar volumen, pausar y reproducir la música o activar Siri. El problema, su acabado brillante. En algún momento le acabarás dándole una pequeña limpieza para quitar los dedazos que pueden quedarse en esa superficie.

La base sobre la que se sostiene es de silicona. El objetivo no es otro que reducir (más bien, absorber) los movimientos que se pueden producir cuando se pone una canción, que diría mi madre, a todo meter. Un solitario (y necesario) cable recubierto con una textura similar es lo único que rompe una limpia y equilibrada composición.

Configurar y cantar

placeholder Configurar el Homepod de Apple es cuestión de cinco minutos. (M. Mcloughlin)
Configurar el Homepod de Apple es cuestión de cinco minutos. (M. Mcloughlin)

La simplicidad es una máxima inevitable dentro de Cupertino. Es la razón que les llevó a no enredarse metiendo un lector de huellas bajo la pantalla cuando apostaron por el reconocimiento facial y ese mantra también es el que les lleva a no incluir un modo manual en su aplicación de cámara. Habrá a quien le guste y a quien no, pero lo es que hay. Que el sistema trabaje y tu no o, al menos, poco. Por eso este HomePod es configurar y cantar. Basta con enchufarlo a la corriente y, pasados un instante, acercar tu iPhone (debe estar conectado a la Wifi y con la aplicación 'Casa' de iOS abierta). Tu teléfono dará las indicaciones correspondientes al aparatos para empezar a funcionar y tu tendrás que limitar a establecer la habitación de turno o si se trata de un equipo que trabajará conjuntamente con otro para ofrecer sonido estéreo. Creo que es el aparato más sencillo de poner en marcha de Apple junto a sus Airpods.

Desde la aplicación casa podrás decidir si Siri está constamente a la escucha, controlar las notificaciones, asignarles una nueva ubicación y un buen abanico de opciones relacionadas con el funcionamiento y la configuración de esto También añadir los 'gadgets' que tengas conectados en tu hogar compatibles con 'Homekit' como termostatos, enchufes o bombillas inteligentes entre otras cosas. Cuenta con soporte para atajos para el asistente de voz y con ello podrás crear rutinas. Es decir soltar un 'Oye Siri, buenos días' y que se ponga en marcha una cafetera y una determinada lista. En mi caso, me ha servido para que se enciendan las luces del salón y la cocina y que empiece a sonar música. Si tienes altavoces en casa y son compatible con AirPlay 2, te llevarás una alegría: podrás utilizarlos para crear un sistema 'multiroom' junto a otros equipos.

Lo importante: el sonido

placeholder Homepod, el producto más restrictivo de Apple. (M. Mcloughlin)
Homepod, el producto más restrictivo de Apple. (M. Mcloughlin)

Es un altavoz inteligente, sí, pero al fin y al cabo, un altavoz. Por eso el asunto del sonido es una tarea troncal que estos aparatos deberían tomarse muy en serio. El HomePod cuesta 350 euros. "Por ese precio ya puede sonar bien", pensarán algunos. Y es así. Es lo mejor de este HomePod. Es música para los oídos. Nunca mejor dicho. Su peso (los dos kilazos y medio que hemos señalado anteriormente) están justificados por la mecánica que esconde en su interior. Cuenta con un total de siete altavoces integrados para ocuparse de los agudos y también con uno dedicado para los graves. A esto hay que sumarle, un total de siete micrófonos. Seis están salpicados en todas las direcciones para que se pueda captar nuestros 'Oye Siri...' en cualquier situación (lo borda, no tienes que elevar demasiado la voz ni cuando la música está a tope).

Pero el que realmente importa es el micrófono que se encuentra en el corazón del aparato. Es el que analiza los sonidos más graves emitidos por el altavoz dedicado a ello. En tiempo real, el procesador A8 que monta (el que se estrenó con el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus) es capaz de interpretar esa información, valorar los diferentes matices y autocalibrar esto. Este 'motor' también es capaz de discernir lo importante del sonido. Es decir, la voz y la música, cosas que 'coloca' en los carriles centrales. Lo demás va, como quien diría, por el 'arcén', por el fondo. Así se crea un ambiente envolvente.

