Parag Agrawal, el desconocido ingeniero indio que ha llegado a lo más alto de Twitter

Parag Agrawal será el nuevo consejero delegado de Twitter, tal y como ha anunciado el que ya es su antecesor en el cargo, Jack Dorsey. “Es alguien de quien aprendo cada día. Mi confianza en él como CEO es muy profunda”, ha dicho en su carta de despedida, donde recalcaba que la empresa “está lista para seguir adelante sin sus fundadores”. Se trata de una apuesta personal por un perfil de la casa, ya que lleva algo más de una década trabajando en la plataforma, pero no muy conocido. Sin ir más lejos, antes de hacerse oficial el anuncio tenía unos 76.000 seguidores en Twitter, frente a los casi 6 millones de Dorsey.

El nuevo consejero delegado de Twitter estudió ingeniería de software en el Instituto Indio de Tecnología (Bombay, India) y, entre 2005 y 2012, hizo el doctorado en la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos). Para entonces, llevaba ya un tiempo trabajando como ingeniero para Twitter, que por aquel entonces acababa de pegar el bombazo que la hizo conocida en todo el mundo. “Empecé cuando Twitter tenía menos de 1.000 empleados”, ha recordado.

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Antes ya había trabajado como investigador para Microsoft, Yahoo y AT&T, aunque no estuvo mucho tiempo en ninguna de ellas. Su trabajo para impulsar el crecimiento de las audiencias hizo que fuera ascendido a jefe de tecnología (CTO) en 2017, puesto en el que se ha mantenido hasta ahora y desde donde ha impulsado los procesos de aprendizaje automático. Su paso a la máxima responsabilidad, según ha destacado Dorsey, ha sido decidido por unanimidad.

“Ha estado detrás de cada decisión clave que ha ayudado a cambiar el rumbo de la compañía. Es curioso, explorador, racional, creativo, exigente, independiente y humilde”, ha enfatizado en la mencionada carta, que ha sido correspondida minutos después por otra de su sucesor en la que también ha recalcado la buena relación entre ambos.

“Hemos actualizado nuestra estrategia para alcanzar objetivos ambiciosos”, ha explicado por su parte Agrawal, que ha recalcado que "el reto fundamental" es conseguir resultados "porque así Twitter será lo mejor que puede tanto para usuarios como accionistas".

Uno de los puntos críticos de Twitter es la desinformación que circula por la red social y los métodos para ponerle freno. "Nuestro papel no es estar atados por la Primera Enmienda, sino servir a una conversación pública saludable", explicó en una entrevista que concedió el pasado año y está empezando a recorrer las redes tras su ascenso, en lo que muchos ven como una declaración de intenciones: "Nos centramos en pensar en cómo han cambiado los tiempos. La mayoría de la gente puede hablar en Internet, así que donde nuestro papel se acentúa es en determinar quién puede ser escuchado. El bien escaso hoy es la atención. Hay muchos tweets, pero no todos reciben atención, sino un subconjunto de ellos. Y así, cada vez más nuestro papel se está moviendo hacia la forma de recomendar el contenido".