¿Por qué son tan importantes esos matices? Porque no todos disponemos de un enorme salón diáfano de techos altos o una cocina en isla (muchos mataríamos por ella) donde colocar en el centro de la estancia el altavoz. En mi caso, durante la prueba, la mayoría del tiempo han estado en una estantería del salón y en una mesilla de noche muy cercana a la pared. El análisis cobra relevancia para mantener la experiencia de sonido. Durante la configuración detecta todo desde el techo hasta las paredes y ajusta el sonido. Si mueves el altavoz, el proceso se repetirá automáticamente.

placeholder Foto: Apple.
Foto: Apple.

Como decíamos activarlo es muy sencillo. No he levantado la voz en ninguna ocasión. Es más he susurrado con la televisión puesta y se ha activado. El colmo de los colmos ha sido cuando repasaba entre dientes el texto de este análisis y me ha escuchado. En todas las ocasiones los 'Oye Siri' han sido recogido desde todos lados de la habitación.

Durante las primeras llamadas, inconscientemente me acercaba al altavoz para hablarle. Pero según realicé algunas más, me fui alejando y percatando de que se me oía igual de bien.

En este punto Apple, el del sonido, ha conseguido ponerse por delante de su competencia más directa en los altavoces inteligentes. Muchos dirán lo del precio. Pero el HomePod está por debajo del Google Max (se puede encontrar por 400 euros) y en el caso de Amazon, para tener una experiencia parecida (que no igual), necesitarías hacerte con dos dispositivos, un Echo Plus y el correspondiente 'subwoofer', con lo que la factura ascendería a unos 260 euros. Y, probablemente, en los equipos de audio, en comparación con marcas como Bose o Sonos, también sea una de las que mejor relación calidad (de sonido) - precio ofrezca en esta franja. Una expresión que no siempre puede acompañar a los productos de la manzana.

Apple y el puño cerrado

placeholder Apple Music, el 'motor musical' de este Homepod. (M. Mcloughlin)
Apple Music, el 'motor musical' de este Homepod. (M. Mcloughlin)

Apple es la compañía del puño cerrado. No me refiero al dinero, me refiero a su ecosistema. Lo hemos visto con el Apple Watch. Y lo hemos visto, en menor medida, con los Airpods, que aunque se pueden utilizar en Android, algunas de sus funciones quedan muy limitadas.

El HomePod no se puede utilizar como un altavoz bluetooht normal y corriente. Incluso para configurarlo tienes que pasar por sus 'apps'. Las fuentes oficiales de contenido que soporta son Apple Music, la aplicación de 'Podcast', las emisoras de Beats así como tu biblioteca de iTunes, tal y como indican en su página web. ¿Esto significa que no se puede escuchar Spotify? No. Obviamente reproduce otras plataformas de 'streaming' y otras pistas de audio que tengas en el teléfono, pero el proceso para lanzarlo es 'manual' y, por tanto, dependerás de tu iPhone. ¿Qué diantres significa todo esto? Que para disfrutarlo del todo, lo mejor es que pases por caja y te suscribas a Music. O eso o que tengas una colección de iTunes muy extensa. Sólo de esa manera podrás pedirle a Siri que te pinche música y sacar partido al control por voz.

Apple es de puño cerrado con su ecosistema. Si quieres sacar partido es mejor tener Apple Music

Utilizar un HomePod con Android al cien por cien es simplemente imposible. Tirar el dinero. Tendrás un equipo bluetooth, nada más. En absoluto inteligente. Y además tendrás que hacer triquiñuelas para configurarlo. El HomePod es un altavoz para su parroquia. No es algo que me pille por sorpresa. Pero lo cierto es que ya que abrieron la horquilla de Apple Music (que si dispone de 'app' oficial para ese sistema operativo) uno se pregunta si no es una oportunidad perdida no hacer lo mismo con estos altavoces.

Ocurre tres cuartas partes de lo mismo con la televisión. Si tengo un Apple TV puedo utilizar este altavoz como fuente de sonido. Pero eso no me sirve con mi 'smart TV'. Y ya que supone una inversión importante, no estaría de más que hubiesen establecido compatibilidad con este tipo de aparatos para poder sacar rédito a su sobresaliente carta de prestaciones acústicas.

Siri, espabila

placeholder La luz que indica que Siri está escuchando. (E. Villarino)
La luz que indica que Siri está escuchando. (E. Villarino)

Parece que Siri lleva toda la vida con nosotros. Pero no. Fue en 2011 cuando se estrenó. Han pasado siete años desde que este asistente virtual apareció en el iPhone 4S. Un tiempo en el que Amazon, Google y Microsoft se han lanzado a esta carrera. En 2018 Siri sigue siendo la más popular de la clase. Es, sin lugar a dudas, la más conocida por el gran público. Pero eso no significa que sea, ni mucho menos, la más avanzada. Aquí se aplica eso de que mientras unos se llevan la fama, otros cardan la lana. Personalmente, tengo la sensación de que Siri se ha quedado detrás de competidores como Alexa o Assistant a la hora de ejercer como asistente virtual.

La integración entre Apple Music y Siri es buena, pero necesita mejorar en otras tareas

¿Qué puedes pedirle a Siri en HomePod? Es especialmente práctico con la música. Podrás pedirle música por artista, por género, por disco, una canción en concreto. Pero también responderá a tu estado de ánimo, te ponga algo de otro estilo. También te hará caso cuando le pidas que pinche la música en tal habitación y en esta otra y cuando le preguntes cosas sobre los artistas. La integración con Apple Music cabe decir que es muy buena, lo que refuerza el 'papel' musical de este equipo. Sin embargo, como asistente en el resto de tareas cumple con lo básico y, sorprende, que hay un buen puñado de ocasiones en los que no me entiende si me salgo de una fórmula convencional de pedir las cosas. Tras haber probado altavoces con Alexa y Assistant, me da la sensación que es el que más atrasado queda, especialmente en el trabajo con terceros.

Es cierto que Siri ha mejorado con los atajos, pero hace falta mayor integración con terceros

Además, cabe mencionar que no se puede tener diferentes voces registradas. Se ha activado al oír 'Oye Siri' independientemente de que lo pronunciase yo, alguien con una voz bastante menos grave o una mujer. Esto no sería un problema si no fuese porque tienen acceso a todas las funciones, también a la de llamadas y mensajes. Por último, si quieres utilizar con frecuencia la función de llamada del HomePod te recomiendo que hagas una buena limpieza en tu agenda. En alguno de los casos me he encontrado con una larga enumeración (incluyendo la lectura de cada número de teléfono) de si quiero llamar a este Guilermo, a este otro o aquel. En otros, los menos, no ha sido capaz de entender si tenía guardado a mi contacto con ciertos motes.

¿Es para mí?

placeholder Homepod, el altavoz inteligente de Apple. (E. Villarino)
Homepod, el altavoz inteligente de Apple. (E. Villarino)

Como decimos, Apple es la que ha logrado empaquetar un mejor sonido en su altavoz inteligente. Si lo que quieres es utilizarlo como equipo de música principal, la maquinaria acústica que monta será más que suficiente para el 95% del público. Además si tienes equipos con Airplay 2, como el caso de los Sonos, te podrás montar un buen equipo multiroom. Si tienes un iPhone o un iPad, se entiende muy bien con sus 'apps', aunque falta abrir más la horquilla.

Personalmente no se lo recomendaría a nadie que no tenga un teléfono Android. Si eres un loco de Spotify y no estás dispuesto a migrar todas tus listas a Apple Music piénsatelo bien, ya que no podrás aprovechar toda la potencia del manejo de la música mediante voz.

El precio, como decimos, está en línea de lo que ofrecen otros fabricantes. Google Max, que es la experiencia auditiva más parecida, se encuentra en internet a partir 400 euros (no se vende oficialmente en España) y si quieres tener algo parecido con Amazon (la calidad acústica no es la misma) tienes que hacerte con dos altavoces, con un precio que supera los 260 euros.

Los iPhone cuentan con fama planetaria. Casi todos saben lo que son. El nombre de los iPad, aunque despierten menos excitación que el smartphone de Cupertino, también se extiende hasta los confines de medio mundo. Más de lo mismo ocurre con los ordenadores Mac y todos los derivados que siguen a este prefijo comercial. Los Watch y los Airpods, los auriculares de bastoncillos blancos que últimamente habrás visto cada vez en más lugares, son cada día que pasa más conocidos. Pero esa popularidad aún no ha alcanzado al HomePod, el último y más desconocido producto de Apple.

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